La asociación Tenique Cultural cumple cinco años de vida y ha ido extendiendo sus actividades más allá de la Muestra de Cine.

-Tenique Cultural ha cumplido cinco años. ¿Qué balance se puede hacer de este tiempo? ¿Se han cumplido las expectativas iniciales?

-Tenique Cultural se puso en marcha en 2018 recogiendo el legado de los primeros años de la Muestra de Cine de Lanzarote, un proyecto pequeño, pero que había defendido un cine de mucha calidad. En ese momento, Juan Rafael Martínez Curbelo, más conocido como Busqui, y Marco Arrocha, me pidieron que asumiese la dirección de la Muestra. Ellos eran muy conscientes de mi preocupación por la rigurosidad a la hora de gestionar los proyectos, por eso me propusieron que fundásemos una nueva asociación desde cero. Fue entonces cuando creamos Tenique Cultural, que desde entonces ha tenido un crecimiento espectacular. Nos dimos cuenta de que Lanzarote es un lugar en el que existe mucho potencial para la cultura. En estos años no sólo hemos conseguido que la Muestra de Cine se convierta en un proyecto referencial, sino que hemos puesto en marcha otros proyectos que han adquirido un gran reconocimiento tanto dentro como fuera de la Isla. Hoy somos ocho personas las que trabajamos de manera habitual generando proyectos de calidad para Lanzarote. En agosto de 2018 tuvimos una primera reunión “fundacional” en la Caleta de Famara en la que escribimos lo que soñábamos conseguir en los cinco años siguientes. Hace poco revisamos aquellas notas y nos impresionó ver que lo habíamos superado con creces.

-¿Y qué ponía, básicamente, en esas notas?

-Ponía que queríamos que la Muestra de Cine, que era nuestro único proyecto en ese momento, llegase a ser algo singular y claramente diferenciado dentro de los festivales de cine a nivel internacional. Un proyecto del que se hablase fuera de Canarias y que atrajese la atención del medio cinematográfico por su capacidad de conectar de manera profunda con nuestra Isla sin perder por ello su interés global. Ponía también que queríamos generar una apuesta cultural que sin perder un ápice de su rigor, conectase con capas muy amplias de la población de Lanzarote: personas mayores, jóvenes, de Arrecife, de los pueblos. Y también ponía que soñábamos con que la asociación ayudase para que Lanzarote se viese desde fuera como un lugar en el que se producen proyectos culturales de gran calidad. Proyectos tan bien hechos y tan rigurosos como los que se pueden realizar en cualquier capital europea.

-Después hablaremos de otros proyectos, pero, efectivamente, la Muestra ha evolucionado, ha crecido, a pesar de que se trata de una apuesta que, en principio, no es para el gran público por el tipo de cine que proyecta. ¿Cuál es la idea para los próximos cinco o diez años? ¿Consolidar, mantener lo que se ha conseguido, o seguir creciendo?

-En Tenique Cultural pensamos que la Muestra de Cine de Lanzarote debe mantener una dimensión acorde al tamaño de nuestra isla. A veces se piensa que algo es importante sólo porque es enorme, pero nuestra visión en ese sentido es muy diferente. Para quienes conformamos esta asociación, la Muestra de Cine de Lanzarote debe seguir ganando en rigor, en conexión con la gente local y en capacidad de mostrar fuera de la Isla que Lanzarote es un lugar lleno de capas históricas, sociales, paisajísticas o económicas de gran interés; un lugar interesante por su enorme riqueza sociocultural. Uno de los motivos por los que empezamos a realizar otros proyectos a lo largo del año fue porque no queríamos que la Muestra se convirtiese en un macro-evento que sucede una vez al año y luego desaparece. Entendemos la cultura como algo que sucede en el día a día, algo que debe estar accesible a la ciudadanía de la manera más constante posible.

“Lanzarote es un lugar en el que existe mucho potencial para la cultura”

-Todos los proyectos necesitan del apoyo institucional, pero parece que los proyectos culturales siempre deben demostrar algo a los sucesivos gobiernos. ¿Qué se puede pedir de las instituciones para trabajar con un poco de seguridad y con previsión, sin estar pendientes siempre de si la ayuda va a desaparecer o no?

