Nueva Canarias ha denunciado que “los empresarios de hostelería del municipio de Teguise llevan sufriendo desde hace años la competencia desleal que les hacen los bares y restaurantes de los centros socioculturales de los diferentes pueblos del municipio”.

“Han transcurrido ya tres años desde que el alcalde, Oswaldo Betancort, asumió el compromiso de sacar un concurso público que solucionaría  el problema, un acuerdo que aún no se ha llevado a cabo”, asegura NC.

De esta forma se lo han hecho saber diversos empresarios a la organización nacionalista Nueva Canarias, que asegura que “el mismo Ayuntamiento afirmó hace dos años que esta regularización en la actividad evitaría un daño en la competencia desleal”.

“Los empresarios no buscan ningún perjuicio para las asociaciones, pero sí quieren que se exploten para lo que realmente están constituidas y no como restaurantes o cafeterías abiertas al público y con horarios continuos”, añade NC.

“Ya son doce centros socioculturales los que trabajan de forma clandestina y lo peor de todo es que están subvencionados por el mismo ayuntamiento, no pagando sus obligaciones en suministros, agua, luz  o la misma contribución, lo que hace que nosotros no seamos competitivos”, señala Leandro Tejera, propietario del Bodegón Tao.

“Los turistas se detienen en los pueblos a preguntar dónde están los centros socioculturales, asociando esta idea con comida económica”, continúa exponiendo Tejera.

“Muchos de los afectados, más de veinte restaurantes, han caído en el pesimismo y no descartan otras medidas al ver cómo el ayuntamiento manifiesta una clara dejadez en sus funciones”, afirma Bernardo Hernández, otro de los empresarios del municipio.

“Este problema arrastrado desde años tiene fácil solución, y pasa por que el Ayuntamiento actúe de forma clara y decidida, con especial consideración e implicación del propio Oswaldo Betancort, quien ha prometido una solución y ahora se esconde”, manifiesta Alejandro Díaz, presidente de Nueva Canarias.

Nueva Canarias asegura que el Diputado del Común ha reconocido en una carta enviada a estos empresarios afectados que cuando en estos centros socioculturales se instalan  bares y restaurantes “hacen una verdadera competencia desleal a los empresarios de hostelería de la zona,  ejercitando una actividad sin los permisos y autorizaciones administrativas pertinentes”.