La Comisión autonómica de evaluación ambiental ha autorizado un parque eólico en las inmediaciones de Las Caletas, entre Arrecife y Costa Teguise. Se trataría del primer parque eólico impulsado por promotores privados en Lanzarote que obtiene el visto bueno para instalarse en la Isla en los últimos años.

En la última década, en la Isla solo se ha desarrollado a gran escala la energía renovable a través de la iniciativa pública: la repotenciación con 10 aerogeneradores de Los Valles, explotado por Eólicas de Lanzarote, cuyo accionista mayoritario es Inalsa, pasando por los aerogeneradores instalados en la central de desalación o en el jable de Teguise, del Consorcio del Agua.

Otros proyectos privados han contado con rechazo institucional: hace casi tres años el Cabildo y el Ayuntamiento de Tías se opusieron a sendos parques eólicos de la empresa Satocan en Mácher y Puerto del Carmen, y hace cinco años el Gobierno regional frenó otro parque de Iberdrola con el argumento de su impacto en el paisaje, por su cercanía al Risco de Famara.

Con respecto al parque eólico que ha obtenido ahora el plácet del Gobierno de Canarias, el órgano ambiental que depende de la comunidad autónoma aprobó el pasado 3 de diciembre la declaración de impacto ambiental de los aerogeneradores, que se ubicarían en una parcela que da a la prolongación de la Avenida de Las Palmeras hacia la capital lanzaroteña.

El parque eólico, denominado ‘Vista Mar’, estaría compuesto por dos aerogeneradores, ambos de la marca Enercon: uno de ellos, de cuatro megavatios de potencia, tendría una altura de 150 metros, mientras que el otro, de dos megavatios, sería de 136 metros de altura.

El proyecto está promovido por la empresa Renovertis, una sociedad radicada en Telde (Gran Canaria). Para desarrollar el parque eólico se utilizará, principalmente, unos 14.000 metros de una parcela propiedad de Bankia, y se instalará una línea de evacuación de 574 metros hasta la subestación eléctrica de Punta Grande.

En la documentación a la que ha tenido acceso Diario de Lanzarote se especifica que la ubicación del proyecto sufrió un cambio, al hallarse cuatro elementos etnográficos en una investigación del área elegida, efectuada por la empresa especializada Tibicena.

Así, en el proyecto del parque eólico se cambió la posición de los aerogeneradores, el centro de entrega y el trazado de las líneas evacuación internas del parque.

Parcela que sería expropiada para el parque eólico.

El riesgo de la “barrera de aspas”

Por su parte, el departamento de Medio Ambiente del Cabildo destacó la presencia en la zona de siete especies de aves protegidas, algunas de ellas catalogadas ‘en peligro de extinción’ y otras con la categoría de ‘vulnerable’.

Entre los peligros se resaltó la posibilidad de que la cercanía a los aerogeneradores que ya existen en la central de desalación de Punta de los Vientos puede crear una “barrera de aspas” y generar un punto “negro” para el paso de las aves.

Tres de los 15 condicionantes con los que ha sido aprobada la declaración de impacto ambiental del parque eólico por parte del Gobierno de Canarias están relacionados con las aves. Así, antes del inicio de las obras el promotor deberá presentar un estudio de avifauna “que abarque un ciclo anual completo”.

Además, antes de la entrada en funcionamiento del parque eólico “se deberán implementar medidas anticolisión de aves”, como “pegatinas o reflectores que hagan más visibles las palas de los aerogeneradores o bien el pintado de los extremos” de color rojo.

Una vez que entre en funcionamiento el parque eólico “se realizará un estudio de seguimiento de las colisiones de aves y murciélagos con los dos aerogeneradores del parque eólico”, así como de la torre meteorológica que se instalará, vinculada al mismo.

7,6 millones de inversión

La empresa Renovertis presupuestó en unos 7,6 millones de euros la inversión necesaria para desarrollar el parque eólico, que se materializaría a través de dos aerogeneradores de la marca Enercon: un modelo E-138, el de cuatro megavatios, y el E-103.