Todos los vehículos Opel ya aceptan GLP

El autogás entra en Lanzarote de la mano de Disa y Orvecame

DiariodeLanzarote.com 0 COMENTARIOS 11/05/2015 - 06:41

La estación de servicio de Costa Teguise, de Disa, se ha convertido en la primera gasolinera de la Isla que surte de gas licuado, como combustible, a los vehículos. Es la séptima estación de servicio de estas características en Canarias, después de que se abrieran tres en Gran Canaria y tres en Tenerife.

La siguiente será la que se encuentra en la LZ-2. “En España, antes de fin de año, habrá unas mil”, señala el director comercial de Orvecame, Tello Hernández, que destaca  que en Italia, que es el país donde más hay, “ya hay 3.500”.

Orvecame es uno de los concesionarios que ha apostado por la venta de vehículos que vienen de fábrica preparados para recibir este combustible. “Todos los modelos de Opel, desde el más grande al más pequeño ya están adaptados”, dice.

Esta empresa ya había vendido varios vehículos antes de que hubiera surtidores en la isla. Dos taxistas de la cooperativa de Arrecife, después de probar el vehículo durante varias semanas, también se han decidido a adquirirlos, por el ahorro que supone.

Los vehículos de autogás, o gas licuado del petróleo (GLP), son bifuel, es decir, tienen dos depósitos: uno para gasolina y el otro para gas. Arrancan con la gasolina pero con sólo apretar un botón el vehículo pasa automáticamente a consumir gas. Si uno de los dos depósitos se queda sin combustible, el coche pasa al otro. Opel integra en la fabricación del vehículo el sistema GLP, incluyendo el depósito en el portabultos, en el lugar que suele ir la rueda de repuesto.

En el mundo ya hay 21 millones de vehículos que usan este combustible, que es el carburante alternativo más utilizado. Son varias sus ventajas: el precio del combustible es aproximadamente la mitad que el de la gasolina y tiene una autonomía de casi 500 kilómetros.

No sólo tiene ventajas económicas, sino que también las tiene desde el punto de vista ecológico: no deja residuos, es un combustible limpio y por tanto no deja partículas en el motor por lo que hace que el mantenimiento del vehículo sea más barato y que se conserve en mejor estado y dure más.

El GLP también reduce los niveles de ruido a la mitad y los niveles de CO2 hasta en un 15 por ciento respecto a los de gasolina y hasta un 80 por ciento respecto al diésel. A esto hay que añadir que tiene beneficios fiscales, precisamente, por emitir menos CO2 a la atmósfera.

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