Las principales calles de los municipios lanzaroteños han vuelto a estar ocupadas por viandantes y mesas de establecimientos de restauración tras entrar este lunes toda Canarias en la fase 1 de la desescalada, que permite la apertura de locales comerciales con una superficie igual o inferior a 400 metros cuadrados, con un 30 por ciento del aforo total, e instalar terrazas al aire libre con el 50 por ciento de las mesas, con una ocupación máxima de 10 personas por mesa y una distancia mínima de dos metros entre las mesas. Además, habrá que desinfectar las mesas entre un cliente y otro, y no se podrán utilizar cartas de uso común ni servilleteros.

Las imágenes de clientes sentados en las terrazas de los establecimientos de hostelería con mascarillas y guantes ha sido la habitual durante esta primera jornada de la fase 1. Igualmente, durante esta fase los ciudadanos podrán reunirse en grupos de un máximo de 10 personas, participar en velatorios con un máximo de 15 asistentes y asistir a centros de culto, entre otras medidas.

Movilidad restringida a la Isla

Aún así, cabe recordar que en esta fase la movilidad de los ciudadanos queda reducida a la unidad territorial de “referencia”, que en el caso de Canarias es cada isla, salvo por las razones excepcionales ya fijadas con anterioridad en el estado de alarma.

También seguirán “en las mismas condiciones” la movilidad de los ciudadanos entre la Península y el Archipiélago canario en esta fase, de tal manera que no cambiará el régimen de vuelos que ya está fijado en la actualidad.

Horarios

Respecto a las franjas horarias en las que se debe desarrollar cada actividad, está permite adaptarla a las condiciones climatológicas de cada comunidad autónoma, pero tanto el ministro de Sanidad, Salvador Illa, como el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, han precisado que es importante seguir manteniendo franjas horarias: los menores en una franja, el deporte en otra y los mayores en otra.