San Ginés, el presidente que nunca aspiró a ser presidente (“a pesar de los ríos de tinta que se han escrito, las horas de radio y confabulaciones que emplean los de siempre para demonizarme”, según dice él mismo), tiene un motivo para estar contento. Ya es el presidente, incluyendo a los que sí querían, que más tiempo lleva, sin interrupción, como presidente del Cabildo en democracia: seis años, tres meses y algunos días. Lo destacó él mismo, probablemente de manera involuntaria, en el último pleno. Ya ha superado a Pérez Parrila y sólo le quedan por delante Augusto Lorenzo Quintana, que fue presidente durante once años, entre 1938 y 1949, y Pepín Ramírez, que lo fue catorce, de 1960 a 1974.  No es un secreto que San Ginés quiere reeditar el éxito de Pepín Ramírez y César Manrique. No es un secreto  porque él mismo se encargaba de hacer esa analogía en su artículo 'Las nuevas manos', entre Ramírez y él a través de una figura retórica que maneja a la perfección, también sin saberlo (esto sí): la lítote, que consiste en negar aquello que se quiere afirmar: “salvando las distancias porque yo no soy ni pretendo ser Pepín Ramírez...”, decía nuestro presidente. Con este récord San Ginés ya tiene un pequeño hueco en la historia de Lanzarote (en la de Titerroy seguro).  Él lo quiere. Lo desea y no lo disimula, lo cual es comprensible. ¿Quién no lo querría?

Pero, ¿por qué hacer esta afirmación arriesgada? Porque hay pruebas que avalan que piensa mucho en la historia y que sus actos son históricos, luego su figura lo acabará siendo. San Ginés ansía haecr cosas que nadie ha hecho, busca reconocimiento (cariño, en el fondo) y quiere trasladar el modelo de sueño americano de niño de barrio humilde ascendido a presidente a este lado del Atlántico.

Veamos esas pruebas:

En julio de 2011 decía esto: “Quiero informar a la opinión pública, que soy el primer presidente en la historia democrática del Cabildo de Lanzarote que, por decisión voluntaria renuncia a 12.000 euros anuales”

En abril de 2014 firmó un acuerdo con el comité de empresa de los CACT que calificó así: “Hoy es un día histórico y grande para el conjunto de la sociedad de esta isla”.

Cuando privatizó Inalsa y adjudicó el servicio a Canal Gestión, dijo que era la mejor noticia de la legislatura aunque antes había dicho que el pliego de condiciones era inédito en España por sus ventajas. El concurso también fue inédito porque quedó desierto.

En febrero de 2015, emitía una nota de prensa, que decía: “Pedro San Ginés responde al PP con una inversión histórica tan solo en los dos últimos años de 'más de 55 millones de euros en 248 obras en los municipios'. Y reiteraba en su facebook: “Inversión histórica y sin precedentes en la capital de la isla”.

Hace dos semanas, saldaba la deuda con Haría por la Cueva de los Verdes y decía: “La entidad Centros de Arte, Cultura y Turismo (CACT) ha abonado al Ayuntamiento de Haría la “deuda histórica” por impago del canon”.

Y por último, este fin de semana, con el hundimiento de las esculturas en Playa Blanca, y donde se comparó por segunda vez con Pepín Ramírez, aseguraba: “Es un día histórico para la Isla” ya que se abre “una puerta al océano” que “nos hace más competitivos” y que supone “el proyecto de mayor proyección que ha visto Lanzarote en este siglo”.

Conclusión: Historiadores del mundo (y de la Isla), hagan sitio, que San Ginés anda cerca.