SECTOR PRIMARIO

Luz Nélida, ejemplo de una maestra quesera

Luz Nélida Paque Rodríguez lleva 17 años dedicada a la ganadería y desde hace tres convertida en maestra quesera en la quesería artesanal Flor de Luz, donde ha apostado por la innovación y experimentación manteniendo la esencia tradicional

Fotos: Manolo de la Hoz.
María José Lahora 0 COMENTARIOS 17/09/2018 - 05:08

Luz Nélida lleva este tiempo al frente de la ganadería lidiando con las administraciones para dotar a la granja de agua potable y luz. Cada mes gasta 1.200 euros en cubas de agua y 25 diarios en gasoil. “El ganado tiene que beber todo el día y el agua es fundamental para el mantenimiento de la quesería”. Son 450 cabras las que alimenta a diario. “Tenemos cables por todas partes, pero no tenemos agua ni luz”, puntualiza.

Hasta con tres consejeros distintos ha conversado, sin obtener una respuesta, y en la última reunión con el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés, le confirmaron que el proyecto estaba a punto de ejecutarse. “Llevan tres años diciéndome que en verano me lo ponen, pero ya estamos a punto de terminar el verano y seguimos trayendo cubas. Sí es cierto que a mí nadie me dijo ven aquí y monta esto, pero ya que estamos, échennos una mano al sector primario”, reclama Luz Nélida quien recuerda que también se han visto perjudicados por el cambio de la normativa en materia de las subvenciones europeas.

Estas trabas no le han impedido elaborar un producto que ya se ha alzado con varios premios. “Nuestra principal carta de presentación es ofrecer nuestra forma de vivir, en presentar la mayor calidad en nuestros productos”, señala en una introducción de una de sus creaciones en las redes sociales.

Antes de dedicarse de lleno a la elaboración de los quesos trabajó en otra quesería, pero no fue hasta que decidió formarse con cursos y talleres especializados cuando aprendió a elaborar el queso artesanal que distingue a Flor de Luz.

Le acompañan en el proyecto sus hijos. Sebastián se encarga a su lado del ordeño y cuidado de las cabras y Carlos lleva la administración, también echa una mano en verano el menor de 17 años, los mismos que la familia lleva regentando la ganadería, en la que también trabaja su actual pareja.

No es de extrañar entonces que Luz Nélida la defina como una “empresa familiar”. Su dedicación le ha hecho valedora además del premio a la Mujer Rural y Emprendedora de la Isla, una distinción que se ha ganado a pulso con el sacrificio diario y con las ganas de ofrecer nuevos productos para el paladar. “Nos gusta jugar con los sabores y los colores, hacer cosas diferentes que nos distingan”. Entre sus creaciones está, tal y como describe en su página de facebook, una “gran maravilla” elaborada “con diferentes técnicas y la gran labor de la naturaleza”, se trata de una oxidación láctica con una maduración de 4 meses en condiciones controladas que asemeja a una cueva. También se ha inspirado en los quesos del norte de España para elaborar su visión del queso azul o tipo roquefort, madurado en un ambiente de cueva y bajo el hongo penicillium roqueforti.

“Desde que iniciamos nuestra andadura haciendo nuestro tipo azul de leche cruda y entera de cabra, elaborado en Lanzarote, no hemos intentado copiar los diferentes tipos azules que existen, sino elaborar uno diferente que enamora todo paladar que se somete a degustar estas maravillas”, explica para sus seguidores en las redes sociales. Un tipo de queso singular y que no se suele ver en la Isla elaborado totalmente con leche de cabra, pero que mantiene su cremosidad.

Cuentan también con otros muchos quesos con coberturas de pimienta negra, de hierbas provenzales que elaboran ellos mismos o con un toque dulce como el de guayaba que le confiere un sabor espectacular por ese contraste dulce-salado. También experimentan con otras especias como el curry o el orégano. Este último quedó finalista en el Salón del Gourmet del año pasado en la categoría de aliñados. También dice que el mimo con el que cuidan al ganado contribuye a contar con esa materia prima que les permite elaborar sus quesos.

Su jornada laboral comienza a las seis de la mañana para ocuparse de la granja y más tarde en la quesería, hasta las dos de la tarde e incluso pasa muchas tardes trabajando, como las del jueves, viernes y sábado

Su jornada laboral comienza a las seis de la mañana para ocuparse de la granja y más tarde en la quesería, hasta las dos de la tarde e incluso pasa muchas tardes trabajando, como las del jueves, viernes y sábado, en las que la producción de la quesería está en su punto álgido, elaborando las piezas que llevarán a los mercados el fin de semana. El de Uga los sábados, en La Villa los domingos y también en el agrícola mensual de San Bartolomé. También cuenta con una buena representación de su producción en tiendas gourmets y distribuye a establecimientos como el Gran Hotel. Aunque defiende que “nos hemos especializado en atender al cliente directo”.

Un trabajo diario y continuo que debería contar con mayores recompensas. Es crítica con las administraciones a las que pide una mayor implicación porque tienen cada vez menos ayudas europeas y sin el respaldo suficiente a nivel insular. Destaca el papel de Aqual (Asociación de Queserías Artesanales de Lanzarote), pero insiste en que el sector debería estar más respaldado con subvenciones y proyectos formativos. “Tendríamos además que contar con mayores recursos para el ganado, como poner un veterinario para la asociación o darnos más ayudas a nosotros. Estamos muy desprotegidos”, insiste.

El de ganadero es un trabajo que requiere mucha dedicación y sacrificio, por ello no le extraña que su hijo menor no quiera seguir el camino de sus hermanos y prefiera labrarse un futuro en otro sector. En la actualidad está formándose para conseguir el título profesional de submarinismo argumentándo que no va a estar esclavizado los 365 días del año. “Y es cierto, porque no tenemos días libres”, dice Luz.

Orígenes

Todo comenzó con la compra de una cabra como regalo para su exmarido porque decía que le recordaba a su infancia en Ye, pero más tarde fueron adquiriendo más ejemplares que cuidaba un ganadero hasta alcanzar las cien, que vendieron. Con el dinero se compraron los terrenos donde ahora se asienta la quesería Flor de Luz. Fue Luz Nélida la que se dedicó a cuidar de la ganadería y fue aprendiendo con la experiencia. “Siempre quiso ser quesera”, recuerdan sus hijos.

La familia cuenta ahora con más de 400 cabras que producen 450 litros diarios de leche para la elaboración de una media de 80 kilos de queso. Pero antes de elaborar sus propios productos, la leche de la granja de Luz Nélida se destinaba a otras queserías, como Montaña Blanca y Maxorata. Pero “hay que tener muchas cabras para sacarle rendimiento”, comentan los hijos de Luz Nélida. “Ahora no vale la pena vender la leche”.

La recompensa a todo el trabajo de estos últimos tres años ha sido conseguir el primer premio en los Premios Nacionales de leche de cabra Tabefe (Fuerteventura) siendo el mejor queso semicurado de leche cruda de cabra a nivel nacional. Así, como ser reconocido con la medalla de bronce en los premios internacionales World Cheese Awards que les sitúa como el tercer mejor queso del mundo. A nivel insular se alzaron también con un oro para su queso fresco, otorgado en la Muestra de Ganado de Uga.

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