Durante los últimos tres años y medio, Marcos Bergaz se ha convertido en la voz de la oposición en Teguise. El alcalde, Oswaldo Betancort, en rampa de salida al Cabildo, ha estado más fiscalizado que en ningún otro mandato. En las próximas elecciones, el socialista aspira al más difícil todavía: que el PSOE vuelva a ganar las elecciones en Teguise 40 años después y, ahora sí, gobernar.

-¿Qué metas se pone como candidato del PSOE al Ayuntamiento de Teguise en 2023?

-La meta del Partido Socialista es ganar las elecciones y obtener una mayoría social suficiente para gobernar una institución que lleva 40 años bajo la presidencia, bien del insularismo, bien del nacionalismo. Tenemos la confianza del trabajo bien hecho. En 2019 nos comprometimos a ejercer una oposición firme, de denuncia, para que se supiera lo que el gobierno de CC quería ocultar, pero también constructiva y útil, y hemos presentado más de 120 iniciativas, en lo que constituye un programa de gobierno.

-La candidata de CC, Olivia Duque, ha manifestado que quiere ser la primera alcaldesa de Teguise. ¿Usted se fija como meta ser el primer alcalde socialista?

-No me gustaría ser alcalde por sentar mis posaderas en el sillón de alcaldía, ni tan siquiera por ser el primer alcalde socialista, que hace 40 años lo tenía que haber sido Juan Alejandro Delgado Cejudo, un buen hombre de Guatiza. Quiero ser alcalde para hacer más feliz a mis vecinos y vecinas, por hacer más cosas por el bienestar común y por recuperar el liderazgo para Teguise. Eso es lo que me mueve.

-Ha insistido en que Teguise ha perdido liderazgo en los últimos años. ¿En qué lo justifica?

-Los equipos se desgastan y, en el caso de CC, es notorio. Llevan 12 años con el mismo alcalde y prácticamente los mismos concejales, y eso repercute en las ganas, la energía y el empuje. A esto se añade que en el último mandato, el alcalde ha estado más pendiente de sus aspiraciones políticas personales -que las puedo entender- que del municipio, pero eso no puede perjudicar la gestión y el compromiso que se asume, que es lo que ha pasado. Hay ejemplos manifiestos de que el gobierno de CC no ha mostrado ambición: no ha abonado ayudas a autónomos y pymes cuando peor lo han pasado, a diferencia de otras instituciones insulares. Mientras Tías va por su tercer Plan de modernización turística, con unos 300 millones de euros de inversión, Teguise no ha hecho los deberes. En Yaiza, por señalar un gobierno que no es de mi color político, están acometiendo grandes infraestructuras deportivas, con visión de futuro, y en Teguise no ha sucedido así. Tías ha conseguido dos millones para programas de empleo y Teguise no ha presentado ningún proyecto, algo que duele especialmente porque CC adopta de otras administraciones la pose victimista del maltrato al municipio y porque hay un millar de desempleados en los que no piensan.

“La Justicia se cansó de la pasividad de Oswaldo Betancort con los esqueletos”

-Prácticamente dos décadas después de la concesión de licencias ilegales en Costa Teguise, se ha ejecutado un primer derribo y se han anunciado otros dos. ¿Cómo valora este complejo escenario urbanístico?

-Un derribo del que, por cierto, informó el PSOE, hay que recordarlo, porque a CC le debió avergonzar que se tumbara un esqueleto, probablemente porque esa estructura demolida fue fruto de un acto delictivo, prevaricador, por parte del anterior alcalde [Juan Pedro Hernández], que le entregó el bastón de mando e hizo campaña por Oswaldo Betancort. La pasividad demostrada Betancort en esta última década para resolver este asunto ha sido manifiesta, con promesas incumplidas y ocurrencias, como un concurso de pinta y colorea para tapar las edificaciones ilegales. Ahora se está cumpliendo con las sentencias, primero porque la Justicia se cansó de esa pasividad de Oswaldo Betancort y le ha amenazado con multas personales, segundo porque con la llegada de Dolores Corujo al Cabildo se ha instado la ejecución en sede judicial y tercero porque el grupo socialista no se ha callado. La ilegalidad ha sido un drama para Costa Teguise, porque esos esqueletos afean y restan competitividad al destino turístico, y porque supone un agravio comparativo hacia los empresarios que sí hicieron las cosas bien.

