0 COMENTARIOS 06/01/2014 - 07:55

En el número dos del pasaje Julio Blancas (Arrecife) se encuentra la primera destilería artesanal de Lanzarote, presidida por un billar, con aroma bodeguero y dos alambiques de cobre. Está gestionada por Francisco Rosado, Juan Antonio Betancort y Antonio Valero, tres socios reunidos en torno a una afición: la fabricación de aguardientes. En Máguez trabaja Daniela Ternavasio, una italiana nacida en un pueblo próximo a Turín que cambió su oficio turístico por la artesanía licorera.

Las hierbas y los frutos que ofrece la naturaleza local han sido aprovechados desde tiempos antiquísimos para elaborar remedios digestivos, cataplasmas que aliviaban dolores y alcoholes para celebrar fiestas. Era costumbre en Lanzarote (y lo es todavía en algunas casas) guardar un garrafón de vino al nacer un chinijo y abrirlo el día de su boda. Así lo cuenta Giovanni Lemes en su libro “Licores tradicionales de Lanzarote”.

El Archivo Histórico de Teguise conserva entre sus fondos recetarios del siglo XIX y principios del siglo XX, pero la memoria oral guarda la mayor parte de los secretos para elaborar una buena mistela. Fue fundamental para Daniela Ternavasio cuando empezó a trabajar en ‘Espíritus Lanzarote’, un taller que elabora licores por maceración con frutas y hierbas locales (romero de su jardín, moras del Norte, higos tunos, limones de La Atalaya, etcétera). “Aprendí muchísimo en Mancha Blanca: la gente se acercaba para decirme cómo hacían ellos el licor o para sugerirme nuevos licores como el de níspero”, dice Daniela.

El uso de ingredientes naturales y la maceración en ron Artemi, blanco o amarillo, conservado en garrafones de cristal son las señas de identidad de los ‘Espíritus’ que fabrica Daniela en el Norte y vende en los mercados insulares. “Siempre me encantó hacer mermeladas, salsas y licores para consumo casero. Ahora he convertido la afición en oficio”.  

En enero de 2012, la empresa Rosado y Valero comenzó los trámites (plan de viabilidad, registro industrial, registro sanitario, etcétera) para poner en marcha la primera destilería artesanal de Lanzarote, no muy lejos de La Destila, barrio de Arrecife donde antaño se emplazaban una fábrica de aguardientes. Francisco Rosado se crío en Madrid pero su familia es manchega, de Tomelloso. Su abuelo fue un emprendedor de la posguerra. “Después de la guerra pensó que no quería ser un destripaterrones [un trabajador del campo, en referencia a los terrones de arcilla del campo manchego] y montó una alcoholera industrial”, cuenta su nieto.

La base (o masa) alcohólica de sus licores se fabrica con fruta o con vino. El proceso de fermentación transforma los azúcares en alcohol y dióxido de carbono. Almacenado en envases de policarbonato, tarda en obtenerse una semana en verano o quince días en invierno. Si se usa vino, sólo se aprovecha el 20 o el 25%. Los números, de momento, les impiden trabajar con malvasía lanzaroteña porque encarecería muchísimo el producto final.

Una vez obtenida la base alcohólica se vierte en el alambique de cobre. La mezcla se calienta en la retorta y emite un vapor que se enfría en el serpentín. Con 20 litros de base alcohólica, y al cabo de cinco horas de destilación, se obtienen cuatro litros de licor. “Hay que ser muy cuidadoso con la temperatura, para conseguir el corazón del alcohol”, dice el funcionario. En la cabeza, están los alcoholes más fuertes. En la cola, los más flojos. El corazón contiene la graduación y los aromas que se le exigen a un digestivo para consumo humano.

A partir de 2014 tienen previsto vender ‘Elixir de Volcán’ (espirituoso de anís y eucalipto), el ‘Fuego Pasión’ (licor de tuno), ‘Fuego de Volcán’ (licor de aloe) y ‘Llama de Fuego’ (crema de leche y cereales) en los mercadillos de Lanzarote. El precio de cada botella ronda los seis y los ocho euros. “La idea es cubrir gastos y disfrutar haciendo algo que nos gusta, reuniéndonos”, dice Rosado. La destilería está presidida por un billar y animada con una radio. La producción será pequeña y si va bien, les gustaría hacer realidad un capricho y fabricar el primer brandy lanzaroteño.

Más información: Espíritus Lanzarote. http://espirituslanzarote.es/. Calle Las Cruces, 6. Máguez. Rosado y Valero Aguardientes y Destilados: 635 542 242. Lanzarote. http://espirituslanzarote.es/. Calle Las Cruces, 6. Máguez. Rosado y Valero Aguardientes y Destilados: 635 542 242. 

 

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