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La FCM respalda la manifestación del 18-M: “Las islas necesitan refundar un modelo de futuro fundado en la cultura de los límites”

Gómez Aguilera: “El turbocapitalismo turístico globalizado en el que vivimos produce efectos y distorsiones, que nos trae riqueza, pero que nos trae mucha pobreza”

Saúl García 4 COMENTARIOS 09/05/2025 - 11:39

El director de la Fundación César Manrique, Fernando Gómez Aguilera, intervino en primer lugar para explicar el nacimiento del libro-catálogo Palabra y compromiso: Al poder se le incomoda. César Manrique. ACTIVISMO. El libro explora la vertiente activista de César Manrique vinculada a la protección del territorio y el medio ambiente. Contiene fragmentos y recortes de prensa, manifiestos y textos críticos sobre la labor de Manrique y la situación de la Isla.

Gómez Aguilera recordó que el libro nace de la exposición que se inauguró en la sala José Saramago durante el centenario de César Manrique y que “forma parte de un proyecto de investigación más amplio que consiste en proponer un reseteo crítico de la obra y de la personalidad de César Manrique”. Una revisión “para entender al artista desde otras perspectivas a las convencionales”, situada en “aquello que no se considera arte, pero que despliega unas enormes energías sociales”.

En el caso de César Manrique, sus comportamientos, su acción, en los que se mostró como un artista novedoso, complejo y controvertido. El libro refleja su dimensión ecosocial y eco política “que hay que reivindicar por el extraordinario valor contextual que tiene en nuestro tiempo”. A través de sus declaraciones, César aparece como “un gran educador de la mentalidad”.

Esas declaraciones están relacionadas con su proyecto de Lanzarote y siempre en una doble dirección: por un lado la utopía y por otro la distopía. Por un lado la topofilia y por otro la solastalgia: el amor a su tierra y el dolor por su degradación. “Es un artista de intervención propositiva a través de sus grandes obras pero al mismo tiempo un artista crítico que eleva la voz y que influye en la transformación de la sociedad”, primero con éxito y después con fracaso.

El libro intenta recuperar el testimonio pionero de César Manrique sobre la crisis territorial y ambiental de la isla y de Canarias, poner en valor la actualidad precursora de su ecología social, además de servir como antídoto contra los intentos o las pretensiones de mistificar sus ideas incómodas que no se ajustan bien a la promoción turística.

Manrique defendía un turismo limitado, de calidad cultural, compatible también con la vida de los ciudadanos. Rechazaba el desarrollismo, la especulación inmobiliaria, la masificación, la pérdida de calidad de vida o el deterioro patrimonial. Defendía que el territorio no es una mercancía, sino un patrimonio social, y entendía que el progreso es lo que mejora y socializa el bienestar. “Si fracasamos ecológicamente -planteaba- no hay posibilidad de progreso, tampoco sin equidad”.

Comparó el planteamiento de Manrique con el paradigma del cuidado que propone el filósofo y pedagogo colombiano Bernardo Toro, que sugiere, como alternativa al poder del éxito y de la acumulación, el paradigma del cuidado en el ámbito del pensamiento social, político y de las relaciones sociales: cuidar de uno mismo, de los otros y del planeta. “Propone Toro que cambiemos el chip de nuestra inteligencia, de ser una inteligencia competitiva a una inteligencia altruista, cooperativa”, señaló Aguilera. “La inteligencia hoy consiste no en saber mucho, sino en saber acompañar y en saber pedir ayuda. La manifestación del día 18 de mayo consiste en eso: un acto en el que muchas personas se van a pedir ayuda entre sí para ayudar a las islas y para ayudarnos.”, aseguró.

Vargas: “Es fundamental intentar desmontar las cortinas de humo sobre la masificación turística”

Finalizó señalando que “el turbocapitalismo turístico globalizado en el que vivimos produce efectos y distorsiones, que nos trae riqueza, pero que nos trae mucha pobreza” y apostó por el equilibrio, que era lo que pedía Manrique, que, a pesar del fracaso colectivo, sigue mostrando hoy “un extraordinario capital de conocimiento y una herencia valiosísima para afrontar el futuro” de las islas, que “necesitan refundar un modelo de futuro fundado en la cultura de los límites y en una nueva gobernanza alejada de la corrupción, de las malas prácticas, de las malas decisiones y una economía centrada en el bienestar de las personas”.

Mesa de debate

Posteriormente se proyectó un vídeo de Miguel G. Morales con imágenes y palabras de César Manrique sobre la masificación urbanística, y tras él comenzó la mesa redonda, coordinada por los periodistas Saúl García y Andrea Domínguez.

Arrancó la periodista Natalia G. Vargas, que señaló que “es fundamental que los medios de comunicación apuesten por dedicar recursos a denunciar aquellas cosas que se hacen de forma irregular, aportar contexto e intentar desmontar los bulos y las cortinas de humo que se generan en torno a la masificación turística”.

Vargas recordó que “se dice que vivimos del turismo” pero un tercio de la población vive en riesgo de exclusión social y reconoció que hay malos ejemplos de periodismo “pero hay mucha gente que está apostando por que la gente sepa lo importante que es cuidar el entorno y poner los derechos fundamentales y la naturaleza en el centro de las informaciones”.

