ENTREVISTA

“El siguiente programa de trasplantes en las Islas debería ser el de pulmón”

Manuel García, neumólogo del Hospital Doctor José Molina Orosa

Manuel García en el laboratorio de pruebas de función respiratoria. Foto: Adriel Perdomo.
María José Lahora 0 COMENTARIOS 29/03/2021 - 07:46

Manuel García, Manolo para sus pacientes, es el responsable de la consulta monográfica de trasplante pulmonar del Hospital Doctor Molina Orosa. Desde allí ha podido realizar el seguimiento de los trasplantados de pulmón de Lanzarote.

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-¿Qué avances ofrece la comunidad canaria en materia de trasplantes?

-En Canarias no se realiza trasplante de pulmón todavía. Es desde hace poco tiempo que el Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria cuenta con una unidad de trasplante de corazón. Lo siguiente debería ser poner en marcha un programa de trasplante pulmonar. Ha habido alguna propuesta, pero uno de los requisitos es que haya un número mínimo de intervenciones al año para que ese programa sea eficaz y, al parecer, no se alcanza esa cifra. Hasta que llegue ese momento, todos los pacientes que consideramos como potenciales candidatos a un trasplante de pulmón los tenemos que derivar a la Península forzosamente. Esto supone que durante la espera del órgano a trasplantar deben permanecer en el entorno del hospital donde se va a realizar la operación. Un tiempo que puede ser desde seis meses hasta dos años. Hasta el momento solo se hace trasplante de pulmón en Madrid, Barcelona, Valencia, Córdoba, Santander y A Coruña.

-¿Existe entonces algún centro de referencia para derivar a los posibles candidatos de trasplante?

-Canarias no tiene establecido un centro de referencia. Derivamos a los pacientes en función de la patología concreta. En el caso de los enfermos de hipertensión pulmonar se envían exclusivamente al Hospital 12 de Octubre de Madrid. En cuanto al resto, se recomienda uno u otro centro trasplantador, dependiendo de la conexión que ya tengamos establecida o si existe de antemano un soporte familiar en esas ciudades. En el caso de Lanzarote, la mayoría de los potenciales candidatos los derivamos al Hospital Universitario de A Coruña porque la primera trasplantada de Lanzarote acudió allí y se estableció una relación muy fluida. Además, los pacientes están muy contentos con la organización del centro hospitalario gallego. Dispone también de una red de alquiler de viviendas para facilitar el desplazamiento a los pacientes.

-¿Por qué debe desplazarse el paciente a la Península a la espera de que llegue el órgano, no puede hacerlo en Lanzarote?

-No. La donación del órgano compatible puede ocurrir en cualquier momento y lugar. La Organización Nacional de Trasplantes activa un protocolo por el que se desplaza un equipo para extraer y recoger los órganos para más tarde transportarlos a los centros trasplantadores en unos medios de conservación especiales. Cuentan para ello con una flota propia de aviones para acelerar el traslado. Hay órganos, como riñones, hígado o córneas, que una vez extraídos del cuerpo y puestos en el medio de conservación tienen un periodo muy largo en el que se mantienen en un estado adecuado para poder ser trasplantados. El pulmón tiene un tiempo de conservación de entre seis y nueve horas. Lo que requiere residir en una vivienda próxima al centro para una rápida intervención.

-¿Cuál es el proceso por el que un paciente afectado de una enfermedad pulmonar llega a la consulta monográfica de neumología?

-Hasta mi consulta llegan pacientes ya trasplantados de pulmón o aquellos que mis compañeros especialistas consideran que pueden ser candidatos a un trasplante.

“El trasplante permite mejorar la calidad de vida del paciente, más que alargarla”

-¿En qué pacientes se valora la realización de un trasplante de pulmón?

-Los clásicos son aquellos que padecen una enfermedad denominada fibrosis quística, que suele afectar a niños y adolescentes. Nos planteamos el trasplante en aquellos pacientes con un conjunto de enfermedades poco frecuentes que pueden ser graves y que, en ocasiones, afectan también al corazón. Otra patología neumológica respiratoria en la que nos planteamos el trasplante es la Epoc. Antes, esta enfermedad se daba en gente de avanzada edad, pero, en la actualidad, a causa del tabaquismo, afecta a gente cada vez más joven. También son potenciales candidatos aquellos que presentan enfermedad pulmonar intersticial, más conocida como fibrosis pulmonar, aunque no todas las fibrosis pulmonares son candidatas al trasplante.

