“Empecé a sentirme mal, con fiebre y tos, creí que era algo normal, pero luego ya no podía respirar y fui a Urgencias”. Así recuerda Reina Charito, de 38 años, su ingreso en el Hospital Doctor José Molina Orosa, donde permaneció desde el 17 de marzo hasta este pasado lunes.

Fue la primera paciente de Covid-19 en Lanzarote que necesitó ser atendida en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde estuvo casi un mes. “Lo mío fue grave, no sé ni cómo estoy viva”, declaró este miércoles en una entrevista en Biosfera TV.

Reina Charito trabajaba como camarera de pisos en un hotel de Playa Blanca, pero antes de caer enferma no se había detectado ningún caso en su establecimiento, ni de ningún cliente ni tampoco de nadie de la plantilla.

Sospecha que se contagió en la estación de guaguas, por donde pasaba “mucha gente”, tanto trabajadores que se desplazaban a la localidad cada día como turistas. “Creo que pudo ser ahí”, apuntó.

El agravamiento de los síntomas, con severas dificultades para respirar, la llevó al servicio de Urgencias del Hospital lanzaroteño. “Me ingresaron, después me aislaron y estuvieron dos días haciéndome pruebas”, rememoró.

Desde que tuvo que ser trasladada a cuidados intensivos sus recuerdos se difuminan. De esos 28 días dice que no se acuerda prácticamente “de nada”.

En el Hospital la tuvieron que intervenir y efectuarle una traqueotomía, una operación que se lleva a cabo para proporcionar una vía respiratoria alternativa al paciente y retirar secreciones de los pulmones.

Cuando salió de cuidados intensivos, Reina Charito no era consciente de lo que le había ocurrido: “Creía que acaba de llegar”. Antes de recibir el alta permaneció otra semana en planta en el Hospital Molina Orosa.

De los días que ha estado ingresada en el Hospital y de los que sí es consciente recuerda los “ánimos” y la “alegría” que le transmitían los profesionales sanitarios que la atendieron, que facilitaban la comunicación con sus hijos mediante videollamadas. “Estoy muy agradecida porque me salvaron la vida”, recalcó.

Una de las primeras pacientes de coronavirus que se detectó en Lanzarote tiene claro que lo que le ha ocurrido “ha sido lo más duro” por lo que ha pasado.

“Hasta que a uno no lo sucede no es consciente” de en qué puede desembocar un contagio de coronavirus, añadió. “Hay mucha gente que todavía no se lo toma en serio”, subrayó Reina Charito, que desde hace dos días se encuentra en su casa.

La experiencia le ha dejado huellas: “Ahora tengo miedo a muchas cosas”. Pero también ha producido cambios en positivo: “Esto enseña a valorar la vida”.