El folclore de Canarias pierde a uno de sus grandes referentes con la muerte de Antonio Corujo (San Bartolomé, 1933), Hijo Predilecto de Lanzarote, quien a lo largo de su vida se convirtió en figura esencial de la música popular del archipiélago.

Criado en el entorno musical de su familia y en la barbería de su padre, donde se reunían coplas y versos, Corujo destacó por su capacidad para transmitir y rescatar la tradición oral de la isla.

Además, fue uno de los principales divulgadores de la obra del poeta popular Víctor Fernández Gopar, El Salinero, cuya recuperación impulsó en colegios y escenarios de Canarias.

De familia estrechamente vinculada al folclore —su abuelo y su padre fueron figuras relevantes en los Ranchos de Pascua y en la Agrupación Folclórica Ajei—, Corujo formó parte también de la Parranda de Los Buches y compartió escenarios con algunos de los principales músicos del archipiélago.

Su trayectoria artística se extendió a decenas de países, siempre con la identidad cultural de Lanzarote como bandera.

Además de su faceta artística, ejerció durante décadas como barbero en Arrecife, primero en la calle Real y luego en el callejón Artillero Luis Tresguerras, donde su barbería fue también un punto de encuentro cultural.

Reconocido con la distinción de Hijo Predilecto de Lanzarote, Corujo fue protagonista de numerosos homenajes y colaboraciones, entre ellas el espectáculo Universo Colorao junto a Domingo Rodríguez, El Colorao.

Su voz y su estilo inconfundible marcaron a varias generaciones de músicos y amantes del folclore.