
EL PASEO
Por Saúl García
No se trata de que vengan cuatro millones de turistas y gasten más, se trata de que vengan menos y que los beneficios se repartan mejor, se trata de que el beneficio no sea para una minoría
En 1978 César Manrique publicaba el manifiesto SOS por Lanzarote. La Isla tenía entonces 50.000 habitantes. En 1986 dio a conocer otro manifiesto: “Lanzarote se está muriendo”. Ese año llegaron a la Isla 460.000 turistas. En 1992, el año que falleció, cuando dejó escrito para su discurso póstumo del Día Mundial del Turismo que había que “mantener viva la conciencia crítica”, había 45.000 coches en Lanzarote.
Diez años después, en 2002, cuando se hizo una gran manifestación bajo el lema ‘Ni una cama más’, en Lanzarote ya había 60.000 plazas turísticas, 110.000 habitantes y 1,8 millones de turistas. Hoy Lanzarote tiene 163.000 habitantes, han llegado en el último año 3,4 millones de turistas más medio millón de cruceristas y hay 65.000 plazas turísticas y 10.000 viviendas vacacionales, con lo que las plazas totales se acercan ya a las 100.000.
Si hace cuarenta años, la cosa era urgente, hoy ya es tarde. La alarma de César, más visceral e intuitiva y dirigida más hacia la banalización y la destrucción del territorio, se ha transformado en la preocupación de un gran número de personas, que notan los efectos de la masificación: desajustes en servicios públicos, precarización, falta de vivienda…
En cuatro décadas se han encargado cientos de estudios, informes y alguna que otra iniciativa que pone el acento en los límites, pero parece que siempre hay que empezar desde cero. Los CACT acaban de encargar por tres millones de euros una auditoría para recualificar el destino turístico, como si fuera ese el problema.
No se trata de que vengan cuatro millones de turistas y gasten más, se trata de que vengan menos y que los beneficios se repartan mejor, se trata de que el beneficio no sea para una minoría y el gasto se reparta entre todos, de que el crecimiento y el negocio no sea a costa del empobrecimiento de los espacios públicos y naturales...
Si la riqueza no se reparte, no sirve de nada. Hay un aforismo que dice que después de tantos años luchando contra la pobreza no se ha logrado erradicar, así que habrá que probar con la lucha contra la riqueza, a ver si hay más suerte.
Para empezar, el domingo hay otra manifestación. Qué menos, ¿no?
Comentarios
1 Ulpiano Lun, 12/05/2025 - 09:34
2 Pilar Lun, 12/05/2025 - 12:46
3 Reparto Lun, 12/05/2025 - 16:03
4 Dinero Lun, 12/05/2025 - 19:09
5 El Chacho Jue, 15/05/2025 - 17:50
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