1 COMENTARIOS 28/02/2014 - 09:38

Shelma está detrás de las luces de muchos de los conciertos y espectáculos que suenan en Lanzarote. Diseña volúmenes y genera atmósferas. Su trabajo es sutil y matemático, pero pasa desapercibido, igual que el de muchos otros profesionales técnicos del mundo audiovisual. El pasado 15 de febrero presentó en Lanzarote su primer cortometraje, La Luz, una historia inspirada en música de Sam Roberts.

Como jefe de iluminación de Tecnosound Canarias (Grupo TSC) se encarga de coordinar una gran variedad de montajes, desde el más chico (fiestas de un barrio), hasta el más grande (un concierto de Extremoduro o un diseño de luces para una boda en Puerto Calero, con 300.000 vatios de potencia y veinte complejos días de trabajo).

“Vine a Lanzarote para unos meses y ya llevo once años”, dice Shelma, que nació en Almansa  (Albacete) y terminó COU sin ninguna gana de estudiar una carrera así porque sí. Como la música le apasionaba desde pequeño, empezó a trabajar como técnico de sonido en algunos conciertos. Empezó a investigar, a ver trabajar a otros compañeros y se interesó por la iluminación.

“La luz lo es todo. Puede hundir un espectáculo”, afirma. Pero también puede encumbrarlo,  llevarlo a la cima. “La gente no lo aprecia porque es una herramienta muy subjetiva”. El mejor show de luces que ha visto en los últimos tiempos es el de la banda norteamericana Nine Inch Nails. El peor prefiere no decirlo. “También es muy bonita la iluminación para televisión, la creación de volúmenes y de ambientes”, explica. Con su empresa, que le ha permitido “crecer y aprender”, grabó hace años el tradicional recital de habaneras para la Televisión Canaria, con un hermoso resultado.

Hoy estudia un grado superior de Realización de Audiovisuales y Espectáculos. “Si ves el temario de luces, te mueres”, advierte, lamentando lo exiguo, lo nimio del capítulo referido a su interés. En su vida, primero fue el sonido y luego llegó la luz. Porque la pasión de este profesional de la iluminación es la música. La pared de su salón, empapelada con posters de conciertos, verifica su afirmación. Igual que una extensa colección de vinilos y cedés. Sólo la mitad de su discografía, porque el resto está en casa de su madre.

Ha trabajado en conciertos de The Right Ons o Redd Kross, entre otros muchos. “Algunos de mis amigos son promotores musicales y estuve trabajando con ellos en varias giras”. Así aprendió el poder de la luz. “Fue un descubrimiento, surgió de repente”. Su trabajo en El nuevo Sísifo, un corto dirigido por Iñigo Castañedo, le inoculó ganas de rodar su propia obra. Desde el principio tuvo una cosa clara: “La idea era hacer algo bien hecho. Yo trabajo en el medio, he buscado a la gente que sé que es buena, y ha querido colaborar”.

La Luz empezó a prepararse en 2012, y surgió de una canción de Sam Roberts: Lions of the Kalahari. “La música está llena de historias”, dice Selma. Esta inspiró La Luz y le pidió una protagonista. Shelma lo tuvo claro desde el principio: tenía que ser Cristina Temprano, narradora de historias. En un viaje Madrid-Lanzarote, una coincidencia en el aeropuerto le brindo la posibilidad de proponérselo a la narradora zamorana: “Sin ti no hay película”. Ella aceptó.  

Fue su primera vez como actriz y la experiencia fue tan “interesante” como agradable. Dejados los miedos en la cuneta, trabajó su personaje con Iñigo Castañedo y se guió por el planteamiento del director: “¿Sabes esos tres primeros segundos, cuando te despiertas, y a veces no sabes dónde estás? Esa es la sensación de la que debes partir”.

El rodaje se desarrolló en interiores, entre los meses de abril y julio de 2013, primero en una nave del polígono industrial de Naos y luego en el Teatro Insular, que disponía de un necesario ciclorama. El presupuesto para el cortometraje fue de cero euros. Se ha rodado gracias al interés y la devoción de todo el equipo, que volvió a reunirse el pasado 15 de febrero, en Bodegas El Grifo, para el estreno del cortometraje, que no se distribuirá hasta el próximo mes de junio.

“No hay prisa, no tenemos una productora detrás que nos agobie”, ríe Shelma. La idea es encontrar un buen canal de distribución y participar en citas importantes, como el festival internacional de cine fantástico de Sitges. El silencio que se generó durante la premier del cortometraje fue un regalo para el director, que disfruta escuchando las diferentes interpretaciones de los espectadores. “Aquí hay mucha gente con talento para hacer muchas cosas”.

Fotos: Joaquín García Vera.

[La Luz es un corto escrito y dirigido por Shelma, que también ha participado en la Fotografía con Raúl Jiménez. Jonay Armas se encargó de las Sonoridades y Efectos, y Alejandro Muñoz de la Dirección de Sonido, con la ayuda de Daniel Ramírez. Cristina Temprano y Óscar Hernández son los dos actores protagonistas, dirigidos por Iñigo Castañedo. En las cámaras han estado Raúl Jiménez y Rubén Acosta. La edición corrió a cargo de Tony Garci Jr. Rosa Valdés, Atún de Corral, Yvonne Thiery, Darío Acosta, Cristina Temprano, Inés Gómez, Elsa García y Aischa Gil fueron las sombras. Los eléctricos fueron Jonay, Guille, Tenique, Pelao, Lato y Waka. Guillermo Tulán y Amparo Megías también fueron ayudantes de dirección. Rosa Valdés e Inés Gómez, ayudantes ficticias (como la productora: Producciones Ficticias). Inés Gómez fue la script y Oswaldo Machín se encargó del vestuario y del maquillaje. Oscar Hernández hizo las veces también de encargado de peluquería. Los decorados fueron de Diego Rueda y Kabe Orereta. Éste último, fue el autor del storyboard. Como ayudantes de set y claquetas estuvieron Javi Smith, Emma Pérez y David Obregón. El diseño de los créditos es de Josua Wilbert. Las mezclas de sonido, de Ane Fernández y Alejandro Muñoz. El diseño gráfico, de Pelaka. Las fotografías del making off las disfrutamos gracias al ojo de Joaquín García Vera. Lourdes Santana se encargó de la producción ejecutiva; Mari de la producción en plató. En el transporte participaron Lato, Javier Duarte, Tomás Yeray y HSmith. Organizaron el abastecimiento y catering Amparo Megías y Emma Pérez. El equipo audiovisual fue de Hi-Vision y el abastecimiento visual de Francisco Fuentes. Las estructuras y la iluminación, de TSC Grupo. Del montaje de los sets se encargaron Lato, Tenique, Waka, Pelao, Jonay, Daniel, Mena, Walter y Yavé. El tramoyista fue César Curbelo. La Luz no hubiera sido posible sin todos ellos. Tampoco sin las empresas colaboradoras: TSC Grupo, Hi-Vision, Re-Windphoto, Rubén Acosta Fotografía, Oswaldo Machín, área de Educación y Cultura del Cabildo de Lanzarote, Estudios Neptar, Heart of Gold, Pelaka, Bodegas El Grifo, Restaurante La Cascada (Puerto del Carmen), Sonidos Líquidos, HSmith Solutions, Amparo Megías Desarrollo Web y Josuawilbert]

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Felicidades y a seguir creando que falta le hace a esta isla. Un saludo a todos los que han colaborado en el proyecto.

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