De nada han servido los acuerdos plenarios ni las alegaciones ni los compromisos verbales de la Consejería de Industria. El proyecto de instalación en el sur de la Isla de 53 torres eléctricas, de hasta 50 metros de altura, ha obtenido luz verde por parte de la Consejería de Política Territorial. El nuevo tendido aéreo afecta a Los Ajaches, un espacio natural protegido con la categoría de monumento natural. También afecta a una zona de especial protección de aves.

En la propia declaración de impacto ambiental se admite el “impacto paisajístico” de las nuevas torres, y el “riesgo de colisiones y electrocuciones” sobre aves “que están incluidas en el catálogo canario de especies protegidas”. Las especies “que podrían verse más afectadas” son la hubara canaria, la ganga ortega, el corredor sahariano, el alcaraván majorero o el guirre, muchas en peligro de extinción.

El proyecto se acaba de aprobar ahora, aunque lleva varios años rondando por las administraciones, y pretende conectar con una línea de 132 kilovoltios, el doble que la actual, las subestaciones de Playa Blanca y Mácher. De los 18 kilómetros de longitud que tiene la nueva línea eléctrica, más de 14 son de tendido eléctrico a la vista y “causaría un grave perjuicio a los pueblos de Las Casitas, Femés y Maciot, y al Monumento Natural de Los Ajaches”.

El Ayuntamiento de Yaiza ha intentado frenar las torres: presentó dos informes desfavorables en los que se hace hincapié en que el Plan Insular “prohíbe expresamente los tendidos aéreos en suelo rústico de valores paisajísticos y las líneas aéreas eléctricas en suelo rústico de vegas con interés paisajístico”, categorías de los terrenos por las que atraviesa la nueva línea.

Se instalará medio centenar de torres, atravesando el Monumento Natural y afectando a una zona de protección de aves

Tras las impactantes torres eléctricas que atravesarán los dos municipios del sur de la Isla se esconde una razón económica. El Ayuntamiento de Yaiza exigió que se soterrase el nuevo tendido, algo que “es viable, ya que el proyecto contempla un tramo subterráneo de 3.133 metros de longitud” por el municipio.

Se dirigió al Ministerio de Industria de José Manuel Soria para tratar de cambiar los planes de Red Eléctrica de España, responsable del proyecto, pero sin ningún éxito. Y propuso, como última opción, que se plantease el soterramiento del tendido eléctrico aunque fuera sólo por los espacios naturales protegidos. Tampoco funcionó.