El ámbito deportivo no es indiferente a la próxima salida del Reino Unido de la Unión Europea y los profesionales que juegan en equipos de Lanzarote miran también con preocupación su futuro profesional por las posibles consecuencias para su situación administrativa en el país.

En la Isla juegan dos ingleses en categoría nacional: Charles Yassi en el Aloe Plus Lanzarote Conejero de la Liga EBA de baloncesto y Bradley Aaron en la UD Lanzarote de la Tercera División de fútbol.

En la EBA, a menos que cambie el reglamento, hay tres tipos de las fichas. El primero lo componen jugadores de formación, con un mínimo de ocho, que hayan estado federados en el club al menos tres temporadas, entre cadetes y juniors.

Los otros tipos de fichas son de jugadores europeos y no europeos. Para los jugadores no nacidos en el viejo continente hay un límite de dos fichas, mientras que para los europeos es indiferente el lugar de nacimiento, siempre que sea en Europa.

Charles Yassi ocupa ficha de jugador europeo esta temporada y, de seguir en el club, la volvería a ocupar la próxima campaña. “El inglés estaría en el mismo estado que un francés o un bosnio”, cuenta Iván Fernández, presidente del equipo lanzaroteño, que explica dónde podría estar el inconveniente para la próxima campaña con los jugadores británicos. “Depende un poco de cómo configures la plantilla, pero lo que no puedes hacer es fichar a un jugador que no sea de la Unión Europea para una categoría inferior y subirlo para jugar en EBA”, asegura.

Por ello, en caso de tener ficha, tendrá que jugar toda la temporada en ese equipo. El Aloe Plus Lanzarote Conejero tiene en la actualidad un acuerdo de vinculación con el Maramajo, de la Liga Autonómica, por la que puede utilizar jugadores de éste equipo en liga EBA. Con el londinense, por ejemplo, no podría hacerlo la próxima temporada.

El caso de Brad es muy diferente. La RFEF explica en su reglamento general que “en las competiciones de carácter no profesional, los futbolistas extranjeros podrán inscribirse sin ninguna clase de limitaciones, tanto en cualesquiera de las divisiones o categorías actuales, como en las nuevas que eventualmente pudieran establecerse, siempre y cuando acrediten su residencia legal en España. En caso de que al futbolista le fuera retirada la condición de residente legal en España, la RFEF podrá cancelar la licencia del mismo, por incapacidad sobrevenida”.

Periodo transitorio

Ángel Rodríguez, abogado de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), no cree que “a mitad de la temporada sea revocada la licencia de este año aunque se produzca el Brexit. Pero, ¿y el año que viene como quedaría la situación del jugador nacido en Birmingham? Según explica el abogado de los futbolistas que juegan en España, “lo lógico es que haya un periodo transitorio para que los británicos estén legalmente en el país”. Para ello deberían “solicitar un nuevo permiso de residencia con el que podrían seguir jugando en estas categorías”.

Así, el único problema que podría encontrarse Brad es el de no tener arreglado el permiso de residencia al tramitar la ficha la próxima temporada porque ahí si se lo solicitaran, podría encontrarse sin puesto.

De todas formas, como comenta el abogado Ángel Rodríguez, “cada caso habría que estudiarlo de forma pormenorizada, porque, en el supuesto de británicos que lleven en España mucho tiempo, es posible que cumplan las condiciones para solicitar la nacionalidad española y así quedarían exentos de solicitar el permiso de residencia”.

El centrocampista de la UD Lanzarote comentaba a Diario de Lanzarote que está tranquilo al respecto. “No me he informado, pero es un tema que tengo que hablar con la familia”, dice. De todas formas, poco le va a afectar para seguir la próxima campaña en la UD Lanzarote salvo por la documentación a arreglar.

El caso de Brad es extraplolable al fútbol sala, donde Lanzarote posee dos equipos en Segunda B y uno en Tercera, donde hay varios jugadores británicos. En los equipos de balonmano la incidencia será nula sobre los de Lanzarote, ya que no hay jugadores del Reino Unido en ninguno de los cuatro equipos (tres femeninos y uno masculino) que compiten en categoría nacional.

Por último, el impacto del Brexit en la libra esterlina podría afectar a los británicos que viajan a la Isla para practicar triatlón, por el posible encarecimiento de los vuelos. De esta manera, y aunque en principio se espera que la incidencia sea mínima, el sector turístico ya trabaja en minimizar repercusiones negativas en este ámbito.