“El objetivo de Akacenter siempre ha sido acercar la formación a las personas”
Juan Pablo Cabrera Borges, fundador de Akacenter
-Akacenter cumple 20 años en 2025. ¿Cómo surgió el proyecto? ¿Cuáles fueron los primeros pasos y las dificultades a las que se enfrentaron?
-Akacenter nació en 2005 en Tías, como un proyecto de emprendimiento destinado a cubrir la necesidad de formación especializada en el sur de Lanzarote, una zona con fuerte presencia del sector turístico. Los comienzos no fueron fáciles: hubo que adaptar espacios, diseñar una metodología práctica y garantizar que la formación estuviera al alcance de todos los colectivos. Fueron retos significativos. Además, detectamos una brecha entre la cualificación de los trabajadores y las necesidades reales de las empresas, que podía cerrarse a través de la formación. Los cursos más demandados en aquella etapa eran principalmente de idiomas, informática, administración y hostelería.
-¿Cuándo se produce la consolidación de la empresa?
-De una forma progresiva fuimos alcanzando diferentes objetivos, entre ellos mantener una programación estable a lo largo de los años. Un hito clave llegó cuando Akacenter fue reconocido como el centro con mayor inserción laboral de Canarias durante varios años consecutivos, según los informes del Servicio Canario de Empleo. Posteriormente se produjo la ampliación de sedes y el reconocimiento de la Consejería de Educación como centro autorizado de Formación Profesional de Grado Medio y Superior, lo que nos permitió llegar a un mayor alumnado dentro y fuera de Lanzarote. En la actualidad, en Lanzarote contamos con centros en Tías y Arrecife, además de en Gran Canaria y Tenerife.
-Sobre la expansión de la compañía, ¿cómo fue el proceso de aumentar sedes en Lanzarote y dar el salto a otras Islas?
-Desde el inicio, la idea siempre ha sido la misma: acercar la formación a las personas. La consolidación del proyecto nos permitió crecer con nuevos espacios en Arrecife y expandir nuestra oferta formativa a Gran Canaria, a Tenerife y también distancia, con una perspectiva nacional. Mantuvimos siempre la misma filosofía: llevar la formación allí donde esté el alumnado. También hay que tener en cuenta que el propio mercado y la competencia te van exigiendo que crezcas. O te adaptas a los factores externos y a una mayor competitividad, o terminas decayendo.
-Uno de los problemas de las empresas cuando se regionalizan es mantener la misma dinámica de trabajo en todos los centros. ¿Cómo lo resuelven?
-Cuando abrimos en Gran Canaria, en 2017, teníamos claro que todos los centros debían seguir los mismos procedimientos. Obviamente, todo se puede mejorar, y también le decimos a la plantilla que puede proponer ideas, que se llevan al comité de dirección y, si se aprueban, se implantan en todos los centros. Utilizamos un sistema informático que desarrollamos nosotros mismos, que ayuda en la gestión diaria. Creo que es fundamental para las empresas que quieran crecer tener una forma de trabajar bien estructurada.
-¿Cómo afectó la pandemia a la formación y cómo fue el proceso de digitalización?
-La pandemia supuso un reto inmediato. La paralización de la formación presencial y la necesidad de reaccionar con rapidez. Apostamos por un campus de teleformación y por nuevas modalidades, como la videoconferencia, que hoy continúan siendo un pilar fundamental de nuestra oferta. Fue un gran desafío para el equipo y el profesorado, pero pronto vimos los resultados: por ejemplo, todos los alumnos de Alemán superaron las certificaciones del Instituto Goethe ese mismo año. Se demostró que la formación online, si se hace con calidad, puede alcanzar los mismos resultados que la presencial, especialmente en áreas como los idiomas.
-En cuanto a la inserción laboral, durante años han ostentado el liderazgo en Canarias. ¿Cuál es el secreto?
-La formación solo tiene verdadero sentido si se traduce en empleo. Estamos muy orgullosos de que Akacenter aparezca de manera reiterada en los informes oficiales como el centro con mayor inserción laboral de Canarias. Más de siete de cada 10 cursos han alcanzado tasas superiores al 75 por ciento de inserción. La formación de adultos debe producir mejoras inmediatas en la vida de las personas, y la empleabilidad es uno de los indicadores más claros de ese impacto. Entendemos la FP como una vía para que las personas tengan una segunda oportunidad en el empleo, puedan cambiar de trabajo, mejorar sus condiciones laborales o quieran realizar un camino de emprendeduría.
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“Informes oficiales nos acreditan como el centro con mayor inserción laboral”
-¿Cuál es el perfil mayoritario del alumnado y cuáles son las principales demandas en materia formativa?
-El perfil es muy variado: desde jóvenes que se están formando para integrarse en el mercado laboral, a quienes quieren volver a incorporarse después de haber estado fuera de la Isla, o quienes quieren mejorar o cambiar su puesto de trabajo. Incluso titulados universitarios que perciben que hay mucha distancia entre lo que han estudiado en la universidad y lo que requieren las empresas en el plano más práctico. En la actualidad, la formación profesional se plantea como una tarea prácticamente continua a lo largo de la vida profesional. En cuanto a las demandas de formación, por supuesto los idiomas, pero también todo lo relacionado con las nuevas tecnologías, la minería de datos y la inteligencia artificial.
-¿Cuáles son los planes de futuro de Akacenter?
-Nuestros planes inmediatos son seguir fortaleciendo la formación online y la Formación Profesional, consolidar la agencia de colocación y estrechar alianzas con el tejido empresarial. A largo plazo, queremos reafirmarnos como centro de referencia en Canarias, manteniendo siempre nuestro compromiso con la excelencia y la empleabilidad.















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