La diversión nunca ha sido un derecho pero, a este paso, va camino de convertirse en un deber. Es curioso que dos fuerzas conservadoras con tendencia a privatizar o externalizar estén empezando a convertir las instituciones en promotoras de eventos.

Nos está quedando un panorama totalmente absurdo: sacamos a concurso lo básico, como la limpieza o el agua pero organizamos fiestas y saraos de todo tipo desde las instituciones. Antes se hacían fiestas y obras en año electoral. Está claro que en Arrecife y el Cabildo, como quieran seguir el ritmo, puede que ganen las elecciones pero van a perder la salud. Porque no solo organizan, es que van a las fiestas. Hace no tanto se hacía política acudiendo a los entierros. Ahora hay que ir de fiesta: o tempora o mores.

La misma fuerza política que decidió devolver el tráfico a la Avenida, ahora la cierra cada dos por tres para algún evento. Debe ser que la necesariedad del tráfico para el fomento del comercio funciona de manera intermitente. Con el aparcamiento hacen algo parecido. Dicen que es imprescindible pero ocupan el solar donde aparcaban más coches para hacer una feria. Y además ponen una pista de hielo, que no debe consumir poco combustible y a la que la gente va en manga corta en el invierno más cálido que se recuerda. Después haremos campañas de Arrecife capital de la Biosfera.

Pero parece que esto solo es el principio. Queda un mes para los carnavales, y van a intentar hacer una especie de recinto feria en el solar de Agramar. Se están especializando en acondicionar solares para fiestas. Debe ser una tendencia. A ver si funciona y continúan después por acondicionar los espacios públicos por los que sí pasan los vecinos.