Bien, ¿y ahora qué?
El anuncio por parte del Cabildo de Lanzarote de la consignación de dos millones de euros para el tratamiento de las palmeras es una buena noticia. Lo es por varios motivos, porque se da respuesta a una situación que dura décadas y que tiene como protagonistas al Cabildo y a los siete ayuntamientos; porque ha sido un dilatado periodo de dejación con responsabilidad para todos los colores políticos. Porque, además, se trata de una primera intervención de calado en temas medioambientales que debería tener continuidad con otras acciones que se encuentran fuera de agenda y que tienen al territorio como protagonista. Lo grave ha sido que la afección del palmeral insular no es una enfermedad silenciosa, sino que tiene una serie de manifestaciones apreciables desde los primeros estadios de la enfermedad, y que es en esos momentos cuando se puede actuar con un razonable éxito. Pero nadie ha querido mirar.
Durante todos estos años, han desaparecido a ojos de todos un notable conjunto de palmeras en el casco de Tías y de Puerto del Carmen, en Playa Honda, en Arrecife… y no ha sido repentino, sino que las señales eran perfectamente apreciables. Esas manifestaciones relacionadas con la aparición de determinadas hojas secas en lo que es un proceso anormal en la vida de una palmera, se ha dejado pasar, y en muchas ocasiones se eliminaban esas hojas para ocultar el daño, sin que se actuara sobre cada ejemplar enfermo. También es cierto que al área de medioambiente de la institución insular no es que le haya temblado el pulso para autorizar la tala de muchas palmeras justificado por estar afectadas por la diocalandra, sin plantearse nada más. Decía alguien que si se cuantificara económicamente el valor de mercado de cada palmera, atendiendo a su porte, como poco, cada ejemplar adulto estaría entre los tres y los cinco mil euros. Fuera del aspecto monetario, la degradación del paisaje, no parece poderse cuantificar.
Esa evidencia ha sido -y es- clamorosa en Arrecife en toda la Vía Medular o en las cunetas de la carretera que conduce al Muelle de Los Mármoles. Hay un espacio que aparentemente no ha dado muestras de daños, hasta que la evidencia se ha hecho presente de forma reciente, uno es en la carretera que discurre por la zona industrial de Arrecife que conduce a San Bartolomé que cuenta con extraordinarios ejemplares de muy buen porte y que ya se encuentran muy dañados. Otro es toda la carretera general entre San Bartolomé y el Monumento al Campesino, que igualmente se comienza a observar señales inequívocas de afección, y de no actuar con rapidez, los ejemplares tienen los días contados.
Ahora toca saber, cuándo se comenzará y cómo lo va a hacer el Cabildo, pues si se limita a la contratación de una empresa que acometa semejante tarea de aplicación del tratamiento, ejemplar a ejemplar, sin que realice un seguimiento con personal propio que garantice que la intervención es la correcta y que efectivamente se realiza, la cosa podrá no tener éxito. Hay que saber que de tratarse con endoterapia, a cada ejemplar adulto se le debería aplicar en cada actuación varias bolsas de producto, valorando posteriormente cuántas actuaciones más se precisan.
Digo lo que digo, que si esto va a ser un negocio para algunos, y el Cabildo no supervisa, pues no va a servir de mucho. Vender humo en FITUR estresa mucho y después no quedan ganas de nada hasta la próxima edición de la feria en 2025.
Comentarios
1 Moringa y morera Vie, 23/02/2024 - 14:00
2 Podador acreditao Vie, 23/02/2024 - 19:12
3 Anónimo Vie, 23/02/2024 - 19:59
4 Al 3 Sáb, 24/02/2024 - 02:37
5 Equitec Sáb, 24/02/2024 - 15:59
6 Al 3 Dom, 25/02/2024 - 16:09
7 Al número 1 Lun, 26/02/2024 - 15:25
8 Nota al moderador Lun, 26/02/2024 - 15:32
9 Al 5 Lun, 26/02/2024 - 16:02
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