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La moda de Lanzarote desfila con paso firme

Los diseñadores buscan que se les reconozca en su tierra y potenciar el consumo de moda local, más valorada fuera que dentro de la Isla

Fotos: Manolo de la Hoz y cedidas.
María José Lahora 0 COMENTARIOS 21/04/2018 - 08:12

La moda ‘made in Lanzarote’ lucha por abrirse camino. Los diseñadores abogan por hacer valer su arte en el entorno insular y potenciar el consumo de sus creaciones entre el público local y foráneo. Con el proyecto ‘Lanzarote Moda’ intentan hacer realidad esta premisa, al conferirle el valor y la calidad que la moda confeccionada en la Isla tiene y que ya ha sido reconocida en diversas ferias. Además de poder “ofrecer las creaciones lanzaroteñas como parte de la singularidad de la Isla”, tal y como explica Margamod, que junto a María Cao, Oswaldo Machín, Azu Vilas y Mosego conforman este sello, aún en periodo de gestación.

“Con ‘Lanzarote Moda’ no va a ser todo ya, hay que tener paciencia”, comenta María Cao, consciente de que esta iniciativa requiere unos trámites y arduas labores burocráticas para salir adelante, pero con la tranquilidad del respaldo de Tenerife Moda, con la que llevan tiempo trabajando. Asimismo, cree que aunque tan sólo se encuentren en los inicios estos cinco “pioneros” creadores, “luego vendrá más gente, porque talento hay para ello”.

Sin embargo, el mayor escollo vuelve a ser que los diseñadores cuentan con mayor reconocimiento en el exterior. “Después de 22 años con el atelier en Teguise y al pie del cañón tengo más reconocimiento fuera que dentro de la Isla. Basta con decir que me reconocieron en Suiza”, señala María Cao en referencia al premio internacional logrado en los Geneva Fashion Awards. Destaca también que el 85 por ciento de su clientela es extranjera, aunque le satisface reconocer que cuenta con encargos locales. “Si vas hacia adelante recoges los frutos”, enfatiza.

Esta realidad la constata también la sombrerera Azu Vilas. “En Lanzarote hay mucho talento y no nos valoran. El público lanzaroteño suele ir más fuera a buscar diseños de moda, cuando curiosamente el foráneo viene a buscarnos a nosotros. Hay gran talento en muchos ámbitos, son muy profesionales, pero no se está valorando”, considera. “Tampoco tenemos oportunidades para irnos fuera y los costes que supone llevar las colecciones al exterior son elevados”. Estas serían las principales trabas para el trabajo de la moda en Lanzarote, según Azu Vilas. Sobre la marca ‘Lanzarote Moda’ señala que tras un año de gestiones “ya debería estar consolidada”.

El sello, del que la Consejería de Industria del Cabildo se muestra muy cauteloso, ha participado en Tenerife Moda y la Feria de Artesanía de Los Dolores. “Había un proyecto muy grande”, sostiene la diseñadora. Los cambios en el equipo de gobierno del Cabildo parecen haber ralentizado el lanzamiento de la marca. “Es empezar de cero”, añade. “Si quieren que se represente a Lanzarote se necesita un poco más de ayuda”. Azu Vilas, que ha tenido la fortuna de participar en la pasalela Cibeles, ha colaborado con el diseñador Oswaldo Machín. Ambos resaltan la importancia de la sinergia en el diseño de sus creaciones.

“Sería todo un reto trabajar desde Lanzarote hacia el mundo”, añade Machín, aunque lamenta que los residentes asocien el triunfo en el escaparate nacional con diseños de precios elevados. “Es el desconocimiento, porque ofrecemos un producto económico y muy buena relación entre calidad y precio”. “Somos más baratos que una boutique multimarca”, gracias a que “no tenemos intermediarios”, explica Oswaldo.

