TRIBUNALES

La Audiencia absuelve a la sargento del Seprona de Lanzarote

La sentencia considera “lógico” que la sargento Moreno elevase, por “celo profesional”, un informe sobre supuestas filtraciones de operaciones de la Guardia Civil

Gloria Moreno (izqda.), en el juicio en la Audiencia Provincial. Foto: Sofía Menéndez.
M. Riveiro 18 COMENTARIOS 09/12/2019 - 14:19

La Audiencia Provincial de Las Palmas ha absuelto a la sargento de la Guardia Civil de Lanzarote, Gloria Moreno, que fue acusada de falsedad y calumnias por la Fiscalía y por otro agente.

La sargento Moreno encabezó la operación, en septiembre de 2015, contra la caza furtiva de pardelas en Alegranza que ha terminado con la condena contra el empresario Fernando González Berriel, su hermano Juan Carlos y otras ocho personas por un delito contra el medio ambiente.

Después de aquella operación, la sargento del Seprona puso en conocimiento de sus superiores, en noviembre de 2015, información que le había trasladado un colaborador de la Estación biológica de Doñana que desarrollaba proyectos de investigación en Alegranza, Jesús Moreno, conocido como Gualo, acerca de la presunta existencia de filtraciones desde dentro de la Guardia Civil a los furtivos.

La sentencia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial, dada a conocer este lunes, absuelve a la sargento del Seprona, después de que el juicio en su contra quedase visto para sentencia el pasado mes de octubre.

La fiscal Ramona Muñoz pidió para Moreno cuatro años de prisión por falsedad documental o una multa de 4.320 euros como petición alternativa. La acusación particular, ejercida por el guardia Miguel Ángel Padial, también mantuvo su petición de pena de seis años de cárcel por falsedad en documento público y calumnias.

Sin embargo, la Audiencia Provincial rechaza de plano todas las acusaciones en su contra. “La conclusión no puede ser más categórica y significativa, pues los hechos probados no tienen encaje” en el delito de falsedad documental “y, menos aún, en el delito de calumnias”, como pretendía Padial.

La sargento elevó el 20 de noviembre de 2015 un informe en el que hacía referencia a que había sido informada por el biólogo Jesús Moreno de que, en verano de 2013, al día siguiente de un desplazamiento de la patrulla del Seprona a la Isla, Juan Carlos González Berriel le había comentado que había sido avisado “por un guardia llamado ‘Miguel’ de la actuación que se iba a realizar por parte de la Guardia Civil”.

La sargento Moreno, tal y como reflejó en su informe, preguntó al guardia Miguel Ángel Padial si conocía personalmente a González Berriel, y éste le manifestó “que sí, que son amigos desde hace tiempo”.

Al preguntarle si le había avisado por teléfono del operativo frustrado en el verano de 2013 contra la caza ilegal, el agente le dijo que no se acordaba si le había llamado. Reconoció que “en alguna ocasión le había dicho que cualquier día se iban a llevar un susto y les iban a pillar, pero que él no le llamó para avisarle”.

“Celo profesional”

En la vista oral, la sargento afirmó que al elaborar el citado informe cumplió con su deber de poner en conocimiento de sus superiores la existencia de supuestas filtraciones desde dentro de la Guardia Civil a los furtivos que acudían a Alegranza, en el Parque Natural del Archipiélago Chinijo, a cazar pardelas.

La Audiencia Provincial recalca en su sentencia que, “tras el análisis” de las pruebas, “no resulta en modo alguno acreditada” la falsedad del informe del que era acusada la sargento por la Fiscalía y por el agente Padial.

Tras la presentación del informe se abrieron unas diligencias contra el agente Padial que han sido archivadas, si bien la Audiencia resalta que “no se debe olvidar que el sobreseimiento” es “provisional y no libre”. Por ello, hay “un resquicio, aunque sea minúsculo”, para una “futura e hipotética reapertura”.

“Es lógico pensar que, tras recibir una información algo imprecisa y confusa, la sargento, llevada por su celo profesional y por las primeras pesquisas por ella misma ejecutadas, llegó a una primera conclusión que consideró no descartable” acerca de la existencia de filtraciones a los furtivos, subraya la sentencia.

La Audiencia añade que, “por tal motivo, elaboró ese informe señalando a un compañero y subordinado como sospechoso de un mal proceder profesional, que podría incluso ser delictivo”.

Según la Audiencia, la sargento “se limitó a realizar ese informe-denuncia, con las consideraciones que estimó oportunas, y a dar traslado del mismo por la vía interna que entendió pertinente, para que luego fuese la unidad de Policía Judicial la que actuase”.

Así, la Audiencia añade que “es defendible” que la sargento, “a la vista de la información recibida” de conversaciones con el colaborador de la Estación biológica de Doñana, “hiciese una serie de deducciones y que éstas le llevasen finalmente a elaborar el informe en cuestión y ponerlo en conocimiento de la Policía Judicial”.

La versión de la sargento, “factible”

La Audiencia, que critica que el testigo “no ha sido muy preciso”, recuerda que “por su formación y trabajo es conocedora” de Alegranza y de la fauna protegida de la Isla, así como “de las personas que por distintas razones” la frecuentan y de sus “motivos” para hacerlo.

“Es también incuestionable que ha mantenido diferentes contactos con la sargento acusada, que conoce a los integrantes del grupo del Seprona” y de “quienes suelen frecuentar la Isla”, escenario de “actividades prohibidas, como lo son la pesca y caza furtiva de distintas especies animales, muchas de ellas protegidas”, añade la sentencia.

