2 COMENTARIOS 11/07/2022 - 08:49

¿Se puede ganar una batalla con efecto retardado? Pues parece que se puede. Al menos, una batalla dialéctica, un argumento, lo que ahora se llama imponer un relato.

Las cosas han cambiado mucho en los últimos veinte años. Entonces, había sesiones intensas del Consejo de la Reserva de la Biosfera. Gobernaba el PSOE, como ahora, y lideraba Pérez Parrilla. Hay debates sobre el crecimiento, los hoteles, la ecotasa, la especulación, el medioambiente. La visión institucional coincidía, al menos en apariencia y en lo general, con la visión ecologista, frente al sector empresarial. Asolan abogaba abiertamente por la autorregulación del mercado y Aetur pedía perseguir las villas ilegales aunque apostaba por el golf. Lo difícil frente a lo sencillo.

El viernes hubo una sesión del Consejo donde se habló de movilidad y de las nuevas infraestructuras de carreteras que plantea el Gobierno. Habló José Luis Delgado, el director general de carreteras del Gobierno, del PSOE. Defendió que se haga una nueva carretera. Pragmatismo puro: hay que invertir, existe un problema y hay que solucionarlo. ¿Cómo? Pues si se lo encargan a la Consejería de obras, con una obra. Y ya está. ¿Las anteriores han solucionado los problemas que se querían resolver? No mucho, pero esto es lo que hay. Dijo que es la misma planificación que hace 17 años, como si nada hubiera cambiado en este tiempo: “Es la misma planificación que en 2005 porque no se ha hecho nada”.

Después, el protagonismo estuvo en tres intervenciones de representantes empresariales. Begoña Pérez, de la Consejería insular de Transportes, dijo que el transporte público "también significa solidaridad”. Casi nada. Eduardo Spínola defendió no consumir más suelo y usar las vías ya existentes, habló de la importancia del paisaje y señaló una duplicación que debería ser más corta. Susana Pérez, de Asolan, pidió la insularización del taxi, entre otros motivos por cuestiones medioambientales y de eficiencia, para que los taxis no vayan vacíos desde el aeropuerto a su municipio, y solicitó que se no se autoricen nuevas líneas marítimas entre Gran Canaria y el Puerto de Playa Blanca (ahora que se ha hecho grande) porque congestionarían después la carretera y tendrían un impacto negativo para la zona turística.

Aún no me tengo claro si esto son buenas o malas noticias, pero no me he repuesto de la impresión.

Comentarios

La congestión del tráfico se cura en el siglo XXI reduciendo el número de coches, no ampliando carreteras. Hay que recuperar el espíritu de desafío al convencionalismo y volver a ser vanguardia, con un transporte colectivo digno de Lanzarote y acorde a una trayectoria que tanto orgullo nos hace sentir.
Todas las empresas serán siempre sospechosas de tener intereses espúreos! Menos las empresas de comunicación, que tienen todo el derecho a adaptar sus líneas editoriales a sus propios intereses empresariales, faltaria más.

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