Alejandro Collado, Waza Ari de Arrecife

“Nos importa más difundir el judo que cobrar por dar una clase”

R. Parrilla 2 COMENTARIOS 30/12/2013 - 07:52

En mayo pasado, un año después de la creación de su equipo de competición, el Club de Judo Waza Ari de Arrecife presentaba en el Campeonato de España de La Coruña a cinco judokas de las categorías cadete e infantil que se trajeron para la Isla dos medallas de plata y un puesto en las finales por el bronce. Detrás de este notable éxito, al que hay que sumar los excelentes resultados obtenidos en las distintas pruebas de la Copa de España, se encuentra la figura del director técnico y presidente del club, Alejandro Collado, maestro nacional, cuarto Dan, uno de los artífices de la introducción del judo en Lanzarote y que aclara: “Nada sería posible sin la gran ayuda que ofrecen los padres”.

¿Cómo se gestó la creación del Club de Judo Waza Ari?

En Gran Canaria, donde nací, competía en judo y lucha canaria. Me vine a Lanzarote para luchar y cuando lo dejé [ahora también es árbitro de lucha], el presidente de la Federación Canaria de Judo, Antonio Coruña, que había sido mi maestro, me animó a que crease la primera escuela de judo en la Isla. Así fue como con su ayuda surgió en 1998 el club, en lo que era el gimnasio Akropolis de Arrecife. 

Sin embargo, en los últimos tiempos se las han visto y deseado para contar con una sede…

Sí, es increíble que la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias ponga tantas pegas para que los clubes promocionen el deporte en los centros educativos. Gracias a la dirección del Antonio Zerolo este año estamos impartiendo clases por la tarde en el colegio, en horarios apropiados. Porque el año pasado, cuando ya prácticamente acababa la temporada, nos buscaron un hueco en la Ciudad Deportiva pero a tan mala hora que muchos chicos lo dejaron. No es normal que nos encontremos con tantos problemas teniendo en cuenta el nivel al que estamos compitiendo.

¿Se sienten marginados por las instituciones?

Lo que está claro es que si queremos contar con campeones que representen a Lanzarote se necesita viajar y eso cuesta dinero. El esfuerzo que hacen los patrocinadores para costear los viajes de los chicos es enorme. Como club, además, pagamos un dineral en concepto de mutualidad, licencias, etcétera. Pero no queremos dejar a un niño sin recibir sus clases por no poder pagar una cuota. Estudiamos cada caso, porque nos importa mucho más la difusión del judo que el dinero. Queremos tener una juventud motivada. Por eso nos resulta incomprensible que pese a ganarse su puesto compitiendo, dos de nuestros judokas no pudieran asistir en verano a una concentración de la selección española, porque la Federación la suprimió por falta de presupuesto al considerar que las categorías de la base son menos importantes que las de los mayores.

¿Cuál es el nivel del judo en Lanzarote?

El nivel es bueno, como lo es en general el de todos los deportes de contacto. Pero podría ser muy bueno si contásemos con el apoyo de las instituciones públicas para los desplazamientos y no tuviéramos tantos problemas a la hora de contar con unas instalaciones apropiadas para entrenar. Los judokas de aquí se caracterizan por su buena actitud, sus ganas de conocer este deporte y de competir.

“Aunque salgan solos al tatami, deben ser conscientes de la importancia del equipo”

“En la vida es preferible caminar acompañado, porque solo no vas a ningún lado. A los chicos les inculcamos la importancia de tener al lado a compañeros, maestros, a su familia… Por eso me muevo para buscar financiación para todo el equipo y no sólo para mi hijo”. Así razonaAndrés Rodríguez, padre de Rubén -actual subcampeón de España infantil, empresario y patrocinador principal del Waza Ari Kimik S.L.-Paycan S.L, dos de las empresas que regenta junto con dos socios “a los que quiero agradecerles su colaboración con el Club”.

“Decidimos crear el equipo de competición porque nos dimos cuenta de que si no salen fuera a competir se estancan”, explica Andres, quien además resalta la labor que realiza Alejandro Collado: “Es como el segundo padre de los chicos; no sólo no nos cobra por prepararlos sino que pone dinero de su bolsillo para ayudar a costear los viajes”.

En abril de este año suscribía una carta abierta del colectivo de padres del club en el que denunciaban “las chapuzas de la Federación Canaria” y dirigida en concreto al director técnico de la misma, Alejandro Doblado Hernández. Andrés concreta una de estas “chapuzas” al “impedir a nuestros judokas competir en el Campeonato de Canarias a pesar de estar entre los mejores del ranking nacional”. Después -continúa- “quiso declararlos campeones regionales mediante un certificado, pero ellos no quieren ganar en los despachos, sino sobre un tatami”.

Una situación tan “incomprensible” a su juicio “como que nos resulte más caro ir a competir en una prueba de la Copa de España que se celebre en Tenerife que a una que se celebre en la Península, sólo porque Binter Canarias tienen acuerdos con todas las federaciones canarias menos con la de judo”. Por eso, añade, “estamos muy orgullosos de haber llegado donde hemos llegado a pesar de todas las dificultades”. 

“El que se cree por encima de los demás, cae más rápido”

Líder del ranking nacional de categoría infantil en la modalidad de hasta 66 kilos en 2012 y subcampeón de España en 2013, a sus 14 años Rubén Rodríguez tendrá que adaptarse esta temporada a la categoría cadete, donde competirá con rivales hasta tres años mayor que él: “Me la tomo como una temporada de adaptación, perdiendo se aprende mucho también”.

Porque precisamente, “para ser un buen judoka hace falta disciplina y la humildad suficiente para no creerte por encima de los demás, porque el que va de subidito cae más rápido”, añade Rubén, quien valora sobre todo “la educación, el respeto y el compañerismo” con el que se relacionan dentro y fuera del tatami los practicantes del judo.

Como por ejemplo le sucede con Julissa Hernández, Idafe Nelly, Talía Pineda, José Carlos Arrieche, Yoel Arboleda o Daniel Torres, todos compañeros de Rubén y que además de ser excelentes judokas, “son buenos estudiantes también porque esa es una condición imprescindible para competir en el equipo”, aclara su monitor Alejandro.

Y que como él, sueñan con alcanzar algún día su máxima meta como deportistas, que en el caso de Rubén es la de “participar algún día en unos Juegos Olímpicos; estoy dispuesto a sacrificarme lo que haga falta por conseguirlo”.

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Alejandro San Lucas 16 versículo 3.

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