Sigfrid Soria

Hay que etiquetar a Vox

Ultraderecha, esa es la etiqueta que en general los medios de comunicación ponen a VOX en un intento de diferenciarlo peyorativamente del resto de partidos políticos. Se teme a lo desconocido cuando se vive de lo conocido y si, además, el desconocido viene con verdaderas intenciones de cambiar las cosas, más se teme. La prensa escrita, televisión y radio se financian en parte de los partidos políticos y estos, a su vez, de fondos públicos. VOX no ha tocado poder y, por tanto, no participa del reparto de fondos de todos los españoles destinado a financiar a quienes tocan poder, por lo que no ofrece lo que interesa a los medios de comunicación, dinero. Profundizando en el argumento, VOX es percibido por los medios de comunicación como una amenaza a su zona de confort actual en la que todos, y cuando digo todos es hasta los comunistas antisistema, ofrecen su particular pesebre a los hambrientos medios.

Se ha llegado al punto en que los aturdidos medios de comunicación se ven en la obligación de dar cobertura a lo que ocurre con VOX, pese a tener la certeza de que VOX no dispone de esa pasta pesebrera gansa cuyo origen público no tiene más mérito que haber tocado poder político institucional. Pero es que los medios se ven en dicha obligación, porque lo que está ocurriendo con VOX es un fenómeno muy importante que periodísticamente no pueden ignorar, sin cobrar a VOX ni un céntimo de euro, porque no tiene, mientras cobran ingentes cantidades al resto de partidos que, a su vez, están entrando en pánico al ver el geométrico crecimiento de sentimiento patriótico que está mostrando la sociedad española, magistralmente pilotado por VOX.

A este galimatías al que se enfrentan los medios de comunicación se une un demoledor factor a futuro. El partido patriótico ha dejado claro que si toca poder eliminará la financiación pública a todos los partidos políticos y sindicatos, esa financiación de la que comen y que mantiene calentito el pesebre de los medios. Ya vamos viendo, por tanto, que lo último que desean quienes viven de los partidos es que llegue al poder uno que les someterá a profundos cambios y que les sacará de su zona de confort pesebrera, porque lo de que serán más independientes desde el punto de vista informativo y deontológico, les importa menos.

Visto que lo único que importa es la pasta, hay que hacer todo lo posible para que quien constituye una amenaza al grifo deje de serlo. La conjura para parar el efecto VOX está servida, de ahí el tratamiento mediático de ultraderecha, es decir, que viene el coco y nos va a comer a todos.

A partir de ahí, no hay más planteamientos; los conceptos ultraderecha y facha se funden en un armónico matrimonio, oficiado por los medios de comunicación, que tiene como resultado considerar negativo cualquier propuesta que venga de ese partido ultraderechista y facha. Por ejemplo, eliminar 65.000 sueldos del estado autonómico y el resto de gastos corrientes de los 17 parlamentos y gobiernos autónomos (podríamos hablar de un ahorro de unos 60.000 millones €/año) es muy de ultraderecha. O acabar con las políticas de inmigración que generan efecto llamada que engordan a las mafias que trafican con seres humanos, también es de ultraderecha. U oponerse a que Europa afrente a España no extraditando a delincuentes fugados o dicte la salida de la cárcel de terroristas, violadores y pederastas, es de fachas. O exigir que todos los españoles tengan las mismas oportunidades laborales en cualquier sitio de España, es el colmo del facherío.

Lo que está claro es que los medios de comunicación están trabajando para evitar que millones de españoles se sumen a la espiral del ciclón VOX, pero más claro está que las fuerzas de la naturaleza se imponen a los designios humanos, sobre todo cuando la naturaleza es España y los designios humanos son los medios de comunicación.

Comentarios

Este individuo, con independencia de su ideología ultra, es un profundo ignorante, que se cree su propias falacias. No ha inventado nada. Sus soluciones son simplistas y completamente insuficientes para resolver los graves problemas sociales de este país. Confío en que la gente se de cuenta de la peligrosidad de sus propuestas. ¡Ya está bien de salva-patrias !!!, (¿ o quizá no? )
Miedo, mucho miedo en la casta politica y en los piji progres de salon a que los españoles hagamos finalmente limpieza. Vox solo es la herramienta, pero menuda herramienta!
Cómo a Lanzarote llega toda la basura española?
Son gentes de a pie, en su mayoría; hombres y mujeres sin conciencia crítica que no ven más allá de un trapo rojigualda y que señalan al inmigrante como el culpable de la tasa de desempleo de los españoles. Porque todo imbécil que se precie y que no tiene algo por lo que pueda mostrar orgullo, se refugia en el último recurso que le queda, es decir, el de vanagloriarse de la nación en la que, por azar, ha nacido. Algo así vino a decir Schopenhauer y, después de ver lo que está sucediendo, yo lo suscribo. No es para menos. (Montero Glez, en el diario.es, hoy)
Oiga¡ pues es verdad!
Yo no soy idiota. Y del análisis de la actual situación de España, cada vez más, más españoles creemos que el problema fundamental es el actual Estado de las Autonomías. Localismos e independentismo, corrupción, ineficiencia en el gasto público.,etc. Y la pérdida de valores fundamentales de una sociedad. VOX lidera un cambio radical que evite la destrucción de España. Y mucho estáis tardando en uniros a este proyecto.
Si, es verdad, hay mucha gente que no se siente idiota, ni facha, ni ignorante; creen que son normales, gente sana, gente de orden. Pero, lamentablemente para los demás, están equivocados...
El médico Pomares cree que los idiotas somos nosotros. El mensaje de Vox es Mein Kampf revisitado.
En Andalucia, al PSOE, lo denominan, con mal disimulada sorna "La PSOE". Seguramente Sanchez para aprobar los presupuestos del año que viene, necesite el apoyo de los nacionalistas catalanes, y éstos a cambio, piden que la Fiscalía haga la vista gorda, y baje la petición de penas a los implicados en el IO; esto es un chantaje puro y duro a la nación, pero legal, y como ésto, un millón. VOX, no va reconvertir esta partidocracia oligárquica, en una verdadera democracia; los partidos políticos, que son los dueños del Estado, solo se representan a ellos mismos, no al ciudadano; no hay separación de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo ni representación ciudadana, y los jueces, deberian gobernarse ellos mismos, para ser independientes. No votaré jamás, hasta que tengamos una verdadera democracia representativa.
Pues recuerdele, señor Soria, a su jefe Santiago Abascal, presidente de VOX, como el mismo ocupo bien a gusto uno de esos "pesebres" bien remunerados por dinero de los ciudadanos cuando estaba en el PP y fue colocado en sendas fundaciones sin apenas actividad y llegando a cobrar 83000 euros al año sin dar un palo al agua hasta que fue destapado por el periódico El País y le cerraron el chiringuito, momento en que se dedica a montar el partido ultra que usted ahora tan contento pregona. Los interesados busquen las noticias sobre los hechos en internet. El que no tiene argumentos es usted, señor Soria. Toda su columna de opinión no es más que una panfleto da servida desde el propio partido para hacerse los grandilocuentes. No es usted ejemplo de lo que debería ser un verdadero ciudadano cívico. Firmado un español y canario.
La palabra FASCISTAS es la mejor que etiqueta a VOX ¿O hace falta que tiremos de hemeroteca para recordar los tuits de homófobos y xenófobos de Sigfrid Soria en Twitter?
Por mucho que critiquen a vox ,ami no me vas a limpiar mi cerebro ,automáticamente yo apoyo a VOX ya estamos hasta los huevos de los izquierdistas rojos ,yo VOX punto y pelota

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