Las cifras de suicidios e intentos de suicidio en Lanzarote han motivado la intervención del diputado de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc), Yoné Caraballo, en el Parlamento de Canarias.

El también presidente insular de la formación ha mostrado su “profunda preocupación” por lo que considera “una auténtica emergencia silenciosa”, y ha instado a las administraciones públicas a ofrecer una respuesta “urgente y coordinada”.

Caraballo ha defendido que la salud mental debe ocupar un lugar prioritario en las políticas sanitarias, tanto a nivel insular como autonómico, ya que las cifras actuales reflejan, en su opinión, un sufrimiento social “que no puede seguir siendo invisibilizado”.

Entre las medidas propuestas, el diputado plantea incorporar psicólogos y psicólogas clínicos en los centros de salud para garantizar una atención temprana y continuada. También propone la creación de una subunidad específica de salud mental en el servicio de urgencias del Hospital Dr. Molina Orosa, con el objetivo de atender de forma inmediata y especializada a personas en situación de crisis.

Asimismo, Caraballo aboga por el desarrollo de programas de prevención y atención en salud mental que incluyan acciones educativas, campañas de sensibilización y redes de apoyo comunitario. En este sentido, plantea la incorporación de enfermería especializada en salud mental a la atención sanitaria.

“La prevención es tan importante como la atención. Debemos actuar desde los colegios, las asociaciones y los barrios para que nadie se sienta solo ni sin salida”, señaló durante un encuentro mantenido este lunes con la asociación para la salud mental El Cribo, en el que estuvo acompañado por Elena López, secretaria local de Derechos Sociales del Comité Local de NC-bc en Arrecife.

Propone incorporar psicólogos clínicos en los centros de salud de Lanzarote y crear una subunidad de salud mental en urgencias del Hospital Molina Orosa

El diputado ha hecho un llamamiento al Cabildo de Lanzarote, al Servicio Canario de la Salud y al Gobierno de Canarias para que refuercen los recursos humanos y materiales dedicados a la salud mental, con especial atención a las islas no capitalinas, donde —advierte— la carencia de profesionales e infraestructuras adecuadas agrava la situación.

“Lanzarote necesita una respuesta firme, humana y cercana. La salud mental no puede seguir siendo la gran olvidada de nuestro sistema sanitario”, concluyó Caraballo.