Jaime Coello: “Nos falta cultura del territorio, precisamente lo que César intentó transmitir”

El documentalista Felipe Ravina aseguró que “en cuanto a endemismos nos podemos comparar con Galápagos, lo que pasa que en Galápagos se ha priorizado proteger las islas y aquí se ha priorizado destruirlas”. Dijo que Tenerife “es el ejemplo de lo que no hay que hacer” porque la isla está colapsada y a pesar de ello se mantienen varios proyectos que degradan el territorio, como la ampliación del puerto de Los Cristianos o la urbanización Cuna del Alma, “con indicios muy claros de corrupción”. También aportó “un dato bastante preocupante”, como que “están muriendo más cachalotes por colisiones con grandes embarcaciones de las crías que están naciendo”.

Jaime Coello, presidente de la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello, citó unos versos de Pedro García Cabrera: unas huertas de labor han malparido/unos metros cuadrados de cemento. Dijo que “se les pone alfombra roja” a empresarios extranjeros para proyectos que degradan el territorio: “una verdadera colonización de capitales”. Denunció que está habiendo problemas en La Gomera para que una persona lea un manifiesto el 18-M “porque quien dirige la isla, que se llama Casimiro Curbelo, está diciendo que si alguien habla, que viva las consecuencias”.

Alfredo Díaz, del departamento pedagógico de la FCM, señaló que “César hizo un magisterio social espectacular” y entendió la singularidad de Lanzarote. “Él pensaba que un paisaje árido no tiene por qué ser feo, que un paisaje quemado y calcinado por los volcanes no tiene por qué ser denostado”. Y sobre esa singularidad y su protección creó algo nuevo. “Lo que estamos perdiendo son esos valores singulares”, dijo, y señaló que el gran reto es conservar el valor de esa singularidad.

Díaz: “Estamos perdiendo esos valores singulares” sobre la visión del territorio insular

Por su parte, Irma Ferrer, abogada de Transparencia Urbanística, dijo, respecto a la evolución de la corrupción que “incluso los mismos personajes”. “Playa Blanca se dividió entre cuatro empresarios. Somos nosotros los que hemos vendido nuestra isla con un silencio cómplice, que en un estado mafioso como el que vivimos se llama omertà”, afirmó. A eso hay que sumar “la desidia y el desinterés propias de sociedades caciquiles poco formadas, que pasamos del camello al Mercedes”. Lo comparó con la situación actual con las viviendas vacacionales, que “lo llaman de forma muy graciosa la democratización del turismo”.

Coello apuntó que “nos falta cultura del territorio, precisamente lo que César intentó transmitir” y que la base está en la educación. “Tenemos el deber de formar a toda la población de Canarias sobre esos valores”, dijo, y reivindicó la Moratoria y la adquisición de suelo para su declasificación. “Si hay dinero para pagar conciertos, ¿cuánto dinero puede haber para pagar la recuperación de determinados espacios? No es malgastar dinero público, es reconquistar algo que es público y devolvérselo a la sociedad”.

Díaz recordó que César siempre decía que un pueblo sin educación está condenado a la ruina “y la ruina está ya, es tiempo de parar, no queda otra”. Apostó por la educación y por la acción “con ciudadanos que sean capaces de salir a la calle”. “Saramago decía que estábamos asistiendo a la segunda muerte de César, a lo mejor estamos asistiendo ahora posiblemente a la tercera”.

Ferrer: “El turismo ya no es la industria que nos va a dar de comer, es la que nos va a matar”

Ferrer concluyó señalando que “hemos llegado hasta aquí porque estamos gobernados por una panda de indigentes intelectuales” y dijo que no se puede seguir promocionando el turismo. “En Canarias, el turismo ya no es la industria que nos va a dar de comer, es la que nos va a matar”, apuntó.

Andrea Domínguez finalizó asegurando que la isla está colapasada pero a pesar de todo “César consiguió ver lo bello y hacérnoslo ver a los demás”. Tanto la Fundación César Manrique como los ponentes de la mesa invitaron a los asistentes a asistir a la manifestación del 18 de mayo en Arrecife, que se repetirá en todas las islas contra la masificación y eso bajo el lema ‘Canarias tiene un límite’.

Comentarios

Bien. Pero el aparcamiento de la FCM no tiene un límite, ya que la gente aparca en batería en la vía pública en una zona no habilitada para ser aparcamiento. Espero que sea un descuido y no cinismo.
Todos estos contertulios tienen o trabajo en lo público o en empresas que no dependen del turismo aunque claro el la fundación como es lógico , debe ser que no depende de ello . Es fácil hablar desde un sillón , sin tener que sostener un negocio y pagar los sueldos e impuestos todos los meses . Hipocresía al sumarse a una manifestación y no criticar los pisos turísticos que son lo que han generado los verdaderos problemas . Se puede controlar el turismo pero no lanzar manifestaciones que dan la vuelta al mundo y nos hunden en favor de terceros países como Marruecos o Turquía . Sentido común y realidad .
Bien, la FCM a la que se le olvidó la macro carretera de Loli y Espino que iba a circunvalar Playa Honda, la mismita FCM hace de policía de la moral. Y encima se creen que estamos con ellos…
Pero vamos a ver, de qué vive la fundación? del turismo. Cuando en la pandemia no hubo turismo, qué hizo la fundación? nada de nada, ni siquiera se plantearon hacer alguna reflexión sobre el impacto de la pandemia. Se fueron a casita. Por lo menos podrían tener un control de los accesos y de la movilidad que en parte es culpa de la dispersión de los centros turísticos, toda la isla es un recorrido turístico gracias a la gran visión que tuvo César, pues a controlarlo ahora...una contradicción espectacular

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