El Cabildo de Lanzarote, a través del Servicio de Medio Ambiente, vuelve a destinar en este ejercicio una partida para actuaciones de conservación del medio ambiente. En concreto ha destinado 120.000 euros para la conservación de la flora y fauna silvestre accidentada, cuya gestión ha sido encomendada nuevamente a la empresa pública Tragsa.

Gracias a esta encomienda de gestión y a los convenios de colaboración que el Cabildo mantiene desde hace varios años con los centros zoológicos de la Isla se sigue trabajando en programas de recuperación de la flora y fauna silvestre accidentada y dar apoyo a la vigilancia a los espacios naturales.

Dentro de esta encomienda se incluye la recogida y atención a los animales silvestres accidentados, como por ejemplo las tortugas, las gaviotas, las pardelas cenicientas o los halcones, su recuperación en centros veterinarios o instalaciones especializadas o de medio ambiente y la futura suelta cuando el animal se encuentra totalmente recuperado y en condiciones para ello.

A través de esta encomienda de gestión, también se realiza un servicio de ocho horas de eliminación de especies vegetales alóctonas y apoyo a la vigilancia en espacios naturales.

Entre otras, también se realizaránn actuaciones de mejora en el muladar de Guatiza de cara a su puesta en funcionamiento, con la instalación de un observatorio de aves y cámaras de fototrampeo.

El Cabildo igualmente ha solicitado a Tragsa que se doten de elementos auxiliares para las embarcaciones de personal dedicado a la vigilancia, como operaciones de mantenimiento de las mismas y demás necesidades para dar apoyo a este servicio.

Por último, dentro de esta encomienda se realizarán también acciones de concienciación en materia de fauna y flora silvestre y espacios naturales de la isla de Lanzarote.

Más de 330 atenciones

El Cabildo a través de este mismo servicio, encomendado a Tragsa el pasado año, realizó 331 atenciones a fauna accidentada, con un total de 313 ejemplares que fueron auxiliados. El 96 por ciento de los ejemplares fueron aves y el cuatro por ciento restante reptiles y mamíferos.

Concretamente, dentro de la clase reptiles se atendió al grupo de los testudines (tortugas) y 6 ejemplares de tortuga boba (Caretta caretta). Además dentro de esta clase se asistió a una iguana y un lagarto. Dentro de la clase mamíferos se atendió a ejemplares de erizo africano.

De los 331 servicios realizados, 186 ejemplares se recuperaron con éxito o cuando se recogieron se encontraron en buen estado, esto supone un porcentaje de recuperación del 56 por ciento; por contra, las muertes y eutanasias que se tuvieron que producir, se dieron en un 37 por ciento de los casos.

En el grupo de las aves, se atendió a un total de 33 especies distintas, siendo el mayor porcentaje de asistencias el correspondiente a la Pardela cenicienta, seguido de la Gaviota.