-Si bien tengo que reconocer que en estos años he notado una evolución muy positiva por parte de las distintas administraciones hacia un proyecto como el de Tenique Cultural, es indudable que este es uno de los grandes problemas que tiene la cultura. Es fundamental, y en esto los propios agentes culturales tenemos una gran responsabilidad, transmitir y demostrar de forma constante a las instituciones la importancia que la cultura tiene para la sociedad, tanto en términos educativos como sociales o económicos. Si se quiere tener proyectos culturales de gran calidad en esta Isla, pero también proyectos jóvenes que puedan empezar a ponerse en marcha, es necesario contar con presupuestos claros y cerrados con casi un año de antelación. Es casi imposible hacer cosas importantes con tiempos sumamente cortos. Hay una manera de conseguir esto y ya se ha puesto en marcha en otras islas; consiste en hacer convocatorias públicas abiertas y de libre concurrencia, con jurados realmente independientes y profesionales, que evalúen los proyectos de forma objetiva y a partir de partidas presupuestarias importantes. La cultura da a la sociedad muchísimo más de lo que recibe.

-¿Y sería positivo que existiera una mayor unión entre los agentes culturales, independientemente del proyecto que realicen, para tener una voz más unificada ante las distintas administraciones?

-Sin ninguna duda. Creo que sería muy positivo para todo el mundo. Para la Isla en primer lugar, porque tendría un sector cultural mucho más dinámico y cohesionado; para las personas que tienen responsabilidad política también, sin duda, porque les facilitaría mucho el trabajo, al tener información unificada acerca de cuáles son las necesidades del sector cultural y, por supuesto, para los propios agentes culturales, que podrían consensuar sus necesidades y transmitirlas. Todo el mundo se vería beneficiado.

-Otro de los proyectos que ha crecido es ‘Siembra, cine para jóvenes’. Una gran oportunidad para ver cine y compartir opiniones. Es un buen ejemplo de que el cine es algo más que entretenimiento, que sirve para formarse en muchos aspectos de la vida...

-Siembra, cine para jóvenes, es uno de los proyectos más especiales y emocionantes en los que he tenido la suerte de participar. Lo iniciamos hace dos años como una colaboración con el área de Juventud del Cabildo de Lanzarote. El proyecto ha ido creciendo y, efectivamente, lo que busca es que la gente joven recuerde que el cine es, además de otras cosas, un mecanismo para conocer, aprender y reflexionar. Por eso, cada película que ponemos viene acompañada siempre de una persona, colectivo o asociación vinculada al tema que aborda. El debate posterior es tan importante como la película; la idea es expresar opiniones y escuchar otras diferentes. Es fascinante ver cómo casi cien personas asisten a ver una película en versión original y se quedan hasta el final de cada debate. En las últimas ediciones hemos incorporado además un pequeño ambigú para que la gente pueda relacionarse. Es muy especial ver cómo se están creando nuevas amistades y contactos a través del proyecto. Se trata de un esfuerzo por crear verdadera sociabilidad a través de una apuesta cultural.

“Los presupuestos culturales deberían estar cerrados con casi un año de antelación”

-¿Hay otros proyectos que se van a poner en marcha próximamente?

-Este año hemos querido dedicarnos a consolidar los diferentes proyectos que teníamos abiertos: la Muestra de Cine de Lanzarote o Siembra, cine para jóvenes, de los que hemos hablado, pero también el proyecto Destiladera, Lanzarote revelado que está dedicado a recuperar películas antiguas de la isla y ha logrado encontrar cosas muy especiales, o el Cine Ambulante de verano, que acaba de terminar con un éxito increíble. Pronto empezaremos a enfocar el año 2024 en el que es posible que recuperemos la iniciativa En solitario, del que hicimos una única sesión con el gran director de cine alemán Werner Herzog en 2021. Hay otras ideas también sobre la mesa, pero lo más importante es asentar y consolidar lo que ahora mismo tenemos entre manos antes de seguir abriendo nuevas líneas de trabajo. Los proyectos que desarrollamos actualmente exigen muchísima dedicación para seguir manteniendo el nivel que han conseguido. Eso sí, además de consolidar, tenemos otra hoja escrita con grandes sueños para los próximos cinco años.