La Diputación del Común se ha interesado por la situación de la sargento de Seprona en Lanzarote, Gloria Moreno. A petición de la institución, la Adjunta de igualdad de la Diputación del Común, Beatriz Barrera, se reunió con Moreno para conocer de primera mano los detalles sobre la apertura de un séptimo expediente sancionador a la sargento solo unos días antes de que se celebrara la vista oral del juicio de las pardelas en Alegranza.

Barrera señala que invitaron a la sargento a poner una queja y trasladarla al Defensor del Pueblo, ya que al ser un agente de la Guardia Civil, las competencias son estatales. Asegura Barrera que se han interesado por esta situación por si los expedientes se producen “por su condición de mujer” y añade que la Guardia Civil es una institución que le merece “mucho respeto” y en la que hay personas muy válidas que trabajan en contra de la violencia de género y que esta situación “puede ser injusta para la imagen del cuerpo”.

Afirma que si la sargento no pone la queja ante el Defensor del Pueblo, la Diputación del Común actuará de oficio solicitando una reunión con el general jefe de Canarias de la Guardia Civil para saber qué ocurre, ya que a la sargento se le han abierto siete expedientes aunque hasta ahora ninguno ha terminado de manera desfavorable.

“No solo nos preocupamos por su caso –señala Barrera- sino que lo hacemos para que no se repita un caso similar dentro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado”. “Esto es útil porque pone en valor el trabajo de otras mujeres que podrían estar en el mismo caso y que no denuncian por temor a represalias”.

Barrera señaló tras su reunión con la sargento que “ella tiene la sensación de que se le empieza a sancionar por su condición de mujer y por trabajar de otra manera a como era habitual”.

El séptimo expediente a la sargento es por una falta muy grave por la presunta “realización en el marco de una relación de servicio de actos de acoso psicológico u hostilidad”. El parte se basaba en los informes sobre tres agentes del Seprona que estaban de baja psicológica y que hacían responsable de su situación a la sargento.