Atención añorantes de la sombra de ojos purpurina, el tacón de aguja, la pasarela y el recogido con mucha laca: se viene visita nostálgica al pasado, enfundada en bañador, traje típico y vestido de noche. La velada, que promete alcanzar las medidas exactas de 90 de carcajadas, 60 de recuerdos compartidos y 90 de espíritu crítico, correrá a cargo del artista plástico Cristóbal Tabares, el director artístico y escénico Pedro Ayose, y la escritora Mare Cabrera. Entre bambalinas, para que todo salga perfecto -vaselina en las encías, polvos traslúcidos y la cámara a punto-, los responsables del área de Cultura del Cabildo, Pepe Betancort y Carlos Reyes. Un equipo para coronarse.

Lo explica Mare Cabrera, que ejercerá de moderadora: “A raíz de la exposición Fiesta, de Cristóbal Tabares, que se exhibió en El Almacén en 2024, surgió la posibilidad de charlar sobre los referentes que inspiraron aquella muestra con dos artistas canarios que comparten generación e interés por acercar el arte y la cultura a lo popular y hacerlo accesible para todos. Al darse la circunstancia de que se cumplen 25 años del famoso affaire de Miss Lanzarote 2000, cuando un grupo de candidatas denunció públicamente a la organización por un supuesto tongo en la elección, decidimos aprovechar la efeméride y analizar de forma distendida los polvos que nos llevaron a estos lodos”. Avanza, a modo de aperitivo, que la actividad se llevará a cabo en la sala Buñuel el 12 de agosto a las 19.30 horas con entrada libre, y que contendrá imágenes, música y conversación. “Una charla multisensorial”, concluye.

El diálogo partirá de una batería de preguntas que irá armando el esqueleto de la sesión. ¿Quiénes éramos en el 2000? ¿Qué clase de país y de isla habitábamos? ¿Hemos cambiado mucho? ¿Qué hemos aprendido de esa época? ¿Qué escuchábamos en la radio y qué veíamos en televisión? ¿Cuáles eran los escándalos políticos de entonces?

La originalidad de esta actividad reside en su inspiración ‘kitsch’

La consulta a la hemeroteca no deja lugar a la duda sobre algunos hitos esenciales. En el fin de milenio llegó a las vidas de los españoles y españolas la consolidación del euro como moneda oficial frente a las viejas pesetas, junto al primer gobierno por mayoría absoluta de José María Aznar, el recrudecimiento de la violencia de ETA y el anuncio del fin de la mili obligatoria. También comenzó la emisión televisiva del primer gran concurso de telerrealidad española, Gran Hermano, que convocaría a millones de telespectadores ante la pequeña pantalla.

Imagen de candidatas de un concurso del año 1962. Foto: Casino Club Náutico de Arrecife. Cedida por Memoria de Lanzarote.

Ritmo propio

En Lanzarote, la vida transcurría con ritmo propio, inmersa en una notable agitación política y en un desarrollo turístico que comenzaba a mostrar síntomas evidentes de agresividad y canibalismo territorial. La población alcanzó los 96.310 residentes (cruzaría la barrera de los 100.000 al año siguiente) y la llegada de pateras sacó a las calles un sentimiento xenófobo que no había aflorado anteriormente.

Pero no todo eran malas noticias: hace un cuarto de siglo, la temperatura más alta registrada en la Isla fue de 31.6 grados en agosto, muy lejos de los 42.9 grados que se alcanzarían en 2004; y la más baja, los 10.9 grados anotados en ese enero, también se correspondía con el arquetípico clima benigno de las Afortunadas.

“La cultura vive de los ‘remakes’. Necesitamos referentes que nos interpelen”

Inmersos en esa rutilante primavera de la que presumían las postales y los folletos en papel distribuidos con profusión en las ferias turísticas, los barrios de Arrecife y los municipios de la Isla organizaban sus fiestas patronales en torno a un gran acontecimiento que iba robando protagonismo a las procesiones y romerías: la gala de elección de la reina, la señorita que los representaría en el certamen insular y, por qué no soñar, en el regional y el nacional.

Los primeros concursos de belleza en Lanzarote datan de la década de los cincuenta y, en su categoría insular, pronto necesitaron espacios públicos amplios, en plazas y parques, para dar cabida al creciente público. Y de la mano de su éxito, diseñadores, organizadores, directores de gala, costureras, peluqueras especializadas, jurados, empresas patrocinadoras y candidatas subieron como la espuma. La industria de la tiara y la banda alcanzó su cénit a finales de siglo, envuelta en promesas de fama y fortuna para “las niñas” participantes. La oportunidad estaba al alcance de los dedos, a la vista del título de Miss España cosechado por la lanzaroteña Helen Lindes aquel mismo 2000, o el que obtuviera Gloria Valenciano unos años antes.

