ECONOMÍA

El temido declive turístico de Lanzarote

La incertidumbre planea en torno al sector, que afronta pérdidas de hasta un 80%

Fotos: Adriel Perdomo.
María José Lahora 8 COMENTARIOS 22/10/2020 - 07:18

El sector turístico de la Isla está sufriendo la peor crisis que se recuerda desde que el turismo se convirtiera en su motor económico. La imagen de playas y avenidas vacías en los núcleos turísticos es fiel reflejo de la situación. Los empresarios que aún mantienen sus negocios abiertos subsisten a duras penas con la esperanza en el pronto regreso de los viajeros extranjeros, segmento del que depende buena parte de la restauración y el comercio de Lanzarote. Los más pesimistas creen que tendrán que echar el cierre, mientras otros no tienen visos de recuperar el mercado turístico hasta el verano del próximo año.

En el núcleo turístico de Costa Teguise, el taxista Miguel Masías, con 15 años al frente de su vehículo en la zona, expone la situación que atraviesa el sector del taxi: “En julio tuvimos una ligera esperanza de que podríamos sobrellevar la crisis conforme fueron abrieron los hoteles, pero, a medida que han ido transcurrido las semanas, la situación ha ido empeorando. Sólo permanecen abiertos cuatro hoteles en la zona. Esto no se había visto nunca, ni siquiera en la otra crisis de 2008”.

Los taxistas han tenido que establecer turnos para que to dos puedan mantener la actividad, aunque al 50 por ciento. De lo contrario, los autónomos tendrían que haber entregado las licencias. Se rotan entre días pares e impares para que a diario la mitad de la flota de 39 vehículos del municipio pueda realizar su servicio. La clientela actual es principalmente residente, la que, en definitiva, les garantiza el ingreso diario frente a la ausencia de una clientela extranjera.

“No solemos estar todas las horas y, si hay suerte, se puede hacer una caja parecida a la del año anterior, pero con el inconveniente de que al día siguiente ya sabes que no vas a trabajar”, explica el taxista en relación al descenso de la facturación y la aplicación de los nuevos turnos de trabajo.

Miguel confía en que el nivel de incidencia del virus disminuya y recuerda que en la actividad mantienen unas estrictas medidas sanitarias para garantizar un viaje seguro. Frente a la preocupación con la que realizaban los servicios mínimos durante el estado de alarma, ahora dicen que desempeñan el trabajo sabiendo que están “más seguros”.

En el Paseo de las Cucharas, los negocios que han decidido mantener sus puertas abiertas comienzan a montar la terraza: Gilles Weber, al frente del restaurante Fuel Stop desde hace 16 años, relata cómo están viviendo en la zona la mayor crisis turística de la historia de Costa Teguise. “Tras cuatro meses de confinamiento, fuimos los primeros en abrir en este paseo sin prácticamente turismo, a principios de julio. Cuatro trabajadores se encuentran aún en ERTE y posiblemente tengan que permanecer en esa situación”.

“Ahora tenemos menos turismo que cuando abrimos. Estamos facturando un 15 o 20 por ciento de las ventas del año pasado, es decir, que el negocio ha caído un 80 por ciento, pero los gastos son los mismos”, comenta el empresario, que espera mayor comprensión por parte de los propietarios del local en el que se asienta el establecimiento, que, al residir en la Península, no son conscientes de la realidad del sector turístico en la Isla. Durante el confinamiento consiguió que le rebajasen el arrendamiento, pero continúa siendo tarea difícil sostener la empresa con todos los costes añadidos y una clientela mínima.

Cierres

Gilles comenta como ejemplos del declive turístico de la Isla el cierre de otros locales e incluso de supermercados o las seis horas muertas que pasa en su negocio a la espera de que llegue el primer cliente del día. “La realidad no es comparable a nada que hayamos vivido”, señala.

Algunos empresarios han tenido que cerrar las puertas de sus establecimientos tres días a la semana

Teme por el futuro del establecimiento, una vez que se agoten los ahorros. Están intentando aguantar lo máximo posible con una readaptación de horarios y una mejora de la imagen tras las reformas realizadas durante los meses de clausura. “Sin embargo, nos falta nuestra fuente vital”, señala.

