ARRECIFE

La Consejería de Turismo concede 400.000 euros para restaurar el Puente de las Bolas, asolado por la carcoma

Patrimonio Histórico advirtió en 2003 de un "ataque de xilófagos, especialmente en las barandillas", pero hasta ahora no se había intervenido

Diario de Lanzarote 2 COMENTARIOS 20/12/2019 - 13:28

El Consejo de Gobierno de Canarias ha aprobado la concesión de una subvención de la Consejería de Turismo, Industria y Comercio, con cargo al proyecto de acondicionamiento, rehabilitación y mejora de la infraestructura de determinados espacios turísticos, al Cabildo de Lanzarote, por importe de 400.000 de euros.

En concreto, la subvención estará destinada a financiar la restauración del Puente de las Bolas, su camino y puente levadizo, integrado en el conjunto histórico del Castillo de San Gabriel.

El objetivo es asegurar su conservación y mantenimiento y dotarlo de iluminación que facilite el tránsito nocturno por la zona.

"Se trata, por lo tanto, de un conjunto de medidas que repercuten favorablemente en todos los usuarios de la zona, ya sean residentes o turísticos", señaló la Consejería de Turismo, dirigida por Yaiza Castilla.

Desde el departamento de Patrimonio Histórico ya se advirtió de los problemas que arrastraba la parte de madera, devorada por la carcoma, desde hace más de 15 años.

En un informe de Patrimonio Histórico, fechado en septiembre de 2003, se destacaba que el puente de madera sufría “un ataque de xilófagos, especialmente en las barandillas”. La madera ha desaparecido en ciertos tramos de la estructura del puente por la carcoma.

Comentarios

Ahora esperemos que patrimonio no ponga 5.000 trabas y papeleos innecesarios para empezar los trabajos, como siempre.
Coincido con la opinión de Anónimo. Sería deseable que los de patrimonio tomen conciencia de que los inmuebles y monumentos protegidos por la Ley de Patrimonio se deterioran con el paso de los años y la acción irresponsable de los vándalos. Su deber es facilitar las tareas de restauración y no poner trabas que sólo buscan ofrecer al ciudadano una errónea imagen de que ellos (los de patrimonio) están en sus oficinas y despachos están ahí y tienen muy justificado los sueldos que cobran (por poner trabas)

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