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Cucarachas de compañía: “Ahora hay más que hace dos años”

Las redes sociales alojan cientos de comentarios de turistas sobre cucarachas en Lanzarote. Hay varios factores que explican estos desagradables encuentros

Saúl García 11 COMENTARIOS 04/07/2023 - 07:07

Aunque el grado de rechazo es variado y fluctúa entre la indiferencia y el pánico, en Lanzarote uno se puede encontrar, sin mayor problema, con cinco tipos distintos de cucarachas. Casi siempre, sobra decirlo, en lugares inadecuados. Una de estas especies es autóctona, y está siendo, o ha sido, desplazada de las ciudades a zonas silvestres. Es la dziriblatta lindbergi, una auténtica cuca de campo que pasa desapercibida.

Las otras son más famosas. De hecho, se extienden por todo el mundo y tienen aficiones de cucarachas cosmopolitas. Les gusta alojarse en hoteles, salir a pasear o ir a un restaurante. Viven junto a nosotros y están por todas partes. “Si son especies con éxito en el mundo es porque tienen gran capacidad de resistencia”, dice el entomólogo y profesor de la Universidad de La Laguna, Pedro Oromí.

Hablamos de la blattlella germanica, también conocida como cucaracha rubia o cucaracha del café, por su afición al calorcito de las cafeteras de los bares. Es más pequeña que las típicas cucas de alcantarilla, la periplaneta americana o la periplaneta australiae, cuyos nombres delatan sus orígenes y se las conoce vulgarmente como chopas. Y después está la famosa cuca volona, la riparodia maderae, gris moteada y cada vez menos común.

Las cucarachas son muy nombradas, y renombradas, en Lanzarote. Una pequeña búsqueda en Google uniendo estos dos conceptos arroja una lista interminable. Con las reseñas de la web TripAdvisor se podría escribir un libro. Un poco monótono, eso sí, pero como tantos otros. Veamos algunos ejemplos de reconocimiento a este insecto. Las hay concisas, como esta de unos huéspedes de un hotel de Playa Blanca: “Las habitaciones en cuanto a limpieza dejan que desear, las cucarachas típicas de la isla”.

Y las hay con más literatura, como esta de unos turistas en Costa Teguise: “Nuestro mayor inconveniente es la aparición de cucarachas en la habitación. Nada más llegar encontramos una que estaba muerta debajo de la mesilla, nos quejamos y nos ofrecieron cambiarnos de habitación pero pensando que era algo puntual decidimos quedarnos en ella. La tercera noche me despertó una cucaracha viva que recorría mi cuerpo..., cuando fuimos a recepción a solicitar el cambio de habitación nos encontramos por los pasillos varias cucarachas. A partir de esa noche fue imposible estar cómodas a pesar de que el personal hizo todo lo posible”.

La mayoría de los hoteles tiene reseñas de este tipo: 57, 25, 24, 18 menciones... Pocos se libran. Las hay más alarmistas: “Cucarachas más que clientes, tienes que elegir entre que te devoren o cerrar y morir de calor”. Y las que optan por el thriller: “Nuestro problema fue, nada más llegar la primera noche, dos cucarachas en las cortinas. Tras librarnos de ellas con la colaboración del recepcionista fuimos a dormir pensando que habían venido de fuera. Tras unos días tranquilos encontramos otras dos muertas, una donde la basura y otra debajo del mueble del salón, pero a los dos minutos, otra corriendo por el pasillo”.

Les resumo porque la historia sigue: al final encontró el nido detrás de la nevera. Pero también los hay más comprensivos: “Veo que hay mucha gente que comenta el tema de las cucarachas. Son apartamentos que son casitas a ras de suelo. Están rodeados de jardines y evidentemente pueden entrar, ¡no creo que esto sea culpa de los apartamentos ni mucho menos!”. O quizá sea el jefe infiltrado.

Después está el capítulo de la comida. Más visceral: “Nos encontramos una cucaracha corriendo por encima del pan del buffet en el desayuno, avisé a un camarero y me dijo que era normal ya que habían fumigado el día anterior y salían aturdidas”. Las que van al grano: “La tortilla es de las mejores de la Isla, pero el sitio está asquerosamente lleno de cucarachas”.

O estas otras: “El primer día estuve a punto de comerme una cucaracha en la ensalada, y cuando lo comuniqué a la camarera le pareció normal. Fuimos a cenar y nos aparece una mini cucaracha en la ensalada caminando libremente por el plato y otra más pequeña en mi servilleta”. Pero ninguna reseña cumple mejor su función como esta: “Si te gusta comer insípido y con cucarachas, es tu sitio”.

Global

Entonces, ¿qué pasa con las cucarachas? ¿Solo están en los hoteles y en los restaurantes o es que los vecinos no escriben en TripAdvisor? Dice Pedro Oromí, para empezar, que “no hay más cucarachas especialmente en Lanzarote que en otros lugares”, que es una cosa “casi global”.

“No hay más cucarachas especialmente en Lanzarote que en otros lugares”

Pero ese casi favorece a las cucarachas en Canarias, porque en las zonas más cálidas su presencia se mantiene durante todas las épocas del año. En los países nórdicos no están y en las zonas frías de la Península no se ven en invierno. Incluso en las zonas altas de las Islas tampoco se alarga su presencia todo el año. En La Laguna no se ven en invierno, pero en Santa Cruz sí, por ejemplo.