Por su parte, Margamod, que lleva 30 años en el sector de la industria textil de la Isla, muestra su agradecimiento por haber vivido de su pasión en Lanzarote. Señala que uno de los principales problemas al que se enfrentan los diseñadores locales es que “hoy día el ser humano está perdido en comprar rápido y barato y a las iniciativas creativas hay que darles su valor”.

Margamod aboga también por contar con un espacio en los lugares turísticos para poner a la venta la producción artística, en lugar de los clásicos souvenirs confeccionados en masa. Recuerda que hace unos 30 años, en un desfile en la calle Real de Arrecife participaron hasta 20 diseñadores locales. Fue un momento en la que había mucho “entusiasmo”, “mientras que ahora estamos solo los más visibles”, añade. “Lanzarote siempre ha sido un lugar de inspiración para los artistas y la moda se debe potenciar, como se hace con otros sectores”, defiende.

Mosego es Mónica Serantes, también defensora del gran talento de la Isla y del potencial de los artesanos que ha generado Lanzarote, quien lamenta que la Isla no explote más “la industria textil y las cooperativas de trabajo”. Lamenta que, en ocasiones, el arte lanzaroteño no sea reconocido ni por los propios residentes.

María Cao, de las capitales de la moda a Lanzarote

A María Cao, el azar la trajo hasta Lanzarote. Un cambio de última hora en un viaje para practicar surf se ha convertido en una trayectoria de más de dos décadas dedicada a la moda en la Isla. Proveniente de las capitales de la moda como Milán o París, donde anteriormente se dedicaba a confeccionar ropa para diseñadores como Antonio Alvarado, NachoRuiz, Induyco, Rodier, Emporio Armani o Byblos.

El mayor reconocimiento le llegó el año pasado con el premio internacional en los Geneva Fashion Awards ante más de 500 invitados que aplaudieron su trabajo. Defiende un estilo propio, con empleo de elementos naturales de la Isla. Cochinilla y tintes vegetales para la confección de sus colecciones tanto para hombre como mujer forman parte de su faceta más artesana.

Trabaja desde 1996 en su atelier de La Villa, pero ya tenía clientela extranjera que acudía hasta Caleta Caballo, donde se estableció en sus principios. “Empecé de cero, todo lo que traía aprendido no me sirvió”. Le avalan haber sido seleccionada para el álbum privado de Gaudí o la Fashion Galery en Dusseldorf. Famosas como Helen Lindes han elegido a María Cao para que las vista en momentos importantes y sus diseños se han paseado por la alfombra verde de los Grammys.

Oswaldo Machín, el arte de la moda nupcial

Hablar de moda nupcial es hablar de Oswaldo Machín. La calidad de sus acabados y el trabajo artesanal distinguen sus diseños. Machín, como buen canario empezó en el diseño de Carnaval, hizo en La Coruña la carrera de estilismo de moda y patronaje industrial y psicología de la moda. En Zamora tuvo su primer trabajo en una empresa de trajes de novia donde empezó con el “gusanillo” por sus preferencias por la alta costura y los diseños artesanales. “En el siglo XXI hacer un traje de novia es lo que queda de esa alta costura de antaño”, señala.

En Madrid continúa su aprendizaje en el mundo de la moda nupcial con “un equipo maravilloso detrás, tanto profesionales como inversores, que les permitió asistir a ferias y tener hasta 17 puntos de venta en toda España, cuatro en Portugal y dos en Italia. Hasta que llega el momento de dejar de subir cremalleras para otros y subirlas para él mismo hace ya nueve años, cuando regresa y se instala en Lanzarote con un pequeño taller.

Desde hace cinco años cuenta con su estudio atelier en San Bartolomé donde predomina la línea de boda, comuniones y fiesta. Inmerso ya en la próxima colección de 2019 presenta para esta temporada a una “novia muy urbana, con diseños frescos y cómodos”. “Sobre todo, intentamos resaltar la belleza de la mujer y jugamos con varios estilos de novias como el romántico, ibicenco o urbano”.