En torno a aquella atmósfera y aquellos certámenes orbita Misses, contracultura y artes populares. “En cierto modo, este proyecto habla de la ilusión, que es algo que en el mundo del arte actual se ha dejado de lado. Los concursos de belleza, más allá de los aspectos físicos, hablan de un querer ser, de deseo, y todo esto impregnado de la cultura popular. Ver una foto de la elección de la reina de las fiestas de cualquier pueblo en los años noventa es una autopsia a la sociedad de ese momento. Ver los vestidos de raso blanco, las latas de Mirinda en la mesa del jurado, nos traslada a unos tiempos donde creíamos que todo era posible, y ya solo por eso, pensamos que vale la pena analizarlos y ponerlos en valor”, relata Cristóbal Tabares.

Pero la originalidad de esta actividad no reside solo en su inspiración kitsch; también en su particular formato, que Pedro Ayose defiende con pasión: “Aunque lo llamemos charla, la idea es hablar desde un lugar rico en puntos de vista. Yo no me crie, y creo que Mare y Cristóbal tampoco, en familias que se dedicaran a profesiones culturales y que nos llevaran a ver exposiciones y conciertos cada fin de semana; y en las islas tampoco es que la variedad fuese inmensa ni accesible, en ese momento. Así que es importante que, ahora que nosotras podemos ocupar esos lugares que nuestros padres no pudieron o no se sintieron con derecho, pongamos el foco en comunicar y atraer a todos los públicos posibles, pues la diversidad de gentes a quien puede interesar aquello que uno hace es lo mejor del arte”.

Helen Lindes, Miss España 2000 con el presidente del Cabildo. Foto: Sergio Betancort/La Voz de Lanzarote. Cedida por Memoria de Lanzarote.

Los “dosmiles”

La elección del calendario tampoco es gratuita. “Ya ha pasado el tiempo prudencial para no abrir viejas heridas”-considera Cabrera- “y el suficiente para disponer de la distancia necesaria que permita hablar con perspectiva, con objetividad, con humor y con profundidad”, añade Ayose.

“Fue un momento que de primeras puede parecer absurdo, pero no es así, porque un cambio de siglo nunca puede ser absurdo. Había adolescentes construyendo su personalidad, buscando referentes e intentando sobrevivir en un momento en que nos contaron que todo iba a cambiar y a explotar, pero no sabíamos del todo qué iba a suceder”, apunta el lanzaroteño, que confiesa la necesidad de “contar lo que vivimos y no esperar a que pasen 50 años”. Y se pregunta: “¿Dónde están representadas las adolescencias de los dosmiles? ¿Dónde estamos representados esos menores que veíamos a escondidas Crónicas Marcianas? ¿Dónde está representada la cultura de los tatuajes tribales y los chats para ligar?”.

Pedro Ayose: “Aunque lo llamemos charla, la idea es hablar desde un lugar rico en puntos de vista”

Cristóbal Tabares abunda en esta misma idea y asegura que la actual sociedad está inserta en la era de la nostalgia. “La cultura vive de los remakes. Necesitamos referentes que nos interpelen directamente para sentir que formamos parte de algo. Salir de fiesta y que, cuando suenen las Spice Girls cierta generación haga la coreografía, es un síntoma inequívoco de que añoramos sentir que las cosas hablan de nosotros. Los primeros años 2000 fueron una época de romper con lo anterior, de mirar al futuro. Empiezan a consolidarse movimientos como el feminismo o las políticas LGTBIQ+, los avances tecnológicos casi están al alcance de todos... ¡sobrevivimos al fin del mundo del calendario maya y queríamos celebrarlo!”.

Y para ello, qué mejor manera que revisitar aquel mítico concurso de Miss Lanzarote 2000, que mostró a unas mujeres reclamando justicia y juego limpio, para aclarar y poner en contexto la sociedad, la política y la cultura de entonces, con sus luces y sus sombras. Porque, según Ayose, nada hay más evidente y preciso que un tongo en un concurso de belleza “para representar la luz y lo bello de un momento, y también lo asqueroso y lo corrupto, tal y como las personas somos en nuestra complejidad”.

“Para mí es importante que no nos quedemos con las primeras sensaciones y permanezcamos en la idea de que los asuntos relacionados con lo popular son frívolos, poco profundos o superficiales. Al contrario, son temas atravesados por muchas ideas y por muchas historias de vida, que añaden interés y complejidad. Claro que está el machismo y la sociedad patriarcal, pero ¿qué no está hoy marcado por eso? ”, añade.