Gilles cree que no será hasta el año que viene que pueda reflotar el turismo en la Isla. “Tengo la esperanza de que para el próximo verano mejore la situación, aunque no está en nuestra mano”, concluye el empresario.

Justo al lado, Elisa recibe a un par de clientes en la tienda Walk. Trabaja para la empresa desde hace cuatro años y tras el ERTE al que estuvo sometida regresó al trabajo el 13 de agosto. “Al principio nos fue bien, pero ahora ha regresado el parón”, dice, en referencia al descenso de las ventas. “El negocio subsiste gracias a los clientes locales”, señala. También ha tenido que establecer horarios más flexibles y ahora cierran al mediodía. Elisa dice temer por el futuro de su empleo.

En la avenida Islas Canarias, Dan y Jing, madre e hija, se encuentran a la espera de clientes en el bazar Lanzarote Shop. La familia se arriesgó a emprender su primer negocio en el peor año turístico de la Isla. Dicen que no pueden comparar este verano con otros años, dado que ha sido su primer estío al frente del negocio, pero que, de todas formas, “las ganancias han sido escasas”.

Justo enfrente, en el bar The Boat Yard, Elaine se encarga de concluir el montaje de la terraza en uno de los cuatro días que ahora abre el establecimiento, dedicado principalmente al turismo extranjero y que da empleo a cinco personas. Elaine lleva trabajando en el bar desde hace cuatro años y asegura que el verano ha sido “muy malo”, después de que reabrieran el negocio en julio. Han decidido mantener el negocio abierto en horario ininterrumpido en las jornadas de apertura, aunque los propietarios se han visto obligados a cerrar las puertas del establecimiento tres días a la semana. Tanto ella como su marido trabajan en la actualidad sólo diez horas semanales. La trabajadora teme por el cierre del negocio, de continuar la situación como hasta ahora.

Puerto del Carmen

En Puerto del Carmen, una playa desierta da la bienvenida a los escasos paseantes de la antaño concurrida avenida de las Playas. Relevantes comercios mantienen sus puertas cerradas a la espera de que los turoperadores retomen su operatividad y vuelvan a llenar sus aviones y establecimientos hoteleros de turistas extranjeros. Mientras tanto, ajenas al desplome turístico, las obras del futuro centro comercial La Perla siguen adelante.

Gilles Weber: “Tengo la esperanza de que para el próximo verano mejore la situación, aunque no está en nuestra mano”

En el Varadero, centro neurálgico para el turismo tiñosero, apenas dos restaurantes mantienen sus puertas abiertas. No están en mejores condiciones las empresas de actividades de ocio que ofertan excursiones. Las que permanecen activas comentan las dificultades para que el negocio siga siendo rentable. Raquel y Mari Carmen, de Lanzarote Sea Tour, dicen que mantienen la actividad de los barcos, pero con escasos clientes. Por la mañana zarparon con tan sólo cuatro ocupantes a bordo, cuando lo habitual es una veintena.

“No se puede echar el cierre. Hay que ofrecer alguna actividad al poco turismo que llega”, comentan las trabajadoras, que hablan de establecimientos hoteleros con tan solo un cinco por ciento de ocupación. El turismo nacional y regional es el que ha mantenido a flote la empresa, que ha disfrutado de un verano “bueno” para el momento crítico que se está padeciendo en la Isla.

La joven plantilla de Deep Team, centro de buceo asentado en el Varadero, comenta que reabrieron en el mes de julio con expectativas de que iba a ser un verano flojo y que después salieron adelante bastantes más reservas de las esperadas. Sin embargo, conforme avanzaba el mes de agosto se fueron anunciando las restricciones de los principales países emisores de turistas y comenzó a descender la demanda de servicios en los núcleos turísticos. Ahora están a “verlas venir”, según señalan los instructores María José e Iñigo, que junto al patrón trabajan de lunes a sábado en el puerto tiñosero.

Explican, además, que es importante mantener la actividad para ofrecer alternativas de ocio al turista que pueda ir llegando. La ventaja de esta empresa, a juicio de sus trabajadores, es la limitada plantilla con la que cuenta y que le permite mantener la operatividad con un menor coste.