-Cuando se llega a la decisión de trasplantar a un paciente ¿cuál es el objetivo, prolongar la esperanza de vida o mejorar la calidad de vida del enfermo?

-Sobre todo, mejorar la calidad de vida del paciente más que prolongar la supervivencia. Sin embargo, un paciente que no se trasplante tendrá una supervivencia más corta. Nunca enviamos un paciente a valorar la posibilidad del trasplante sin explicarle todo lo que conlleva. Una de las ventajas es precisamente mejorar la calidad de vida, pero también tiene sus contras. Tengo pacientes que, pudiendo ser candidatos, han optado finalmente por no someterse a la intervención. Si todo fuera positivo habría muchas más personas trasplantadas.

-¿Cuáles son los pros y los contras que conlleva someterse a una operación de trasplante de pulmón?

-La primera pega es que no se trasplanta en Canarias, es necesaria la derivación a un centro trasplantador de la Península. Si finalmente el centro considera que nuestro paciente es candidato al trasplante, debe entrar en una lista de espera. Esto significa que la persona tiene que estar localizable las 24 horas del día todos los días por si surge un donante compatible, algo que nunca se sabe con certeza. Sí suelen establecerse estadísticas para ofrecer una media del tiempo de espera, que en el caso de A Coruña suele ser alrededor de un año. Otro de los incovenientes es la complejidad de la técnica de la operación de trasplante, en la que, a pesar de los avances en los últimos años, hay muchas posibilidades de que surja una complicación. Hoy día surgen más en el posoperatorio. Es también un proceso largo. Hay que tener en cuenta además que se está trasplantando un órgano que no pertenece a ese paciente. Para evitar cualquier rechazo, los trasplantados deben tomar inmunosupresores de por vida. Entre otras consecuencias, tienen el efecto de bajar las defensas, por lo que estas personas son propensas a tener infecciones. En algunos centros trasplantadores se les explica así: “Vas a cambiar una enfermedad por otra”. A pesar de ello, la gran mayoría de pacientes decide seguir adelante con la intervención. Entre las ventajas, está la mejora de la calidad de vida. De hecho, los propios trasplantados señalan que su vida cambia totalmente. De no poder hacer ninguna actividad, porque les falta el aire, pasan a una vida lo más normal posible. Y cada vez se prolonga más la supervivencia de estos pacientes. Siempre puede haber complicaciones, de hecho, algunos de los pacientes que hemos trasplantado ya no se encuentran entre nosotros.

“Si todo fuera positivo, muchas más personas optarían por el trasplante”

-¿Recuerda usted cuándo se realizó el primer trasplante de pulmón a un paciente en la isla de Lanzarote?

-La primera trasplantada de pulmón residente en Lanzarote se trasplantó sobre 2007 o 2008. No lo recuerdo con precisión porque no la enviamos nosotros al centro trasplantador de A Coruña, sino que la derivó el Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria. Fue a raíz de ella que iniciamos el circuito con el centro gallego. Yo había entrado en el equipo de neumología de Arrecife unos años antes, en 2001. En esa primera época no nos permitían mandar pacientes directamente, debíamos enviarlos al Doctor Negrín, algo que no nos parecía razonable ni a nosotros ni a los especialistas del hospital grancanario. Hablamos con la Dirección de Área y se cambió la política de trasplantes. Desde entonces somos nosotros los que derivamos directamente.

-Una vez que el especialista ha evaluado y valorado que el paciente es un potencial candidato al trasplante ¿cuál sería el siguiente paso?

