Hace años que el centro comercial Arrecife, de titularidad pública, no levanta cabeza. En su interior sobreviven apenas un herbolario, una tienda especializada en bebés, una peluquería, un centro de estética y un bar. Todo lo demás está cerrado.

Hay carteles que anuncian obras de mejora, que no existen, y otros que ofrecen el espacio para abrir un negocio más. También hay un espacio para la gerencia, pero los días pasados estaba de vacaciones.

En el interior, los encargados de los locales desconocen si hay planes de futuro y cuáles son. Señalan la inminente visita de un responsable de Madrid y poco más.

Mercasa volvió a asumir la gestión del centro comercial de forma directa después de dos años de gestión de la empresa Gentalia, que intentó reflotarlo, sin éxito, atrayendo a alguna firma conocida.

En febrero del año pasado, desde Madrid señalaban a Diario de Lanzarote, respecto al futuro del centro, que “no hay nada concreto pero se está cerrando un plan de relanzamiento y cambio de gestión para recuperar la actividad y estar a toda marcha en breve otra vez”. Eso fue antes de que Mercasa volviera a asumir la gestión, pero no ha cambiado nada.

Los locales de fuera del centro, entre la calle Domingo Ramírez Ferrera, Antonio Armas Curbelo y Norte, también son del centro comercial, y en ellos también se ha producido un abandono progresivo.

En diciembre del año pasado, esa finca, que da a las tres calles y tiene una docena de locales comerciales más un garaje, salió a subasta. En esa subasta aparece Mercasa como acreedor, a pesar de que en teoría ya era el propietario, o al menos así se anunció cuando se produjo el relanzamiento del centro comercial en el año 2010, con una inversión de once millones de euros.

Se trata de una subasta judicial en vía de apremio que lleva el Juzgado de primera instancia número 5 de Arrecife por un importe de poco más de tres millones de euros. La subasta concluyó sin que se presentara ninguna puja.

No se sabe nada más y Mercasa no da explicaciones de ningún tipo. En diciembre, Diario de Lanzarote contactó con Ángel Juste, director de comunicación de la empresa, que solicitó que se enviara una petición de información por escrito a través de correo electrónico. Nunca hubo respuesta.

Hace unas semanas, seis meses después, se reiteró la solicitud. El departamento de comunicación se negó a dar información por teléfono y volvió a pedir que se cursara la solicitud de información por correo.

Mercasa es una empresa pública. Pertenece a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales y al Ministerio de Agriucultura a través del Fondo Español de Garantía Agraria. La cúpula de la empresa, donde estaba Pablo González, hermano del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, está imputada en la operación Trajano, donde se investigan desvíos de fondos públicos y sobornos en Angola para obtener contratos.

En Arrecife, Mercasa adquirió los locales de la calle Domingo Ramírez Ferrera y remodeló todo el centro comercial, ampliando su superficie comercial en más de 3.000 metros cuadrados, dentro de una expansión que costó once millones de euros y que ha sido un rotundo fracaso.