Cada día aumenta el temor de las asociaciones a que el estado de salud de las personas sin hogar empeore al pasar la noche a la intemperie y no disponer de un refugio para albergarles. Estar en la calle aumenta además el riesgo de sucumbir a las adicciones, como el alcoholismo y la drogadicción y tampoco ayuda a la imagen de la ciudad. Podemos verlos en bancos o al abrigo de los cajeros, incluso los hay que han tenido la ‘suerte’ de instalarse de okupas.

Andrés Alexis lleva cuatro años acudiendo al comedor social de Calor y Café. Sin trabajo y sin hogar, se vio abocado a la ayuda de esta organización. Su familia no quiso atenderle y afortunadamente un amigo le deja dormir en su garaje. Por la tarde ve la televisión con otro grupo de usuarios en el local de la asociación a la espera de que le sirvan la cena, que las cocineras voluntarias ya están preparando, mientras Pimpi y Joel seleccionan y empaquetan la ropa que ha sido donada.

La asociación cuenta con un total de 32 voluntarios que se turnan para prestar sus servicios a esta buena causa a los que se suma un grupo de suplentes. Algunos de ellos han pasado por la situación de los mismos usuarios a los que atienden desinteresadamente.

Pilar, una de las voluntarias, cuenta que ahora acuden personas de todo tipo”, incluso familias, a recoger su paquete de alimentos. Sor Ana gestiona desde hace 21 años este centro de acogida y prevención donde acuden personas con problemas de drogodependencias o aquellas con escasos recursos para alimentarse y para asearse. Dispone de una nave en la que habilita un comedor social y otros servicios en la calle Escotilla de Puerto Naos, cedida por el Ayuntamiento de Arrecife y que abre a diario para servir las cenas a partir de las 19.00 horas. Allí los ‘sin techo’ disponen de comida, aseo y servicio sanitario para limpieza de heridas y curas. La encomiable labor de Sor Ana le ha valido ser reconocida como Conejera del Año.

Particulares realizan sus aportaciones de comida, mientras que hoteles y apartamentos les llevan mantas que al anochecer recogen aquellos que han elegido la opción de vivir en la calle. “Los que se ven por Valterra y los del Charco no quieren una cama en condiciones, quieren tener el cartón de vino al lado y el cigarro. Algo que no podrían hacer en un albergue”, comenta la hermana. Calor y Café cuenta con diez plazas en su pequeño albergue, pero prefieren acoger a aquellas personas de mayor confianza y que asumen las responsabilidades.

También presta atención médica los martes, así como un servicio de enfermería y psicólogos que ofrecen orientación a quien la demanda. Diariamente atiende a unas 45 personas, aunque el comedor tiene capacidad para 80. “Casi todos los que vienen al comedor viven de okupas, por lo que tienen luz, pero están sin agua y aprovechan cuando vienen para asearse y dejar su ropa para lavar”, explica.

El albergue es una de las mayores reivindicaciones de Cruz Roja. “Siempre que hemos podido lo hemos reclamado, es una vergüenza e irresponsabilidad que esta Isla no disponga de uno”

Sor Ana insiste en la necesidad de habilitar un albergue público. Está convencida de que de existir un control sobre estas personas alcohólicas podría ayudarles a salir de la adicción “y el Ayuntamiento tiene medios para enfrentarse a una atención más personalizada con personal técnico”. Explica que la demanda de la residencia para personas sin hogar “lleva años dando vueltas”.

Alicia Martín, presidenta de Cruz Roja asegura que “hay una necesidad imperiosa de contar con un albergue público, y, sin embargo, hasta el momento no se le ha dado prioridad y sigue aumentando la demanda de solicitantes de un hogar”. En este sentido, señala que “siempre que hemos podido lo hemos reclamado públicamente, es una vergüenza e irresponsabilidad que esta Isla no disponga de ello, hay mucha gente en esta situación, que no puede esperar”.

Teme además que con la inestabilidad política que gobierna en las administraciones de la Isla siga sin salir adelante el ansiado proyecto. Ellos pueden colaborar pagándoles una o dos noches en una pensión, pero sin una estabilidad no se les puede ayudar a salir de la adicción y acaba empeorando su salud. No se dispone de un censo fiable de personas sin hogar, según explica Alicia Martín, pero tras cruzar datos con el resto de asociaciones de la Isla se ha establecido que hay un total de 122 personas sin hogar atendidas, si bien “pueden ser muchas más, que no solicitan atención”. Actualmente, Cruz Roja en Lanzarote está trabajando por prestarles mayor ayuda.