-Nosotros intentamos realizar una selección de posibles candidatos tras una evaluación previa por parte del área de neumología de Arrecife. Después, enviamos un informe clínico al centro trasplantador. En el 99 por ciento de los casos aceptan ver al paciente. Comienza entonces otra etapa en la que se realizan muchas más pruebas complementarias para conocer la capacidad respiratoria y las comorbilidades. Es importante saber si el paciente tiene otras enfermedades que puedan influir en la técnica de la cirugía del trasplante. Tras esta valoración médica, un comité evalúa si el paciente es candidato al trasplante o no. Es un filtro más. No todas las personas que podrían ser trasplantables acaban en el quirófano. En el caso de que los acepten, pueden ocurrir dos cosas: que el paciente entre directamente en lista de espera, y entonces debe desplazar su residencia a la ciudad, o que no sea tan vulnerable como para entrar inmediatamente en lista de espera. A estos últimos los seguimos controlando en la consulta monográfica hasta que entran en lista de espera.

-¿Qué porcentaje de potenciales candidatos al trasplante acaba siendo rechazados por los centros trasplantadores?

-Desconozco ese dato. En el caso de Lanzarote, de los pacientes que hemos enviado a valorar ha sido rechazado el 30 o el 40 por ciento.

-Debe de ser muy decepcionante para el paciente recibir ese rechazo.

-Sí. A los potenciales candidatos a un trasplante siempre les advertimos de que la última palabra la tiene el centro trasplantador, para evitar decepciones. Son conscientes de ello, pero, aunque acuden mentalizados, siempre es desilusionante. Antes de enviar al paciente al centro trasplantador debemos seguir un protocolo establecido por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, consistente en una valoración previa con pruebas de función respiratoria completa, un test de la marcha, analítica completa, pruebas de imagen y una ecocardiografía para valorar la función del corazón, porque cualquier anomalía puede ser causa de rechazo en un programa de trasplante. Sin embargo, ese protocolo se vuelve a repetir en el centro trasplantador e incluso más pruebas que son decisivas para valorar si la persona es apta para un trasplante.

-¿Se puede dar la circunstancia de que un centro trasplantador rechace a un paciente y que lo acepten en otro?

-Sí. De hecho nos ha pasado en un par de casos. En concreto, la primera trasplantada de Lanzarote fue rechazada en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, centro con el que el Doctor Negrín tiene una relación muy fluida, y en el Hospital Universitario de A Coruña la aceptaron. Lamentablemente, es uno de los trasplantados que ya ha fallecido. Nosotros también hemos enviado pacientes a un segundo centro para que los revalúen, aunque no es algo habitual. Sólo en casos excepcionales.

-¿Cuántas personas de Lanzarote han podido trasplantarse de pulmón?

-El número de personas trasplantadas de pulmón residentes en Lanzarote es ya de 13. Pero solo la mitad (seis) sigue con nosotros. Habría que añadir a esta lista una persona recién trasplantada en A Coruña, que aún se encuentra allí recuperándose.

-¿Qué seguimiento requieren los pacientes que han sido trasplantados?

-Tras regresar de su periodo de recuperación en el centro trasplantador son asistidos en la consulta monográfica. Son pacientes sobre los que tenemos que estar muy vigilantes, por lo que la relación acaba siendo mucho más estrecha que en una consulta normal. Saben que, si tienen cualquier problema pueden localizarme. Asimismo, una vez trasplantados tienen que ir a sus revisiones periódicas en los centros trasplantadores. Con la pandemia se han visto interrumpidas estas revisiones, aunque saben que aquí podemos seguir con la evaluación en constante comunicación con el equipo de las unidades de trasplante. Los pacientes más delicados sí han podido seguir yendo a sus revisiones.

-¿Con la llegada de la pandemia hubo mayor preocupación por parte de las personas trasplantadas?

-Ya venían con la lección aprendida, dado que deben estar vigilantes para evitar enfermedades respiratorias. Antes se sentían raros por tener que llevar la mascarilla. Automáticamente, han incrementado las medidas sanitarias y evitan los contactos lo máximo posible. Por desgracia, una de estas personas estuvo afectada de coronavirus. Afortunadamente, ya está dada de alta. Al tratarse de pacientes inmunodeprimidos, la COVID puede ser nefasta para una persona trasplantada.

-¿Cómo ha llegado España a estar considerada como un referente a nivel de trasplantes?

-Porque la Organización Nacional de Trasplantes funciona muy eficazmente. Somos un país con muchas donaciones y el sistema está muy organizado.

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