Hay que congratularse de que el Cabildo y el Ayuntamiento de Arrecife estén de acuerdo, al menos, en una cosa: hay que celebrar la Nochevieja. Puede que sea por el efecto preelectoral, o quizá por el efecto postpandemia, o por la tendencia irrefrenable a celebrar de día las fiestas que antes se celebraban de noche, pero el caso es que las dos instituciones se han lanzado a festejar el último día del año.

En cuanto a la fiesta, totalmente de acuerdo: en la hora y en que sea en el centro de la ciudad. Tan solo un detallito: se han puesto de acuerdo en la celebración pero cada institución ha hecho su fiesta, una a treinta metros de la otra. La colaboración parece mejorable. A ver si a partir de ahora se ponen de acuerdo para arreglar la Plaza de Las Palmas, aunque sea una acera cada una.

Después está la tendencia, ya instalada, de que las instituciones se hayan convertido en promotoras de diversión. Comenzaron colonizando las fiestas patronales y han pasado, después, a la Navidad, los carnavales, el principio de la primavera, el fin del verano o cualquier fecha que no celebre nada.

Si hay que dejar algo a la iniciativa privada, debería ser la diversión. No parece que sea una actividad en riesgo de desaparecer si no interviene la iniciativa pública. Bastaría con que no pusiera tantos problemas.

Como deseo de año nuevo, voy a pedir que la tendencia de lo público vaya, por ejemplo, hacia el transporte. Que no sea por no pedir.

Feliz año nuevo.