La ong ofrece información y asesoramiento sobre los diferentes recursos existentes en la zona, así como la derivación a los Servicios Sociales del Ayuntamiento y otras entidades públicas y privadas, además de traslados puntuales a centros de salud. Se les ofrece también alimentos y kits de higiene. Tan sólo en el municipio de Arrecife este reparto ha beneficiado a más de 6.000 personas.

Desde Cáritas, la labor se centra también en derivarlos a la casa de acogida que dirige la ong Flora Acoge y a los comedores, tanto el de esta misma asociación en la calle La Palma, como el que gestiona Sor Ana en Puerto Naos. Al ser personas sin hogar la ayuda alimentaria que mensualmente otorgan a las familias desprotegidas se limita a bebidas y alimentos que puedan ingerir sin necesidad de cocinar.

Sor Ana insiste en la necesidad de habilitar un albergue público. Está convencida de que de existir un control sobre personas con adicciones podría ayudarles a salir 

Con respecto a esta ayuda de alimentos, en septiembre se ha visto incrementada la necesidad con motivo de que muchas familias han concluido sus contratos de trabajo al finalizar la temporada de verano. Al igual que en Cruz Roja, su labor no puede ir más allá de costear una o dos noches de pensión para estos casos y derivarlos a los Servicios Sociales municipales. También les ayudan a poder desplazarse entre Islas.

El coordinador de Cáritas, al igual que el resto de representantes de ongs de Lanzarote, insiste en la necesidad de disponer de un albergue público. “Es una realidad que existe”, enfatiza. Cáritas recuerda también que no todos los ‘sin techo’ se dejan ayudar. En la actualidad, la asociación ayuda con la entrega de lotes de alimento a más de 200 familias.

El nuevo consejero de Bienestar Social del Cabildo de Lanzarote, Juan Manuel Sosa, explica que es difícil establecer un censo de personas sin hogar ante la bolsa de okupas itinerantes que existe. El Cabildo cuenta con un albergue en La Santa en el que disponen de plazas libres, si bien hay que cumplir una serie de requisitos. También señala que se está valorando la compra de terrenos por parte del Gobierno de Canarias en la zona de Tías para construir otra residencia insular. En materia de ayudas económicas, el Área de Servicios Sociales del Cabildo ha hecho entrega de subvenciones por valor de 211.569 euros a un total de 208 demandantes en situación de emergencia social.

Sor Ana.

Pisos tutelados

Por su parte, la alcaldesa de Arrecife, Eva de Anta, explica que “el Ayuntamiento cuenta con 300.000 euros para la compra de pisos tutelados cuya gestión se haría desde Servicios Sociales”. “Entendemos que ésta es una solución más viable que el albergue para las personas que viven en la calle ya que hay una mayor integración”, señala.

La alcaldesa añade que “desde la Concejalía de Servicios Sociales atendemos a personas en exclusión social, que están en la calle o sufren de una pobreza extrema, pero se debe tener en cuenta que en algunas ocasiones se trata de personas que no se dejan ayudar y esos son los casos más difíciles. Aun así nuestros profesionales municipales trabajan para que estas personas puedan vivir de forma digna y donde no puede llegar el Ayuntamiento llegan distintas asociaciones subvencionadas por éste como el caso de Calor y Café”.

300.000 euros sin entregar

Con respecto a las ayudas para personas en riesgo de exclusión social, el consejero de Bienestar Social recuerda que hay 300.000 euros de ayudas sociales para casos de emergencia social bloqueados por la ausencia de un informe municipal proveniente del Ayuntamiento. “Entre estas personas se encuentran aquellas que han visto la imposibilidad de pagar el alquiler o la hipoteca”.

Al respecto, explica que “para poder conceder estas subvenciones, que engloban también alimentos y otros enseres, se necesita una resolución del Consistorio, pero no se está haciendo ninguna porque tiene completamente desmantelada el área de Servicios Sociales. Ni han contratado desde el mes mayo a un trabajador social”, enfatiza.

Desde el Ayuntamiento de Arrecife, De Anta responde a estas críticas que “el área de Servicios Sociales dista mucho de estar desmantelada. Hemos solicitado en reiteradas ocasiones que desde el Cabildo se debe modificar la ordenanza o el reglamento interno para que dicha institución no tenga que esperar por un informe del Ayuntamiento para continuar con determinados procesos. El Cabildo no debe supeditar casos de esta índole a un informe determinado por nuestra parte”.