La Formación Profesional Dual aterrizó de forma parcial y tan solo en algunas formaciones a la isla de Lanzarote en la década pasada, pero es en el actual curso cuando se ha implantado de forma generalizada en todo el país. Todos los estudiantes de este tipo de enseñanza tienen acceso a formación, que no prácticas, en las empresas con un modelo novedoso en España, aunque con cierta tradición en Europa, que busca dar respuesta a la falta de personal cualificado. Se trata de un nuevo modelo educativo que afronta desafíos, pero que a su vez busca aportar grandes beneficios.

Luis Arencibia es técnico del programa FP PYME. Se trata de un programa de las cámaras de comercio de España, que se desarrolla también en Canarias de la mano de la Cámara de Lanzarote y la Cámara de Tenerife, con el objetivo de impulsar precisamente el cambio de modelo de FP tradicional a la FP Dual. El técnico señala que la Isla es “pionera” en este nuevo modelo, pues empezó en 2018, aunque explica que es en este curso cuando ya se ha pasado a modalidad dual un alto porcentaje de la formación profesional.

Arencibia indica que este cambio es una de las medidas estratégicas más importantes que se puede acometer en la comunidad autónoma. “¿Cuáles son los problemas de nuestra región? No hay mucha vuelta de hoja: la pobreza. Somos la tercera región más pobre en España y la segunda con mayor paro”, relata. También menciona la falta de mano de obra cualificada en Canarias. Un cóctel de dificultades que encuentra en la Formación Profesional Dual una posible solución: “Es imprescindible mejorar nuestro modelo de formación profesional y que haya suficiente mano de obra cualificada en profesiones técnicas”. En el caso de Lanzarote, pese al récord turístico del último año, con más de 3,4 millones de visitantes, el paro en la Isla ha seguido estando en los primeros meses de 2025 por encima de los 7.300 desempleados, el 60 por ciento sin estudios o con estudios primarios.

Arencibia: “En la FP Dual, la empresa es responsable de enseñar”

Pero ¿qué diferencia existe entre la FP tradicional y la Dual? Arencibia explica que el anterior modelo había quedado obsoleto. “Los contenidos estaban desfasados. El mundo educativo y el profesional estaban separados”, explica, al tiempo que señala que la solución se encontraba en Europa, con Alemania, Austria o Suiza como referencias, al ser países donde se tiene asumido que la responsabilidad de formar a los alumnos se encuentra repartido entre los centros educativos y las empresas. “En la FP Dual, el alumno va a la empresa y los contenidos educativos se reparten. La empresa es responsable de enseñar determinadas cuestiones a los alumnos”, dice.

Víctor Quintana, vicedirector del CIFP Zonzamas y profesor de Energías Renovables, y Paz Fernández, responsable de relación con las empresas de este mismo centro y profesora de la familia de Informática y Comunicaciones, llevan más de dos décadas en el mundo de la formación profesional y enumeran también las diferencias de este nuevo modelo de FP. “Antes, todos los ciclos eran de dos cursos con 2.000 horas de formación, 1.000 por curso, y en el último trimestre del segundo año había una formación en centros de trabajo donde los alumnos realizaban una formación práctica de 346 horas sobre los módulos que habían realizado en el centro educativo”, rememora Quintana.

Sin embargo, en el nuevo modelo, hay contenidos que “se van a trabajar directamente en la empresa”, donde se forma al alumnado sobre aspectos que no ha visto previamente en el centro. Es decir, el aprendizaje es compartido. “Con esto se consiguen muchas cosas, como que los profesores en los centros educativos se pongan las pilas, porque ya no solo dan sus clases y se olvidan de lo que pasa en el mundo real, y que las empresas se impliquen, porque si necesitan y quieren trabajadores formados tienen que asumir su responsabilidad”, explica, por su parte, Luis Arencibia.

En resumen, no se trata de poner en práctica lo que se ha visto en un libro de texto, sino aprender haciendo. “Hay que insistir en que es una formación conjunta entre el centro educativo y las empresas”, recalca Paz Fernández, quien explica que la FP no tiene asignaturas, sino módulos y el reparto del contenido entre centro y empresa se consensúa. “Se dividen los contenidos y se llega a un acuerdo sobre lo que se va a desarrollar en el centro y lo que se va a desarrollar en la empresa”, matiza Víctor Quintana. Un reparto que puede depender de los recursos que se dispongan, de la facilidad o del momento en el que se haga la formación en la empresa. Se trata, en definitiva, de un modelo “totalmente flexible, que se adapta a las circunstancias e incluso a la empresa”, opina Fernández.

En esta misma línea se expresa Carmen Martinón, vicepresidenta de la Cámara de Comercio de Lanzarote y La Graciosa. “La FP Dual permite a las empresas formar a sus trabajadores desde el inicio, adaptándolos a su cultura y necesidades específicas. Y para los estudiantes, es una oportunidad real de aprender en un entorno profesional y con una compensación económica. Es una fórmula en la que todos ganan”.

