El proyecto de la empresa Volcano Wake para instalar un cable esquí en el lago de La Santa tendrá que someterse al procedimiento de evaluación ambiental. Según un informe del Cabildo de Lanzarote, el proyecto “puede afectar de forma apreciable, directa o indirectamente y negativa a los objetivos de conservación de la Red Natura 2000”.

Este proyecto consiste en la instalación de una zona de esquí náutico con un circuito de cable circular de 545 metros y otro lineal de 175 más siete postes de unos diez metros de altura apoyados en el fondo del lago. En uno de los postes, sobre la lámina de agua, se colocaría un motor eléctrico.

La instalación se completa con la construcción de un edificio con servicio de terraza y vestuarios, dos pasarelas flotantes y una red de abastecimiento de energía, agua potable y saneamiento.

En el informe del Servicio insular de Medio Ambiente se concluye que, aunque el cable esquí se encuentre fuera de los límites del espacio protegido y de la Red Natura 2000, “no se puede descartar” que la actuación tenga un efecto apreciable y negativo sobre sus objetivos de conservación y, en concreto, sobre la Zona de Especial Conservación de Los Risquetes y las especies de avifauna protegidas en esa zona.

Además, señala que la normativa permite actividades deportivas que no conlleven instalaciones, que se practiquen de forma individual y sin que se origine gran afluencia de público.

El saladar de La Santa se puede ver afectado de forma negativa, ya que podría ver modificado su hábitat por la contaminación puntual de sus aguas por vertidos ocasionales, por ruidos, por una mayor presencia humana, el trasiego constante de vehículos y vertidos de escombros o basura, tanto durante su construcción como durante su funcionamiento.

Por otra parte, el Cabildo anuncia en una reciente resolución que, dentro de la tramitación de ese informe de impacto ambiental, realizará las alegaciones y observaciones oportunas.

La instalación se ubicaría en zona de dominio público marítimo terrestre, por lo que necesita también una concesión por parte de la Dirección General de Costas, una aspiración que también tiene el Ayuntamiento de Tinajo con el objetivo de explotar la zona y llevar a cabo actividades en ella.

Desde el Club La Santa consideraron, en su momento, que al ser un deporte a motor resultaría “ruidoso, peligroso y de negativo impacto visual”.