No había alerta metereológica y la lluvia ha vuelto a inundar Arrecife. Este sábado por la mañana se han producido fuertes precipitaciones en la Isla que han caído, con especial incidencia en la capital lanzaroteña, lo que ha provocado la inundación de calles en el centro de la ciudad.

La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología apuntaba a que el cielo estaría “poco nuboso, tendiendo durante la mañana a nuboso o cubierto con lluvias débiles generalizadas, localmente moderadas”.

Sin embargo, las lluvias han sido más fuertes de lo esperado. Según la estación meteorológica instalada en el aeropuerto César Manrique-Lanzarote se han acumulado 13,7 litros de agua por metro cuadrado durante la mañana.

El primer chaparrón se produjo sobre las doce de la mañana y, el más intenso, a las dos de la tarde, cuando cayeron hasta siete litros por metro cuadrado, para reducirse a las tres de la tarde, con 3,5 litros por metro cuadrado.

En el centro de Arrecife han regresado las imágenes de calles inundadas, tapas de alcantarilla que saltan, locales anegados e incluso vehículos cuyos motores se han parado en medio de la tromba de agua.

El puente de acceso a Arrecife desde la zona norte y la salida hacia el sur de la Isla han permanecido este sábado cerrados al tráfico durante más de cuatro horas tras quedar anegado de agua como consecuencia del aguacero que ha caído sobre la ciudad.

El coordinador del Consorcio de Seguridad y Emergencia de Lanzarote, Enrique Espinosa, ha señalado a EFE que aunque se registraron incidentes de poca importancia en Playa Honda, Puerto del Carmen y en el Pueblo Marinero, de Costa Teguise, la mayor parte de los servicios se llevaron a cabo en Arrecife, donde los efectos del aguacero se hicieron notar más.

Varios puntos bajos de la capital de la isla, como Cuatro Esquinas, o las zona próximas a las calle Triana o Juan Negrín, así como la zona de la calle Portugal, donde un garaje se anegó con agua hasta 80 centímetros de altura, fueron las más afectadas, al acumularse en poco rato una gran cantidad de agua, procedente de los barrios más altos de la ciudad.

Espinosa ha señalado que la escasez de tráfico, consecuencia de la situación generada por el estado de alarma, ha facilitado la labor de los equipos de emergencia, que ha dispuesto de una mayor capacidad de movimiento.

La capital, inundada