Ana Carrasco

Suposiciones

La definición del verbo suponer, según la RAE, es "Considerar como cierto o real algo a partir de los indicios que se tienen". WordReference.com añade "sin tener certeza completa de ello".

Cuando yo era casi una adolescente, una señora le dijo a mi madre que era una pena que tuviera una hija, yo, tan triste y seria. Mi madre reaccionó con cierto asombro negando la mayor -"Para nada, mi hija es muy alegre y divertida"- Mi querida madre no le llegó a decir que su hija, flaca como un cangallo, era gruesa en ocurrencias y bromas.

Suponer no es ser. Eso lo aprendí y experimenté en un curso intensivo de interacción y dinámica personal cuando contaba en mi haber existencial treinta y tres años. En el curso, celebrado durante cinco días en El Escorial, nos enseñaron desde el primer ejercicio práctico, en parte incómodo y desconcertante, que es un gran error juzgar a una persona por su apariencia. El juego consistía en tocar a una persona que te cayera mal. Toqué y fui tocada. Ninguna de las 30 o 40 personas del grupo nos conocíamos, ni siquiera nos habíamos dirigido la palabra aún. Han pasado 25 años y sigue siendo una de mis mejores amigas la mujer que yo toqué con vergüenza aquel día de verano.

Juzgar sin conocer es prejuzgar. El problema es que lo hacemos en exceso, y no solo prejuzgamos cómo son los demás, sino sobre cómo son las cosas. Nos pasamos el día conjeturando, sospechando, creyendo, imaginando, pensando, considerando, figurando. Y cada uno de estos verbos, sinónimos de suponer, se materializa en forma de aprensión que impide que conozcamos la verdad, que en el ámbito del NOS se materializa en distancia hacia el otro. Porque cada verbo citado secuestra oportunidades de conocer al otro, conquistar la verdad, interactuar, construir. Tanta suposición estalla como volcán en erupción si va maridada con un "me dijeron", dejando la verdad enterrada bajo del picón donde solo cabe la transparencia del agua.

Perdonen, pensé que habían dejado de leer. Decía que cada suposición nos paraliza, nos distancia de los otros y, por ende, aborta procesos comunitarios tan necesarios para la construcción colectiva de una sociedad próspera y feliz.

Y es que, en el día a día de esta isla, las suposiciones de unos y de otras boicotean las oportunidades de interacción, de encuentro, de debate, de diálogo, de entendimiento entre las personas que conforman la comunidad. Y pasa en todos los niveles de organización, ya  sean colectivos, familias, partidos políticos, cooperativas, centros educativos o Instituciones. Reflexiono sobre ello recordando algunas frases escuchadas a lo largo de mi vida del tipo "yo con ese no me siento que me cae fatal, tampoco con esa que tiene pinta de boba, o no hablo con aquél porque me parece que es de x partido político", cuando lo prioritario era sentarse alrededor de una mesa para debatir sobre lo que era de interés general.

En fin, que si nos atreviéramos a acercarnos sin prejuicios, habría más ocasiones para la cooperación, y menos desconfianza. Actitudes que son imprescindibles en momentos de gran incertidumbre y acción ante la emergencia climática. Óscar Iglesias, doctor en Sociología y Patrono de la Fundación Sistema, dice "hoy más que nunca, la confianza es la base sobre la que debe cimentarse un nuevo contrato social que construya un mundo de bienestar para todos los seres humanos".

Setsuko Thurlow, superviviente de la bomba atómica de Hiroshima lucha desde hace más de 70 años para que nadie nunca vuelva a vivir su experiencia. Ella, con 13 años, quedó impactada al ver con horror a sus familiares irreconocibles y una procesión de personas inocentes cubiertas de ceniza, con los ojos en las manos. Elocuente a sus 88 años, defiende que la solución de cualquier conflicto se debe resolver en una mesa de negociación, no con violencia. Y es que los prejuicios también son el mejor caldo de cultivo de la violencia.

Mi amiga la tocada, el segundo o tercer día del curso, entre risas, me tiñó las canas con lo que teníamos a mano, un cepillo de dientes. Bendito cepillo que creó un espacio de confianza y amistad aunque nos separen desde hace 25 años 2.581 kilómetros. Bendito curso que me enseñó desde el primer día a enterrar mis prejuicios.

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