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Navegando hacia el pasado de Canarias en África

El proyecto 'La huella de Canarias en África', que promueve el Gobierno de Canarias y llevan a cabo José Naranjo y Germán Santana pretende rescatar y ordenar la profunda relación entre ambas orillas

José Naranjo, en Arrecife. Foto: Manolo de la Hoz.
Saúl García 0 COMENTARIOS 29/10/2018 - 06:51

Buceando en los Archivos Nacionales de Senegal se puede reconstruir una parte de la historia reciente de Canarias. Allí están, por ejemplo, las evidencias del goteo constante de pescadores isleños, más de 300, que en 1937 decidieron quedarse en la otra orilla como refugiados políticos. En un cruce de telegramas entre el Gobierno de Dakar y el de Mauritania se puede leer sobre ellos: “Son pobres y analfabetos pero odian a Franco desde lo más profundo de su corazón”.

Es uno de los documentos que ha encontrado el periodista José Naranjo, Premio Canarias de Comunicación, que desde hace un año forma parte del proyecto La huella de Canarias en África, que promueve el Gobierno de Canarias y que lleva a cabo junto a Germán Santana, profesor de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

El objetivo del proyecto es encontrar, recopilar y divulgar esa huella de los canarios en África. “La presencia de pescadores canarios es secular, desde el siglo XVI e incluso antes”, señala Naranjo, que esta misma semana estuvo en Lanzarote para recoger testimonios de lanzaroteños y familiares que vivieron en Mauritania.

Naranjo vive en Dakar y en julio viajó a ese país, donde nueve de cada diez pescadores que recuerdan los viejos de la Banc d’Arguin eran originarios de Lanzarote. Con esos nombres hizo una lista en la que aparecen Chano el carpintero, Fefo Rodríguez, Marcial Umpiérrez, Benito Rosa, la familia Toledo, la familia Benazco, la familia Arbelo, Eusebio el Tiñosero, Esteban la Caporra, Marcial el Salao o Panchote.

“La huella es inmensa”, dice. Los viejos pescadores aún utilizan palabras como gofio, bizcocho, galleta, zafra o cabra, y por supuesto, expresiones de la pesca como macho arriba, macho abajo, barraca, palanca, cabo, ancla, barquillo… Además, los imraguen (pescadores de origen bereber) cambiaron los nombres de las especies para llamarlas como los canarios: corvina (iten en hassanía), merluza (capitain en francés), pulpo (esais en hassanía), choco o dorada. Muchos de los barcos que todavía navegan se compraron a los canarios, que les enseñaron a pescar y a navegar en barcos de vela latina. De hecho, en el barrio de La Charca, en Nuadibú, aún se celebran pegas de vela latina.

El proyecto es más amplio y tiene dos fases. La segunda es la recogida de testimonios orales en las dos orillas y la primera es la de buscar en los archivos en los que pueda haber referencias a Canarias, tanto en fondos públicos como privados de Marruecos, Mauritania, Senegal, Gambia, Cabo Verde y Guinea Ecuatorial. Muchos de ellos “están poco explotados”, señala Naranjo. Este proyecto encaja, a su vez, con el trabajo que impulsa la Dirección General de Patrimonio del Gobierno canario, centrado en buscar información sobre Canarias en cualquier archivo, principalmente en España y en América.

El objetivo del proyecto es encontrar, recopilar y divulgar esa huella de los canarios en África. “La presencia de pescadores canarios es secular, desde el siglo XVI e incluso antes”

Los dos investigadores, Naranjo y Santana, se reparten los países. De momento, el periodista ya ha consultado o tiene previsto consultar los Archivos nacionales de Senegal que recogen el Archivo de la AOF, además el Archivo Nacional de Mauritania, el Fondo Mauritania en el Instituto Francés, en bibliotecas privadas de Tombuctú y en la Biblioteca privada de Mohamed Ould Mohamed (Jemal), que recoge, entre otras cosas las copias de los tratados de paz entre varias tribus y el Gobierno español para poder instalar un puesto avanzado en Dakhla, que dio origen a la ciudad, con el objetivo de proteger a las sociedades de pesquerías que sufrían ataques continuos.

Santana se está ocupando de las investigaciones en Marruecos, principalmente en los archivos nacionales marroquíes de Rabat, donde ha llevado a cabo la digitalización de unos 200 documentos, como litografías de gran valor como la que se sitúa a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX, “la Vue de la Ville de Sta Cruz sur l’Ile de Teneriffe. Iles Canaries”, o la de “Canarie”, de 1686, que es una vista de la ciudad de Las Palmas de finales del siglo XVII.

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