Los hoteles suelen estar cerca de la playa, algunos muy cerca, en las zonas más cálidas. “No creo que haya más en los hoteles que en las casas, pero probablemente los clientes se quejan más”, señala Oromí.

Silvestre de León es otro tipo de experto en cucarachas, por la vía de su desaparición. Es delegado en Lanzarote y Fuerteventura de la empresa Teneplagas. Dice que “ahora hay más que hace dos años”.

Lo que él llama la tormenta perfecta tiene varios motivos. Por un lado están las normativas europeas. Lo explica así: “Se han prohibido algunos venenos que eran más efectivos, quitan efectividad a los productos y no podemos luchar contra ellas en igualdad de condiciones”. Uno de esos productos es el fipromil, que mata tanto que también elimina a las abejas, y se ha demostrado que otros productos pasan a la cadena alimenticia a través de los huevos de gallina.

De León insiste: “Luchamos con un enemigo muy duro y con armas que no tienen eficacia, hace años que no sale un producto innovador, más bien es al revés, si antes echabas el veinte por ciento de veneno para las americanas, ahora tienes que echar el diez por ciento y dentro de poco nos vemos peleando con una zapatilla”. Tienen poco freno”, resume Silvestre.

Fumigación

“Otro motivo tiene que ver con la pandemia, tan recurrente. Con los locales cerrados, se abandonó el control de plagas. Después han ido volviendo a los bares y restaurantes, “pero no tanto a las empresas distribuidoras”, destaca. Los almacenes que surten a la hostelería no atienden al público, por lo que la presencia de cucarachas no perjudica su imagen.

“Se han prohibido algunos venenos que eran más efectivos y no acaban de morir”

Según De León, muchos se están ahorrando esta obligación o se gastan lo mínimo posible. Aunque están obligados a fumigar cada tres meses, las inspecciones a estos lugares no son muy comunes. “De poco sirve fumigar en un bar o un restaurante si te viene mercancía que trae cucarachas porque en los almacenes no fumigan”.

También hay otros establecimientos que gastan lo menos posible. “Algunos te dicen que echan un spray y ya está”. Dice Silvestre de León que en las casas no hay tantas porque usan un gel que es eficaz y porque después no viene mercancía de fuera. También señala que el calor influye mucho y que en Lanzarote, Fuerteventura y el sur de las islas de Gran Canaria y Tenerife hay más cucarachas.

Y en las calles, el problema es otro, según dice el delegado de Teneplagas, que apunta a que si hay muchas cucarachas es porque muchos ayuntamientos aceptan en las licitaciones del concurso público bajas temerarias. “Hay contratos que se han concedido por la mitad del precio de salida y el servicio se resiente, claro”.

Todos los ayuntamientos de la isla tienen contrato en vigor, pero la diferencia estriba en el seguimiento que se haga desde el propio Ayuntamiento, “que estén atentos a donde salen más para fumigar”. Apunta que hay empresas que, como han pujado a la baja, después van levantando una alcantarilla sí y tres no, “porque el servicio no da más de sí”.

Comentarios

La avenida está llena de cucas y el Ayuntamiento con los brazos cruzados. Un asco
Siempre fumigando. No es tan difícil poner mosquiteras en ventanas, sellar adecuadamente las alcantarillas, y cambiar la gestión de residuos para no tener contenedores en la calle. Si no es por los gatos, las cucas acaban con el turismo.
Si no es por los gatos, las cucas acaban con el turismo, dice el Cuca boba y se queda pancho.. lo que se lee en internet es tremendo.
De las ratas hablamos otro día.
Algunos quieren vacasiones gratis ellos traen las cucarachas hi las ponen donde a ellos le hinteresan..
Ratas,cacas de perros de gatos etc se llama Insolubridad Lanzaroteña en GENERAL,vamos que se acostumbra uno a convivir suciamente.E lo k hay!!! Chim pum
Me gusta mucho la cuca, es un animal maravilloso. Son completamente inofensivos y no transmiten enfermedades. Las moscas de fruta, las moscas en general y los mosquitos nos molestian más.
Está claro que vamos para atrás... Entre las cucas, los gatos abandonados y la mierda de perro por todos lados cada vez parecemos más una república bananera!
Hasta dentro de los apartamentos hay cucarachas debajo de las camas y en el baño y la cocina
En Costa Teguise hay demasiadas, hay una plazoleta cerca de la calle la mayor 6 con un árbol enorme donde a la noche hay muchísimas. Eso es una guarrada y encima lleno de restaurantes. Deberían hacer algo. Impresionante.
Son un asco pero la culpa la tienen los responsables políticos que no revisan los contratos de limpieza para hacerlos cumplir. En Madrid hace 20 años había muchas en verano por el centro. Hoy no se ven cucas ni cuando más calor hace. Si allí lo han conseguido, por qué no se logra aquí? por ineficiencia política. Les da igual su ciudad, sus ciudadanos... yo les regalaría una cajita a cada uno, a ver si les gustan en sus casas.

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