Margamod y la moda sostenible

Decir Margamod es decir “moda sostenible”. Con 13 años ya sabía coser, estudió Patronaje Industrial en Madrid, ciudad en la que cuenta con puntos de venta además de atender los encargos. Aunque tuvo su propia tienda, ahora trabaja en su taller en Tías y se dedica a educar en la filosofía de moda sostenible, dando un nuevo uso a las prendas con el taller ‘Coser y Cantar’, para “darle más vida a la prenda” en lugar de seguir contaminando. Apuesta por los materiales orgánicos. De sus creaciones, dice que son “una sonrisa en la segunda mirada”. “Son ropas frescas y divertidas”, añade cuando se refiere a su trabajo de la transformación de las prendas.

También desarrolla un trabajo de investigación sobre creaciones sostenibles y ha participado con una muestra de bolsos en el Momad de Madrid. Ha estado presente en diversas pasarelas como la Gaudí o Dusseldorf y fue elegida por la plataforma de moda para representar a España en Shangay. También ha mostrado sus creaciones en Tenerife Moda o Gran Canaria Moda Cálida y colabora con la asociación de Moda Sostenible de Andalucía. “Prefiero ahora tener una trayectoria más ética aunque no me conozca nadie, que lo que yo he recorrido pueda servir para concienciar a los jóvenes sobre la sostenibilidad y que se compre a los artesanos locales”.

Azu vilas, la alta costura de los tocados

Azu Vilas es la marca de Cristina Vilas, gallega afincada en la Isla desde hace 22 años. Su madre es modista y de ahí le viene el gusto por la moda. Fue hace una década, a raíz de la boda de su hermano, cuando en una familia en la que predominan las féminas comienza su preferencia por los tocados, que ya se encontraban en auge, y opta por formarse en el arte de la sombrerería. “Mi sorpresa fue cuando descubro que es un mundo muy amplio, de muchos oficios juntos, sobre todo de varones: el plumista, el florista, único en el que podían entrar las mujeres, el sombrerero, el etiquetador...”.

Cuenta en su estudio con herramientas del siglo XIX para la confección de las flores, troqueles y buriles, que compagina con el uso de las nuevas herramientas eléctricas. Bucea en internet para hacerse con alguna de estas piezas dignas de museo, pero muy útiles para la práctica de su oficio. “Soy la única española que tiene los martillos antiguos de sombrerería”, señala.

Artesana y diseñadora participa en las ferias más humildes con los sombreros de fieltro para hombres y en los eventos de moda con sus tocados de alta costura, todos originales. En su confección puede tardar hasta 20 horas, labor que desempeña de noche al tener que compaginarlo con su trabajo de administrativa en un hotel de la Isla. “De la artesanía no se vive”, comenta. Los diseños que realiza son para mujeres “con personalidad”. Adapta su obra a la persona que se la demanda para realzar su belleza con modelos exclusivos y únicos, para ello busca el trato personal con el cliente.

Mosego, el lujo de los complementos

La benjamina del grupo, en cuanto al mundo del diseño se refiere, empezó hace tan sólo tres años a diseñar bisutería como un hobby, pero pronto le confirió un estilo propio, consciente de que “no todo el mundo se atrevería a ponérselo”. Sus exclusivas creaciones salen del alma y del corazón y asegura que le duele desprenderse de ellas. Haber sido premiada en Bisutex en Madrid le ha otorgado valor añadido a sus diseños.

Ahora se debate en hacer de su pasión un negocio y apuesta por crear una línea más versátil y “ponible”, porque sabe que tiene posibilidad de vivir de su trabajo, una vez que pueda salvar el hándicap de la producción para delegar la gestión de la empresa, además de buscar personas en la Isla que le ayuden a generar esa línea como contrapartida a sus creaciones de lujo. Pero insiste en que más que el dinero, lo que valora es la satisfacción de que se reconozca su arte.

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