ENTREVISTA

“En el confinamiento tuvimos el récord de ingresos en la Unidad de Salud Mental de Lanzarote de los últimos 20 años”

Matías Ybarzábal, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital Doctor José Molina Orosa

Foto: Adriel Perdomo.
Saúl García 1 COMENTARIOS 21/12/2020 - 06:41

-¿Cuál es la situación general de la salud mental en la Isla?

-Ya pasamos por una crisis económica importante y, en aquella época, sobre todo lo que veíamos era un aumento de los cuadros de ansiedad, depresivos reactivos, pero en esta ocasión, aparte de ver eso, vemos a mucha gente con cuadros graves de psiquiatría que nunca habíamos tenido contacto con ellos y nos parece que tiene que ver no solo con el estrés de la situación, sino también con la impredecibilidad de lo que va a pasar, que nadie sabe cuándo va a acabar esto ni si va a poder viajar o si vamos a poder ir a comer en navidades con la familia. Eso está generando un aumento de la tensión. En veinte años que llevo aquí, el récord de ingresos lo hemos tenido ahora, en esta temporada. No tengo datos concretos, pero ha habido un aumento de la demanda importante.

-¿La que requiere ingreso y la que no lo requiere?

-Sin ingreso también. En la Unidad de Salud Mental estamos intentando dar la mejor atención, pero nos hemos tenido que adaptar dando citas telefónicas para que los pacientes no coincidan, y para ciertas personas esas citas no son tan efectivas. Si una persona lleva varias citas telefónicas y no mejora, pasamos a una cita presencial.

-No gestionamos bien la incertidumbre pero eso ya pasaba antes...

-Ahora es mayor. Se une el problema real con la incertidumbre de lo que va a suceder y eso es una tormenta perfecta.

-¿Ha habido casos de personas que han perdido familiares y no se han podido despedir bien de ellos?

-Se han visto algunos casos en consulta, pero no han tenido que ingresar. Parece que eso se ha gestionado relativamente bien con la ayuda de los familiares o del entorno. Afortunadamente, Lanzarote tampoco ha sido un sitio donde la COVID haya estado muy mal. No ha habido colapso. Esas situaciones muy frecuentes en otros sitios aquí no las hemos visto.

“Estamos más ansiosos, la gente no sabe lo que va a pasar y eso genera ansiedad”

-¿A qué perfiles está afectando más esa ansiedad?

-Estamos viendo gente de mediana edad y gente joven. Son los dos grupos a los que más afecta. Uno por la pérdida de trabajo, y la gente joven por la pérdida de su ritmo de vida… Como eso se rompe y ya tenían ansiedad pero no tenían manera de salir, de combatir esa ansiedad..., se les acumula y pueden terminar mal. La falta de ocio, de poder hacer tu vida diaria, hace que la ansiedad aumente más en mucha gente.

-¿Y afecta más a las personas con menos ingresos?

-Sí. Las personas con menos ingresos siempre son las que más problemas tienen, a todos los niveles. Hay gente en el sector turístico a la que no podía aplicar el ERTE o que cobraba más de lo que aparecía en su nómina y ahora no lo cobra... A la gente con más dificultades le afecta más. Esto se compensa con el ocio, las salidas, el deporte..., pero si no se puede hacer... Si hay más problemas sociales, aumentan los problemas de salud mental.

-¿Cómo ha afectado la soledad a las personas mayores?

-No ha habido situaciones importantes de contagio en centros de mayores ni tantos fallecimientos. Muchos problemas son por el confinamiento. Vemos a mucha gente preocupada por el cierre turístico de la Isla. A nivel personal, social o económico es un problema muy grande porque vivimos del turismo. La gente necesita que vengan los turistas y lo que más estamos viendo son estos problemas por la situación económica.

“Ahora se une el problema real con la incertidumbre y eso es una tormenta perfecta”

-¿Más problemas durante el confinamiento o después?