En la zona de restauración del Varadero, Said, del restaurante Sal y Pimienta, comenta que este verano disfrutaron de al menos un mes óptimo, concretamente desde el 20 de julio, que volvieron a abrir sus puertas, hasta el 23 de agosto, fecha en la que el descenso del turismo fue ya notable, con una bajada de la facturación de hasta el 60 por ciento. Aunque han contado con la afluencia de clientela nacional, el establecimiento depende en gran medida del visitante extranjero y ahora las ganancias no alcanzan al 10 por ciento.

Los negocios que siguen abiertos subsisten a duras penas con la esperanza en el regreso de los viajeros extranjeros

Confía en que el turismo internacional se reactive durante el mes de octubre. Mientras aterrizan los ansiados clientes, el restaurante ha tenido que establecer nuevos horarios con turno de mañana y noche y cierra dos días a la semana. También han tenido que reajustar la plantilla y ahora solo permanecen activos por turno dos personas, una en sala y otra en cocina, para atender a los escasos clientes que ocupan sus mesas.

A su vecino de Bodegón El Sardinero no le ha ido mejor. La facturación ha descendido en un 80 por ciento y la plantilla se ha reducido a la mitad. “No hay turismo”, comenta Roberto Carlos García, que regenta el negocio familiar desde hace un año y medio. Anteriormente, había estado en manos de sus hermanos y, ahora, que le tocaba a él llevarlo adelante, la situación no es la más propicia.

Aun así, se describe como “un pequeño empresario con ilusión” y dice que seguirá al pie del cañón con la confianza puesta en que el balance de octubre sea algo mejor que el de septiembre. Para afrontarlo cuenta con la ayuda de otro vecino de restauración que le ha prestado la terraza, tras cerrar el local a la espera de tiempos mejores.

“Un local como este no se mantiene con tres mesas”, explica el empresario. “He tenido que poner dinero de mi bolsillo para sacar adelante el negocio”, añade. Alude a los altos precios del alquiler de los locales en la zona y los otros gastos que supone mantener el establecimiento al servicio del turismo.

Como ejemplo, comenta el caso de uno de sus hermanos que, con otro restaurante en la zona, ha tenido que echar el cierre y aun así tiene que hacer frente a 9.000 euros de impuestos. “Si descendiera el alquiler, a lo mejor habría más locales abiertos”, concluye el restaurador.

Comentarios

Y los de yudaya a todo trapo haciendo el megamamotreto en playa blanca... es de coña.
Sigan construyendo hoteles que dan trabajo, dicen. Ignornates. Han destruido Lanzarote. ¿Se acuerdan del video donde Manrique se quejaba de la especulación y del *taponazo* que nos ibamos a llevar si no se parsaa la construcción turística?. AQUI LO TIENEN - parece que llegó antes de lo esperado.
Es el paraiso para la Fundación. Ahora con la fundación, los centros del cabildo y poco más mantendremos el bienestar de los conejeros y conejeras y además tendremos recursos para pagar solos el muelles de cruceros y pasar de los canariones .
La farsa del siglo. No sé diferencia entre muertes por y muertes con covid, y a día de hoy no importa la ratio de muertes solamente el conteo de supuestos casos en la mayoría asintomáticos. Quien cojones va a querer venir de vacaciones cuando te obligan a usar mascarilla en la calle. Manrique tuvo razón. [...]
No hay de que preocuparse,San Pablo Iglesias te da la paga de 1.500 Eurazos al mes.Por fin los empresarios opresores y los ricos.No son tan necesarios jajjj
No trankilos, trankilos, no se alteren, tenemos llanos estupendos y volcanes súper bonitos y protegidos, vistas maravillosas, ahora nos sentamos al vorde de estas cosas Tam bonitas de las que siempre presumen y se nos quita el hambre, haber si se enteran PRAR PROGRESAR HAY QUE PRODUCIR Y VENDER NO DAR SERVICIOS POR DINERO, EL TURISMO ES DEGRADACIÓN Y ESCLAVITUD
Que noticia más falsa ....ahora que ya el gobierno alemán y el inglés aconsejan a Canarias como destino turístico. Sin peligro ustedes ponen esto...si es todo un negocio ..engañar ala gente
Baleares tiene 6 meses al año cerrados los hoteles, bares y demás oferta turística complementaria. Y no se ha muerto nadie...

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