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Archivo Histórico de Teguise: un pie en el futuro

La instalación municipal se moderniza y aspira a convertirse en un servicio de conservación y provisión documental más eficaz, ágil y transparente

Myriam Ybot 0 COMENTARIOS 24/09/2025 - 07:03

Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, un archivo es el conjunto ordenado de documentos que una persona, una sociedad, una institución, etcétera, producen en el ejercicio de sus funciones o actividades. La definición deja fuera todo posible romanticismo peliculero para abundar en la misión de gestión, tratamiento y provisión de los materiales que genera la cotidianeidad. Y en esta línea, el Archivo municipal de Teguise, una instalación más reconocida por el valor de sus documentos históricos que por sus indispensables usos administrativos, afronta el desafío de modernizarse.

El archivero y doctor en Historia por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Víctor Bello, sabe bien de lo que habla. Su tesis doctoral, titulada Poder y archivos en la administración local canaria (Siglos XV al XXI), hace un exhaustivo barrido por el devenir de estos servicios públicos, desde que los Reyes Católicos dictaran una pragmática que instaba a instalar arcas para conservar los documentos, a las modernas tecnologías electrónicas y de digitalización propias de los tiempos que corren. E insiste en que, lejos de limitarse a operar como custodios de legajos polvorientos, reúnen la documentación diaria que genera y facilita el trabajo de las instituciones y entidades: “Mucha gente me pregunta por qué los archivos están en los sótanos; y aunque indudablemente se trata de una cuestión de peso, porque el papel pesa mucho, me gusta decir que somos el pilar que sostiene la administración”.

Cada día, muchos vecinos y vecinas requieren de su ayuntamiento lo que se denomina popularmente “el papeleo”, expedientes burocráticos de la más diversa índole que permiten confirmar una propiedad, reformar una vivienda, probar la antigüedad de la residencia, el pago de una tasa... Cada acto administrativo en una oficina municipal deja un rastro que pasa de ser consecuencia del mismo a antecedente para el futuro. Y ahí reside la importancia de un archivo eficiente y organizado, ágil y transparente.

Modernizar la historia

Modernizar un archivo histórico puede parecer el oxímoron perfecto, pero no es así. De manera especial si se desmonta la idea tan extendida de que estas instalaciones operan exclusivamente al modo de reductos del pasado donde aspirantes a Indiana Jones se sumergen en busca de mapas roídos por los bordes que indican el escondite del arca de la alianza o el santo grial.

Es la parte novelera del servicio, la que hace hincapié en los fondos originales, flejes de documentos antiguos que, pasado el tiempo, han adquirido la cualidad “histórica” que les otorga su mérito particular. El propio Ayuntamiento de la Villa, en su página web, enfatiza la localización de su archivo “en una hermosa casona del siglo XVIII, la Casa Perdomo”, y aborda con retórica literaria su misión de “atesorar la documentación de los órganos de Gobierno de Teguise, antigua capital de Lanzarote, ricas colecciones privadas, una hemeroteca y una espléndida colección de fotografía canaria”.

Olivia Duque: “Una de las cuestiones clave es la mejora de las instalaciones”

“Los archivos surgen justo después de la invención de la escritura, y los primeros documentos no se crean para dejar constancia de las hazañas de los grandes reyes y de los grandes personajes, sino que son documentos contables”, explica Bello. El archivo, por tanto, surge como resultado de la gestión administrativa. “Luego, cuando va transcurriendo el tiempo, hay documentos que se han conservado y adquieren interés histórico, porque la información que contienen puede ser objetivo de investigaciones en el futuro, y hay otros que se eliminaron y ya solo nos quedan referencias”.

La destrucción documental es, precisamente, una las cuestiones de debate en las comisiones de valoración, porque ¿cómo podemos elucidar hoy cuáles serán los intereses de los estudiosos del mañana?

Según señala el archivero, en la actualidad, la ley permite destruir mucha documentación, sobre todo de naturaleza contable: “En el siglo XVIII, en Venecia, decidieron que los documentos económicos no valían nada, porque la historia era la historia de los grandes hombres. ¿A quién le importaba la contabilidad? Y hoy somos conscientes de que esos legajos aportarían muchísima información sobre la época y sobre las relaciones comerciales y de poder”. Y remata: “Si yo ahora me encontrara los libros de cuentas de Inés Peraza, la que fue dueña de Canarias, sería algo alucinante”.

Copia del acta del pleno de 9 de julio de 1618, el documento administrativo más antiguo del Archivo de Teguise.

Lanzarote en los papeles

El documento administrativo más antiguo conservado en el Ayuntamiento de Teguise, que por distintos avatares acabó en el Museo Canario, es un acta de pleno de 9 de julio de 1618, que marcaba el reinicio de la vida administrativa después de los ataques piratas sufridos en el siglo XVII en la Isla, que destruyeron toda la documentación previa. Las actas notariales y otros materiales de los fondos del archivo están en proceso de digitalización para ponerlos a disposición de investigaciones de todo el mundo y preservar y difundir este patrimonio cultural.

Hay copias de documentos de Lanzarote en archivos de toda España

“Con anterioridad al archivo del Ayuntamiento existió el denominado Archivo del Marquesado de Lanzarote, que previamente fue Archivo del Señorío, fruto del sistema de organización que traen los señores normandos cuando llegan a la Isla y que incluye los poderes de los reyes para tomar posesión del territorio, la potestad para acuñar moneda, o el anterior acto de vasallaje con Enrique III y Juan II”. Toda esa documentación fue pasando a manos de los distintos señores de Canarias, hasta llegar a la familia que establece la capitalidad en La Villa, Inés Peraza y su marido, Diego García de Herrera. “A la par que se crea el señorío, también se crea un concejo o ayuntamiento, cuyo ámbito jurisdiccional era la isla. En su capital, Teguise, se instalan un alcalde mayor, un alguacil, regidores, y un escribano, y empiezan a asentarse los documentos notariales que se suman al resto los papeles custodiados desde la época normanda”.