-Durante el confinamiento y después ha aumentado la demanda en salud mental. Las medidas que se aplican para parar la COVID son necesarias, pero están haciendo que la gente tenga muchos problemas. En el confinamiento tuvimos el récord de ingresos de los últimos veinte años. Ahora, aunque haya problemas, se hace una vida más o menos normalizada, se ha tranquilizado la situación. No sabemos si cuando se abra la Isla habrá turistas, trabajo, economía o una crisis. Esa expectativa, ese temor está haciendo que la gente se ponga peor.

-¿Contribuyen los medios o las noticias a generar esa ansiedad?

-Bastante. Las noticias influyen mucho porque son pesimistas. Además hay cambios de un día para otro. No se sabe si puedes viajar, si puedes juntarte y cuántas personas... Hemos tenido temporadas que eran seis personas. Teníamos grupos terapéuticos que tuvimos que parar porque no se podía reunir gente. Ahora nos han autorizado un máximo de diez. Había un grupo de relajación y respiración y sin mascarillas no se puede hacer… Dábamos permiso para visitas de dos familiares, para salir por la tarde o pasar una noche en casa.. Por la normativa, ahora solo hay visita tres días a la semana, una hora al día y una persona. Son medidas higiénicas que consiguen que aquí no hayamos tenido contagios, pero generan problemas en el día a día.

-¿Qué recomendaciones generales se pueden hacer para controlar la situación?

-Que no se obsesionen con las noticias todos los días, que sigan las recomendaciones sanitarias y que procuren mantener una actividad de ocio o deportiva. Eso sí lo podemos hacer. Y que procuren mantener una relación con su círculo más cercano aunque sea por teléfono o video. Si la gente se aísla, se mete en casa y empieza a pensar que las cosas van a ir mal, es cuando puede entrar la ansiedad.

“Si hay vacuna y las cosas vuelven a ir bien, la gente se olvidará de todo esto”

-El Cabildo ha anunciado que este año se ha atendido a 200 nuevos usuarios en el centro de ayuda al drogodependiente. ¿Esto tiene relación con la pandemia?

-Sí. Se ha visto que ha aumentado el consumo y también la ansiedad. Incluso parece que los efectos de la droga son más potentes. No sabemos por qué pero hemos visto cuadros de psicosis por consumo de drogas.

-¿Esta mala gestión de la incertidumbre nace siempre desde el miedo?

-Casi siempre desde el miedo, pero a veces hay problemas objetivos. Si paseas por las zonas turísticas, el aspecto no tiene nada que ver con antes de la pandemia, y eso influye mucho. Hay mucha gente que ha cruzado esa línea, más de la habitual. En general, todos estamos más ansiosos, más irritables, la gente no sabe lo que va a pasar y eso genera ansiedad. Antes de llegar a ese extremo de cuadro de ansiedad o depresivo, hay que procurar poner remedio, relajarse, salir, mantener actividades sanas, hablar con amigos. La gente esperaba que una vez pasado el confinamiento la cosa se acababa pero no, el virus se ha venido otra vez arriba y eso ha afectado bastante.

-¿Cómo puede afectar esta situación para el futuro?

-La gente se centra en el día a día. Si se consigue una vacuna y las cosas vuelven a ir bien, la gente se olvidará de estas cosas, pero necesitamos que la cosa vuelva a la normalidad.

-¿La psiquiatría o la atención psiquiátrica, ¿tiene que tener un papel más importante en la sociedad a partir de ahora?

-Tiene que tener un papel importante. La cuestión es que los recursos van por detrás de las necesidades. Por ejemplo, aquí tenemos necesidad de despachos para atender, no los hay. Hay muchas necesidades. Hemos sido la especialidad con más demanda. El hospital no ha estado colapsado, pero nosotros sí. Tenemos doce camas de ingreso y normalmente vamos bien. En el confinamiento llegamos a tener 18 pacientes a la vez y tuvimos que pedir sitio en el hospital. Fuimos el único servicio que tuvo ese exceso, es muy significativo. Ahora estamos con diez u once pacientes y vamos a ver cómo va la cosa, pero estamos teniendo mucha demanda en urgencias.

Comentarios

Vamos a tardar en recuperarnos y en olvidar todo este cambio que hemos y estamos viviendo. Por supuesto que hay gente que todo esto le ha afectado psicológicamente es algo nuevo para todos y no sabemos como encauzarlo o nos cuesta.

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