Portada de ‘La Voz de Lanzarote’ que anunció la denuncia de tongo del certamen de belleza.

Hibridación de géneros

El trío creativo formado por Mare Cabrera, Cristóbal Tabares y Pedro Ayose, “cada una de un lugar, con un camino en marcha y desde el año 2024 conectadas por las fiestas y los concursos de belleza”, ha gestado en Misses, contracultura y artes populares una propuesta híbrida entre la reflexión y el espectáculo, que muestra la mayor libertad imperante a la hora de mezclar disciplinas, géneros y temas.

En palabras del artista tinerfeño, se ha perdido cierto miedo al purismo. “Hoy los creadores tenemos muchas formas de trasladar nuestro mensaje. Tenemos acceso a todas las fuentes a golpe de clic y a la inteligencia artificial esperando que llamemos a su puerta. Creo que hay que aprovechar las oportunidades del momento que estamos viviendo”.

Mare Cabrera: “Generar reflexión desde el humor me parece válido e incluso necesario”

Y que no falte la risa, apunta Mare Cabrera. “En una ocasión escuché decir a Pepe Dámaso durante una presentación en el CAAM que la frivolidad nos salvará. El escritor lanzaroteño Pepe Betancor, que es un puntal de este proyecto, también defiende el humor como elemento que no tiene que estar reñido con la cultura. Así que generar reflexión desde esta posición me parece válido e incluso necesario”, argumenta.

“Guiaremos un viaje en el tiempo, llevaremos al público durante un ratito al 2000 y seguro que despertamos recuerdos bloqueados. Siempre desde el humor, el respeto y el cariño a unos concursos con los que nos criamos y que aceptamos como legítimos hasta que comenzamos a plantearnos ciertas cosas. Habrá crítica desde el conocimiento y el fundamento adquirido con los años. Porque el fundamento hay que trabajarlo”, sonríe.

Dice que está “como niña con zapatos nuevos”. “Me siento afortunada de poder compartir espacio para la creación con dos artistas que pueden desarrollar su actividad desde Canarias. Que no tienen que trabajar obligatoriamente fuera de las islas, aunque también lo hagan, y que son profetas en su tierra”.

Quién es quién

Pedro Ayose es natural de Lanzarote. Estudió Educación Infantil en la Universidad de La Laguna y más tarde decidió mudarse a Madrid y empezar a estudiar teatro, primero con cursos y luego en los Estudios de Juan Carlos Corazza. Crea y dirige ¿Qué sabes tú de mis tristezas? junto a Ariadne Serrano y Ana Rujas. También es autor de César, batalla y fuego, una pieza escénica para conmemorar el aniversario de César Manrique. Ha dirigido junto a Jose Martret La otra bestia, que se estrenó en Nave10, del Matadero de Madrid, la temporada 2024-25 y el cortometraje documental Confecciones Saavedra. Es creador del laboratorio artístico Teleclub Lanzarote.

Cristóbal Tabares (Arafo, 1984) es licenciado en Bellas Artes y Máster en Arte, Territorio y Paisaje por la Universidad de La Laguna. Seleccionado para el II Encontro de Artistas Novos en la Ciudad de la Cultura de Galicia y en I Encuentro de Artistas nuevos de Castilla y León. Recibió el primer Premio en la Bienal de Pintura de Padru (Cerdeña), el Premio Nacional de Pintura Enrique Lite, y el Premio Museo Arte Contemporáneo de Gas Natural Fenosa en la feria Cuarto Público (Santiago de Compostela). Ha participado en numerosas exposiciones colectivas y protagonizado otras muchas individuales. Actualmente trabaja para la Fresh Gallery (Madrid). Su últimas muestras han sido Dientes Dientes, en 2019; Muyayo, en la Casa de los Coroneles, (Fuerteventura); Rojo sobre Rojo, en el centro Cabrera Pinto de la Laguna; El Lago de los cisnes, en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, y Fiesta, en el CIC El Almacén, de Lanzarote.

Finalmente, Mare Cabrera es escritora de Lanzarote, titulada en Magisterio en Educación Especial. Reside y trabaja como docente en la Isla. Se inició en los procesos de escritura con artículos de opinión y reseñas en diferentes periódicos locales. En 2020 publica Mujeres con el Servicio de Publicaciones del Cabildo de Lanzarote, novela en la que muestra un rico imaginarios sobre unos tiempos y unos modos de vida que hablan de la intrahistoria menuda de hombres y mujeres ligados a la tierra y al trabajo escrito en los márgenes. Actualmente está vinculada al ámbito cultural de la Isla como ponente y moderadora en jornadas literarias como Voces de Mararía, Ausencias poéticas y Letras Aisladas.