El catedrático emérito de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Zaragoza, uno de los grandes expertos del país en los costes ocultos de la economía, participa en una conferencia de la FCM

El experto Antonio Valero, en Lanzarote: "Todas la materias primas del planeta van a subir de precio"
El catedrático emérito de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Zaragoza, uno de los grandes expertos del país en los costes ocultos de la economía, participa en una conferencia de la FCM
"Todas la materias primas del planeta vana subir de precio", es el diagnóstico que ha planteado en la Fundación César Manrique el catedrático emérito de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Zaragoza, Antonio Valero, uno de los grandes expertos del país en los costes ocultos de la economía.
Desde hace más de 40 años, Valero estudia cómo integrar la termodinámica en la economía. Ahora, trabaja junto a un comité internacional elaborar una metodología para calcular el coste de la irreversibilidad de todas las materias primas, que sería útil para dar a la economía una alternativa a través de la termodinámica.
"No podemos seguir así, al menos debemos saber lo que nos ha costado, lo que le ha costado la naturaleza generarlo", ha señalado durante su conferencia en Lanzarote.
Respecto a los minerales, cuanto más se sacan, más energía se necesita para extraerlos. Cuanto más se avance en su extracción, más caros serán, ha advertido, antes de remarcar que los recursos que primero se van a gastar en el planeta son los suelos fértiles.
Ha explicado que, puesto que todos los recursos naturales se degradan irreversiblemente, la escasez de los recursos establece el límite a la supervivencia de la humanidad, ya que el reciclaje nunca puede ser completo y los recursos acabarán agotándose en algún momento.
Por otra parte, la economía se basa en la escasez, "así que la naturaleza se va a poner cara", ha señalado. "La termodinámica tiene mensajes", ha añadido, así que hay que combinarla con la economía.
A su juicio, lo que sí se puede hacer es gestionar el planeta, tanto sus recursos biológicos como geológicos. Y la termodinámica no solo tiene mensajes, sino que pone números, ya que la escasez se puede medir por parte de la física, no por parte de la economía.
La exergía, la energía máxima de un sistema que se puede transformar en trabajo útil, permite valorar físicamente las cosas, no solo económicamente, ha explicado.
La degradación de la energía la podemos llamar irreversibilidad, así que si medimos la exergía, estaremos midiendo la irreversibilidad de las cosas. Se convierte en algo cuantificable y se mide en kilovatios hora, ha detallado.
Esa herramienta de coste tiene sentido con respecto a la economía. ¿Cuánta cantidad de energía o de exergía necesitamos para obtener unos recursos, para cualquier materia prima? ¿Qué impacto generamos sobre el Planeta?
Si lo cuantificamos, tendríamos el coste para cada materia prima y sabríamos el coste para la naturaleza expresado en kWh, es decir, el impacto integral sobre la naturaleza, ha indicado Valero.
¿Qué podríamos hacer con estos costes físicos? Podríamos eliminar irreversibilidades o retrasar la degradación.
Valero escribió junto a su hija Alicia el libro 'Thanatia, límites materiales de la transición energética', que habla de un planeta exhausto en el que no habrá nada. El destino del planeta es la escasez: no habrá recursos, ni minas, ni agua dulce, ni fósiles.
Será la muerte de la Tierra. "Estamos condenados, pero tenemos que garantizar que haya muchas generaciones con buena vida", defiende Valero.
En una fábrica, una parte del beneficio va destinado a amortizar al maquinaria, pero ¿quién amortiza la naturaleza?
Renovable "no tan renovables"
Las renovables son mejores que las energías fósiles pero "no son tan renovables", porque también producen CO2. Además, los teléfonos móviles tienen 31 elementos químicos y duran tres años. Son imposibles de reciclar. Y los coches eléctricos tienen 55. "Somos una sociedad de usar y tirar", ha señalado.
La deuda de las personas del planeta es de 300 billones de euros, "lo que nos debemos unos a otros". ¿Y dónde está ahí la naturaleza?, se pregunta Valero. No hay diálogo entre la naturaleza y el ser humano.
"Estamos esclavizando a la naturaleza porque se deja, pero hay que gestionarla". ¿Cuánta naturaleza nos hemos hipotecado de esos 300 billones? Por eso, hay que vincular la ética a la economía, porque el PIB no distingue lo bueno de lo malo, sentencia.
















Comentarios
1 ACMdMINA Lun, 22/09/2025 - 18:25
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