-En materia urbanística, ¿cuáles serían sus prioridades como alcalde?

-Hay que revisar el Plan General de Ordenación, para facilitar determinados equipamientos de los que adolece el municipio y para afinar con unidades de actuación en núcleos rurales, que están generando dificultades a pequeños propietarios. También hay que proceder a la aprobación, de una santa vez, del Plan Especial del conjunto histórico de La Villa, del que carece y que ayudaría mucho a la rehabilitación, conservación e implantación de actividades económicas. Y es necesario un tercer Plan de modernización turística de Costa Teguise. Su ausencia es un ejemplo de la pérdida de liderazgo del gobierno de CC que mencionaba antes. Y luego está la transparencia. Gracias al PSOE se ha arrojado cierta luz, como con el caso Tahíche, que les ha costado a los teguiseños más de 3,5 millones de euros, porque Oswaldo Betancort ocultó a la población dos sentencias, una en 2018 antes de las elecciones y otra en 2021, que condenó al Ayuntamiento por mala fe.

-La ocupación de alguno de esos esqueletos en Costa Teguise, por personas que trabajan pero a las que no les alcanza con sus ingresos para acceder a un alquiler, es la imagen del problema de la vivienda. ¿Qué soluciones propone?

-Teguise no ha cedido suelo para construir vivienda pública y hay que hacerlo. Es cierto que es una asignatura pendiente en la Isla, pero Arrecife y Yaiza sí lo han hecho. Tampoco tiene ayudas para rehabilitación, como otros municipios y, lo peor de todo, ha permitido que decenas de personas hayan estado malviviendo en edificaciones sin terminar. En un municipio de 23.000 habitantes y tras 12 años de alcalde, si no has hecho nada para que haya vivienda pública queda claro que la gente no es tu prioridad.

-Una denuncia recurrente desde el grupo municipal socialista ha sido el mal estado de parques y jardines. ¿Tiene solución?

-Claro que sí, si hay voluntad y ganas. Lo que ofrece este gobierno de CC a vecinos y empresas son jardines con palmeras desmochadas, hojas secas y precariedad administrativa, porque se está prestando el servicio sin contrato alguno. No puede ser que tras dos años de anuncios, no se haya sacado el nuevo contrato y que se pretenda excluir a determinados pagos del municipio, consagrando un principio lamentable, que es el de ciudadanos de primera y de segunda. El PSOE ha propuesto no solo que todas las localidades estén incluidas en el servicio sino un plan de choque para paliar el deterioro de zonas verdes. Oswaldo Betancort cambió una subvención de 350.000 euros para jardines por piche y aún así tuvo que devolver más de 200.000 euros.

“CC adopta la pose victimista pero no presenta ni proyectos para planes de empleo”

-Por su condición de consejero en el Cabildo, desde CC le han criticado por que no se haya celebrado el año pasado el festival enogastronómico de Teguise. ¿Cómo lo encaja?

-Han tratado de confundir, intentando hacer creer que el Festival de las Cocinas de Puerto del Carmen era lo mismo, cuando las dimensiones no eran equiparables al gran festival que se celebraba en Teguise y que el Cabildo se ha comprometido que regrese. Lo cierto es que la tramitación de los expedientes es larga, por la logística que implica, y no dio tiempo. Hay que recordar que hace menos de un año la pandemia estaba todavía en uno de sus picos más altos y con limitaciones extraordinarias.

-En La Graciosa se ha producido una manifestación por el cierre al tráfico de la vía a Playa Lambra y el PP ha anunciado una iniciativa en el Cabildo. ¿Cuál es su opinión?

-Hay que escuchar a los vecinos y vecinas, por supuesto, y tomar nota. Y también hay que tomar decisiones velando por el interés general y los valores paisajísticos y medioambientales que tiene La Graciosa. Con respecto a la octava isla creo que va siendo hora de reflexionar porque, si no, nos podemos cargar ese cachito del paraíso. Hay un número intolerable de vehículos y creo que estamos llegando a cifras de turistas que empiezan a dificultar el disfrute de la visita a La Graciosa.