Martinón: “La FP Dual permite a las empresas formar a sus trabajadores desde el inicio”

Otro de los beneficios de la nueva FP para el alumnado es que pueden descubrir ya desde el primer curso si lo que están estudiando es su vocación, explica Víctor: “Los alumnos ya ven si les gusta o no el sector y entonces tienen posibilidad de cambiar, sin perder los dos años”. Por su parte, Paz añade que la nueva normativa se basa en una metodología psicopedagógica. “Consiste en introducir metodologías ágiles. Por ejemplo, la ley propone aprendizaje basado en retos”, explica, y pone un ejemplo: “Si tengo que colocar una instalación fotovoltaica en un colegio público que tiene determinado consumo, ¿cómo lo hacemos?”.

Transición

El actual curso, que encara su recta final, es de “transición”, pues conviven el segundo curso del plan antiguo que tiene la formación en el centro de trabajo y el primer curso de la formación profesional dual, explica el vicedirector del CIFP Zonzamas. “La convivencia de esos dos modelos ha sido el principal escollo este curso y también la adaptación del profesorado. Ha sido un año donde se ha implantado de golpe la FP en todo el Estado”, añade. “No ha sido gradual, sino que el 1 de septiembre llegamos y había que empezar a ponerlo en marcha a partir de enero, porque en el primer trimestre es obligatorio que se elaboren los contenidos de prevención de riesgo laboral”, comenta Paz.

Dentro de este nuevo modelo se incluye, además de la FP Dual, una modalidad intensiva que se planea que esté completamente instaurada en 2028. “En la FP Dual el alumno pasa del 20 al 35 por ciento del tiempo en la empresa y aprenden hasta el 20 por ciento de los contenidos”, relata el técnico de la Cámara de Comercio de Lanzarote. En la intensiva “se pasa del 35 al 50 por ciento del tiempo en la empresa, pueden estar un curso entero y se imparte en la empresa hasta el 40 por ciento de los contenidos, casi la mitad de lo que tiene que aprender”. La gran novedad de la intensiva es contar con un contrato con la empresa en la que el alumnado se forma. “Se llama contrato en formación y alternancia. Para España es una revolución, pero para Europa toda la FP dual es retribuida”, señala.

Quintana: “La convivencia de los dos modelos ha sido el principal escollo este curso”

Precisamente, uno de los mayores retos que ha traído la FP Dual ha sido conseguir suficientes empresas para que todo el alumnado tuviera un espacio donde formarse en este curso, pues si con el modelo anterior solo realizaban prácticas los de segundo año, ahora es todo el centro. Para esta complicada labor se encuentran los prospectores, que son los encargados de rastrear el tejido productivo de la provincia y ponerse en contacto con las diferentes empresas de su “familia” para que se sumen a la FP Dual. El CIFP Zonzamas cuenta con una profesora de la rama de hostelería que desempeña esta labor, Elsa Fernández. “La tarea de prospección se inició hace ya tres años, con varias horas a la semana y este año lo hacemos a jornada completa”, explica. Señala que su labor consiste en generar un banco de empresas susceptibles de acoger alumnado para estancias formativas y tratar de estrechar lazos con el sector empresarial.

Elsa realiza su labor para las islas de Lanzarote y Fuerteventura, señala que ha podido contactar con más de 100 empresas y que la respuesta ha sido bastante positiva. “Muchas de nuestras empresas ya conocían el sistema porque Lanzarote ha sido una de las islas que ha ido por delante”, apunta la docente, que destaca además que las empresas pequeñas son a las que más les cuesta esta adaptación. “Hay cierta reticencia, pero luego se dan cuenta de que lo hacen de maravilla formando al alumno y que generan cantera de profesionales de la que se pueden beneficiar”.

Fernández: “Se ha contactado con más de 100 empresas con buena respuesta”

“A todo el mundo le parece lógico”, señala Luis Arencibia. En su opinión, el espíritu de la nueva normativa es apostar por la figura del aprendiz. “Se trata de volver a introducir el modelo de forma regulada y controlada, también para preservar los derechos de todas las partes”, matiza. También insiste en que a todo el mundo les parece que es “el camino que hay que seguir”, con sectores como el hotelero “especialmente interesados”. Sin embargo, otros como el comercio presentan más dificultades, al igual que las pequeñas y medianas empresas.

La FP Dual, a partir de ahora simplemente FP, ha llegado para quedarse con retos tanto para empresas como docentes. Para Luis Arencibia es necesario asumir un cambio cultural, que la formación en las empresas sea completamente natural y esté incorporada dentro de sus tareas y obligaciones cotidianas. Para los docentes, este modelo supone involucrar al sistema productivo y “que sepan la importancia de tener un alumno en formación, no en práctica”, señala Víctor Quintana, mientras que Paz defiende que el modelo funciona y expone el País Vasco como ejemplo donde lleva 20 años realizándose. “Ellos venden su modelo de éxito. Estamos hablando de algo que está comprobado y se trata de un cambio que era necesario”, concluye.