Por las decisiones que se han tomado en los últimos años y el rumbo de la mayoría de las instituciones, se podría tener la tentación de pensar que en los ayuntamientos de Lanzarote no hay muchas luces. Nada más lejos de la realidad. Si algo tienen los ayuntamientos de la Isla son luces. En concreto, 36.000 puntos de luz, farola arriba, farola abajo, ya que Arrecife no ha facilitado los datos al Centro de datos del Cabildo, pero se tiene constancia de que hay 9.400, mientras que en los otros seis municipios hay 26.600.

En total, en la Isla hay un punto de luz o una farola por cada cuatro habitantes. Una cantidad bastante alta si se tiene en cuenta que las ciudades de España que cuentan con más alumbrado público no llegan a esa media. Murcia tiene una farola cada cinco habitantes y Vigo una cada ocho, al igual que Valencia, la ciudad que más consume, con 100.000 farolas, 800.000 habitantes y un gasto por cada vecino que dobla el de Madrid.

En Lanzarote, por municipios, después de Arrecife, que es el más poblado aunque el menor en extensión, viene Yaiza con más de 7.600 puntos de luz; Teguise con 7.200; Tías con cerca de 5.000, San Bartolomé con casi 3.000; Tinajo con 2.100 y Haría con algo más de 1.800. En muchos pueblos con muy poca población, la proporción llega a una farola cada dos habitantes, al igual que ocurre en los núcleos turísticos.

De las 26.000, las de bajo consumo no llegan a 400 en toda la Isla (a excepción de Arrecife), una cifra similar a las electrónicas. Las LED, tan comentadas, superan por poco las  200, mientras que hay unas 5.000 de vapor de mercurio y la gran mayoría, con diferencia, son de vapor de sonidos de alta presión.

De las 26.000 farolas, las de bajo consumo no llegan a 400 en toda la Isla (a excepción de Arrecife)

Además del número, según señala el astrofísico Raúl Morales, de Lanzarote Digital Planetarium, que se queja de que el principal enemigo para la observación de las estrellas es el exceso de luz, “lo que más influye es la forma de las farolas, que lanzan casi el 50 por ciento de la luz hacia el cielo, lo cual, contamina nuestra visión nocturna, y por otro lado, desperdiciamos nuestros recursos energéticos, es decir, que casi el 50 por ciento del gasto en alumbrado público es para nada”.

En Lanzarote hay algunos ejemplos claros de exceso de puntos de luz, como la nueva carretera de Tahíche, con un exceso sólo entendible desde el punto de vista del beneficio para el propio instalador, el polígono donde está el Ikea o el plan parcial sobre Maneje, donde no vive casi nadie pero que está tan iluminado como si vivieran miles de personas.

El principal enemigo para la observación de las estrellas es el exceso de luz: la mitad se lanza hacia el cielo

Frente a esta situación, los ayuntamientos quieren ser más eficientes y lo que están haciendo es privatizar el alumbrado público. Es otro de los sectores que están empezando a acaparar las grandes multinacionales que han creado nuevas empresas especializadas en auditorías y estudios, que prometen después hacer las inversiones oportunas para el ahorro y la eficiencia energética. En Lanzarote han sido dos los ayuntamientos que han adjudicado el alumbrado público a la misma empresa, con la promesa de ahorrar hasta un 25 por ciento de su factura. Se trata de Imesapi, de la empresa ACS, el mismo grupo de Urbaser, que gestionará y mantendrá el alumbrado durante 15 años en Yaiza y durante 12 en Teguise con un coste de unos ocho millones de euros. Tías también prepara la externalización de sus 5.000 puntos de luz y prevé una inversión de dos millones.