-¿Domicilio?

-Ponga Puerto del Carmen

-Pero ¿en qué calle?

-Es que no tengo domicilio.

Este fue el primer caso que atendieron en la oficina improvisada que ha abierto Lanzarote en Pie-Sí Podemos en la calle La Rosa, en Valterra (Arrecife), para ayudar a tramitar el Ingreso Mínimo Vital de un señor que duerme en la playa, en Puerto del Carmen.

Después de él han pasado ya otras cincuenta personas en solo dos semanas. Ya hay 200 citas fijadas para el mes de julio y unas 500 personas han hecho alguna consulta al WhatsApp que han habilitado para pedir cita (672 692 296). Atienden militantes y voluntarios dos días a la semana, martes y miércoles, pero necesitan más voluntarios y más ordenadores.

El trámite se hace online pero “el problema es que la brecha digital es mucho mayor de lo que nos pensamos”, dice Leandro Delgado, concejal en Arrecife. “Hay gente que no es que no tenga ordenador o conexión, es que no es capaz de entender lo que se le pide”. Y hay un problema añadido. Se necesita certificado de empadronamiento o certificado de la Policía Nacional para el caso de extranjeros. Una señora ha enviado un pantallazo con 124 llamadas perdidas, en un día, al teléfono de la comisaría y otras personas no consiguen el certificado en Arrecife en menos de una semana.

“Hay cierta vergüenza porque hay gente que nunca ha necesitado una ayuda así, pero con el orgullo no se come”

En el Ayuntamiento hay que pedir cita. Hasta el fin del estado de alarma se hacía por correo electrónico, pero no se cobraba la tasa. Ahora se cobra y se retrasa el servicio. También se puede hacer a través de Internet si se dispone de certificado electrónico, pero “te piden la versión que coincide con tu navegador o, si no, instalarse algo que es imposible de entender”, señala Delgado.

A este servicio de tramitación llegan personas de toda la Isla. El primer miércoles de julio estaba el concejal de Yaiza, Ramiro Muñoz, para ver el funcionamiento y sopesar si puede instalar el mismo servicio en el sur. A esta oficina les han derivado personas desde los propios departamentos de atención social, desde El Cribo o incluso desde la oficina de la Seguridad Social.

“A la gente le dicen que vengan aquí”, señala Leticia Padilla, también concejal, que pide que se habiliten espacios y locales en los barrios, como los centros socioculturales, para la tramitación, con un ordenador, acceso a Internet, lector de DNI y alguien que haga el trámite.

La crisis

La pandemia ha agravado la situación económica de buena parte de la población, pero antes ya no era buena. El año pasado, en Lanzarote, según la encuesta sobre ingresos y condiciones de vida en los hogares canarios, más de 5.000 personas se encontraban en situación de pobreza severa, con menos de 292 euros disponibles al mes. Hoy esa cifra ha aumentado considerablemente.

La llamada “pobreza moderada”, que es la que sufren personas con ingresos menores de 583 euros al mes, afectaba a más de 22.000 personas y más de 7.000 hogares, más del 18 por ciento de la población, el doble que en el año 2001.

No hay perfil homogéneo del demandante del Ingreso Mínimo Vital. Durante los últimos días han llegado mujeres con hijos y nietos a su cargo y sin ingresos, parejas con menores y gente que se ha quedado sin trabajo o sin empresa. “Hay cierta vergüenza porque hay gente que nunca ha necesitado una ayuda así, pero con el orgullo no se come”, dice Ramiro.

La crisis ha confirmado que “hay mucha gente al margen del sistema”, subraya Leticia Padilla

También llegó un señor de 67 años que vive de la ayuda de sus vecinos y que no puede optar al Ingreso Mínimo porque se concede a personas de entre 23 y 65 años, pero sí a una pensión no contributiva, que no sabía que le correspondía. Otras personas dan explicaciones de que ellos quieren trabajar, “porque afecta el mensaje ese de que esto es la paguita de los vagos”, añade.

La crisis ha confirmado que “hay mucha gente al margen del sistema”, subraya Padilla. Personas sin teléfono, que viven en garajes, sin información de ningún tipo, otras que cobran en negro y otras con la cuenta embargada por deudas con la Seguridad Social que necesitan un aplazamiento y no saben si puede pedir este ingreso.

También llegan parejas separadas, que es una situación que aboca al empobrecimiento a ambos, mujeres maltratadas, familias enteras en las que ningún miembro cobra ninguna prestación y nadie trabaja, que viven de la solidaridad o de hacer chapuzas, y otras que han encadenado contratos de alquiler de mes en mes, una práctica que no es legal. Otra persona envía esta duda: “Estoy empadronado en Yaiza, pero vivo en un almacén agrícola en Teguise, ¿qué tengo que poner en el padrón?”. “¿Qué le dices, si vive en un almacén?”.