Siglos después, una particularidad del poder en Lanzarote, el permanente enfrentamiento y los pleitos entre familias y gobernantes, se reveló como la oportunidad de recuperar toda la información que fue pasto de las llamas en los distintos asaltos piratas. “La documentación original del marquesado y de los normandos ardió en su totalidad, pero el señorío de Lanzarote y los marqueses tuvieron que aportar copia de los documentos que acreditaban derechos de propiedad o transacciones recogidas en protocolos notariales, en el curso de sus disputas”, relata.

Y quiso la fortuna y el esfuerzo investigador que trabajando en el Archivo Histórico de la Nobleza, en Toledo, Víctor Bello encontrara un inventario del archivo del Marquesado de 1634, reclamado en un pleito de sucesión. Por esta referencia se sabe, por ejemplo, que en 1634 el arca del Señorío contenía 25 legajos con los títulos de propiedad del marquesado y toda la documentación aparejada. A partir de este inventario se está reconstruyendo el archivo en la medida de lo posible, y también se han localizado copias de documentos notariales en Madrid, en el Archivo General de Simancas, en el archivo del Arzobispado en Sevilla, o en el municipal de esa misma ciudad.

El trabajo de rastreo y reproducción de documentación sobre Lanzarote localizada en archivos de toda España -algo más de 200 documentos en la actualidad- se ofrece en las denominadas Colecciones digitales alojadas en la página web del archivo, que permiten su consulta a cualquier persona interesada en conocer la historia de la Isla.

La concejala Mar Boronat, la alcaldesa de Teguise, Olivia Duque, y el archivero, Víctor Bello. 

Las reformas

Entre ambas funciones, el servicio público y preservación de los legajos del pasado como material de estudio, y la gestión documental eficaz que requiere la gobernanza local, pendula el esfuerzo del Ayuntamiento de Teguise. Su alcaldesa, Olivia Duque, confirma su voluntad de continuar con la mejora del Archivo “con el objeto de que vuelva a ser una referencia, tanto en su vertiente administrativa como histórica”.

Y añade que, en este sentido “una de las cuestiones clave es la mejora de las instalaciones, tanto con la reparación del edificio como con la dotación de más estanterías móviles que permitan la custodia de los documentos con garantías de conservación. Es un proyecto que el ayuntamiento no puede afrontar por sí solo, de ahí que hayamos solicitado la participación tanto del Gobierno de Canarias como del Cabildo Insular de Lanzarote para el desarrollo de este tipo de políticas archivísticas”.

En concreto, junto a la ampliación de los depósitos donde se custodia la documentación y las muy operativas estanterías móviles, se eliminarán las cajas de plástico, “que es lo peor que puede haber en un archivo, porque crea un microclima que se hincha con la humedad, hace un efecto de compactación del papel y provoca que no puedas consultar un documento nunca más porque al despegarlo se rompe, o por la sequedad, que craquela los documentos”, aclara Bello. En su lugar, se instalarán cajas de conservación, elaboradas con un cartón de calidad y un recubrimiento interior de pH neutro, para evitar la acidificación y el amarilleo de los papeles.

A medio plazo, pero con la hoja de ruta bien definida, el equipo del Archivo abordará un proceso de catalogación más minucioso que el actual, a través de un software adaptable tanto a los fondos físicos como a los electrónicos. Y la digitalización, obviamente: “Lo que pasa con la digitalización es que es costosa y hace falta personal y más maquinaria, escáneres para planos, escáneres de alta productividad. Hasta ahora se ha digitalizado mucho documento histórico, pero además queremos potenciar la faceta administrativa, la realidad por la que surge el archivo. Son las consultas diarias que tiene que hacer el personal administrativo en el curso de su trabajo el principal objetivo del servicio que prestan los archivos municipales. La documentación relativa a Obras y Urbanismo, por ejemplo, que es lo que más se nos solicita”, añade.

Zona de ampliación del Archivo.

Las jornadas

Por su parte, la edil de Archivo, Bibliotecas y Patrimonio Histórico, Mar Boronat, señala que otra de las facetas que se quiere potenciar es la divulgación, tanto de la instalación y sus valores para la investigación como la historia de Teguise y Lanzarote. “La Corporación de La Villa, con la participación del Gobierno de Canarias, seguirá apostando por la celebración tanto de las jornadas de Archivos como las de Historia, que a partir de ahora cambiarán su dinámica y se celebrarán en años alternos”.

Este año, en su octava edición, las Jornadas de Historia se centrarán en la arqueología de la Isla, con miras también a otros ámbitos geográficos, y con ponentes de primer nivel, como el paleoantropólogo y escritor español Juan Luis Arsuaga, conocido por sus investigaciones en Atapuerca y sus libros junto a Juan José Millás.

Según aclara Boronat, ambos encuentros tratan de acercar la investigación histórica y el conocimiento archivístico a la población en general, no hacer foros profesionales sino lo que se denomina “alta divulgación”: “El año pasado, por ejemplo, tratamos de la relación entre los archivos y los movimientos migratorios, de qué forma se pueden estudiar a través de los archivos o cómo se reflejan en los archivos. Y en este caso, la aplicación práctica es indudable, con todo el tema de la petición de la doble nacionalidad”.

Finalmente, de manera complementaria, el personal del Archivo de Teguise trabaja en el diseño de exposiciones que trasladen a la sociedad local y todas las personas que visitan el municipio la importancia de su papel en la historia de Canarias.

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