En ese contexto, detalla la Audiencia, “es factible entender la conversación mantenida entre Gualo” y la sargento del Seprona, así como que el biólogo “le facilitase alguna información destacable sobre ciertas actividades prohibidas” que se llevaban a cabo en Alegranza y su “preocupación de cómo podrían afectar a ese especial y protegido ecosistema”.

Muestra de ello, concluye la Audiencia, “es la referencia que hace a la existencia de cazadores furtivos y de la probable consecuencia de que éstos fuesen avisados y alertados antes de una actuación programada por la Guardia Civil”. A este respecto, el biólogo dice que esa situación “era conocida por los habituales de la zona, utilizando a tal fin la significativa expresión vox populi”.

El testigo también reconoció haberle dicho a la sargento del Seprona que “un tal Miguelillo avisaba a un tal Carlitos” y “no debe olvidarse”, incide la Audiencia Provincial, que a González Berriel “se le conoce por Carlos y que dentro de ese destacamento de la Guardia Civil está el veterano componente del Seprona” Miguel Ángel Padial.

Informe “justificado”

La Audiencia también ha tenido en cuenta la conversación grabada al propietario de Alegranza, Enrique Jordán, en la que reconocía que un agente del Seprona se chivaba a los furtivos de las intervenciones de la Guardia Civil.

[Noticia relacionada: El propietario de Alegranza reconoce que un agente del Seprona se ‘chivaba’ a los furtivos]

Todo ello, concluye la Audiencia, pone de relieve que resultase “justificado” que la sargento, “tras recibir esa imprecisa y escueta información, hiciese las correspondientes pesquisas y primeras deducciones para finalmente elaborar con sus apreciaciones profesionales el informe”. “No existe base probatoria”, subraya la Audiencia, de que haya una “discrepancia” entre “la realidad y lo descrito” en el citado informe.

Además, la Audiencia Provincial apunta que dos días antes de que la sargento emitiese el informe sobre lo que le habían trasladado acerca de los supuestos chivatazos, se reunió con el entonces teniente del Seprona, hoy capitán, Germán García. En aquella reunión, la sargentó le expuso “la información que había recibido, las pesquisas realizadas y deducciones efectuadas”.

Sobre la emisión del informe, la sentencia destaca que “el quehacer de la sargento en todo caso puede encontrar acomodo” en el régimen disciplinario de la Guardia Civil, que estipula que cualquier miembro del Instituto Armado que observe hechos que pudieran constituir faltas imputables a compañeros deberá formular un parte detallando los hechos.

La Audiencia también subraya que la actuación de la sargento tiene cabida dentro de la directiva europea que protege a los denunciantes y añade que no se puede considerar que su informe fuese “malintencionado”, “frívolo” o “abusivo”, ni tampoco regida “por la mala fe”.

Comentarios

Estaba claro y gracias a la gran defensa letrada como de aquellos de una visión limpia (pues mira que los acusadores lo enmarañaron) supieron transmitir y deshacer lo enrredsdo en que ya estaba la madeja. Felicidades Gloria. Una heroína como tu se merece el apollo que has tenido y aun mas. Gracias por tu trabajo. Ojalá un dia pueda darte un abrazo.
Felicidades para la sargento Gloria Moreno por su labor en el Seprona de Lanzarote, por su resistencia a convertirse en un guardia corrupto más, y por su resistente cía a las represalias abusivas y cobardes de sus superiores, y sobre todo, felicidades para toda la sociedad canaria, que no tiene porque aguantar que las islas sean un cortijo de gente antidemocratica y fascistoide.
Habrá podido ganar una de sus guerras pero falta varias batallas, no corras mucho ni saltes mucho, que Torres más altas cayeron. Ella sabe sabe sabe sabe
Hola soy Edu, Feliz Navidad¡¡¡ ja,ja, ja
Enhorabuena Gloria. La verdad, nos hace libres.
Una nueva victoria de la sargento Gloria Moreno, que prueba que todo lo que le ha estado cayendo encima son represalias por haberse enfrentado al caciquismo y amiguismo existente en esta isla. Suma y sigue. Solo espero que cuando se libre de todos esos lastres que han intentado pornerle para impedir su labor, la sargento opte por quedarse y continuar su trabajo en Lanzarote.
Y ¿No van a publicar el texto íntegro de la sentencia?. A muchas nos gustaría ver publicada la fuente de la información, y no un artículo con textos entresacados y entrecomillados. Si quieren informar, publiquen la sentencia.
Ay ,como que enhorabuena, no tardarán en desenmascararla, a la larga todo se sabe. Y mucho tiene
Pues si Portuel ella sabe sabe sabe, cae antes un mentiroso que un cojo
Gracias Gloria. Fuera con el furtivismo. Por la conservación de las especies. Gracias por tu valor
A los que la defienden como se nota que no la conocéis
Lo que no entiendo es como la fiscal pide o 4 años o 4.000€, muy dispar ambas penas solicitadas.
Ana cómo veo que la conoces bien, dile que cuente sus tramas que no es trigo limpio, pero bueno eso tú ya lo sabes, tiempoooooo, que le queda mucho que contar no?
Porqué no publican todos los comentarios
Felicidades a la Sargento Moreno y al equipo de letrados que han llevado (y lleva) su caso. Es una inyección de ánimos que necesitaba esta suboficial, siempre celosa en el cumplimiento del deber.
mafia a la carcel yaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
FELICIDADES GLORIA!! POR LO QUE HAS LOGRADO.
DemasiadoS votos de caza en España. Y lo poco protegido van y hacen caza furtiva. Valiente está sargento. Animo estamos contigo, sigue así !!!

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