Samuel Cabrera

Ástrid, mójate

Ástrid, dices que no eres responsable de que Arrecife continúe inundándose con cada lluvia. Que la culpa es del Cabildo y del Gobierno de Canarias. Alfredo Mendoza, consejero del Cabildo, del PSOE, niega la mayor y da fechas y cifras y te responsabiliza de la no ejecución y de rechazar, en el marco de la colaboración interadministrativa, una importante cuantía económica para obras relativas a estas miserias que la ciudad padece y nosotros sufrimos. Por no estar, denuncian que ni has estado dando el callo en el Consorcio de Emergencias cuando Arrecife se inundaba y sé que a algunas llamadas a tu policía municipal denunciando que determinadas zonas de la ciudad estaban al borde del colapso, la respuesta fue que en toda la ciudad habían muchos problemas de inundación. Claro, los agentes ni aparecieron, para no mojarse ni meter las botas en dos palmos de sopa en forma de agua de lluvia y mierda. Esa eres tú y tu policía.

Mendoza dice, más elegantemente que yo, que mientes y que estás más por el espectáculo que por el gobierno de la ciudad.

Alfredo Mendoza no lo dice, pero a mí me lo cuentan, que Bertín Osborne entra dentro de las prestaciones sociales municipales para mayores y desfavorecidos, porque parte de su caché lo cobró de recursos de Servicios Sociales. Es lo que dicen. Yo, ni me lo creo ni todo lo contrario, ni te acuso ni te salvo de la quema.

En Arrecife no hay más foto que la de Ástrid, y a los hechos me remito. Habrá hecho alguna cosa medio bien, como arreglar semáforos. Por hacer, ha hecho hasta obras. Lo bueno es que su idea de ciudad, no verbalizada, queda esbozada por lo que no hace y por lo poco que hace. No sabemos qué le pasa por la cabeza cuando le hablan de Arrecife. Ignoramos cómo visualiza un Arrecife futuro: si con árboles o sin ellos, como en las calles Greco y Valencia, desnudas de sombra y frescor y de las que tanto presume. O como en la plaza de la harinera, desconsolada y descabalgada, tal que fuera fruto del disparate de algún decorador de exteriores con pocas luces.

Lo de estas fiestas de San Ginés es como el circo romano para Ástrid Pérez, que con dinero público tiene su medida popular para venderse en 2023, contratando casi todo el saldo disponible en el mercado a precio de merluza de primera. Trajo carne para jóvenes, para viejos y para maduros, un poco de todo para asomarse al zaguán de cada casa. Aún no sabemos para qué, porque se vaticina que no querrá el ayuntamiento ni harta de grifa, como tampoco pactar con CC en el Cabildo, pues estando San Ginés, no entra en sus planes. Hay quien la ve saltando a Madrid, que es más lucido y da más lustre, y como en el partido ella es la del ordeno y mando insular, pues podrá hacer lo que le venga en gana, lo que le salga del potorro, que diría Belén Esteban. Puede hacer doblete, triplete y lo que quiera, pero sí me queda claro que no querrá ni vernos a esta panda de ciudadanos y ciudadanas desagradecidas que no le hacen la ola cada día y algunos la cuestionamos públicamente. No creo, por tanto, que prepare un candidato que vaya el número uno en las listas municipales, porque, aunque quisiera irse, le cuesta que, entre tanto, otros chupen cámara. Queda por saber que fichas moverá a la capital y a la isla, porque en Arrecife no hay más foto que la de Ástrid, y a los hechos me remito.

A Ástrid no es que no le quepa Arrecife en la cabeza, es que no le interesa un carajo la ciudad. La que se jacta de que ha plantado no sé cuántos árboles, se quiere creer la milonga de su empresa de parques y jardines, que no hace más que remover las rotondas para parecer que trabajan: quitan unos y ponen otros, o replantan lo perdido, porque lo que se dice arbolar, no han hecho un nuevo agujero en acera alguna. Porque, si le importara algo, debería apostar por un proceso de escucha y de atención, o podría leer algo de lo mucho publicado en las últimas décadas a modo de reflexiones sobre la ciudad. Ástrid es muy jartible, tanto, que espero que se vaya al Congreso con los votos de la ciudadanía de Arrecife, y no tanto porque la premien por su gestión sino para no verla más manejando dinero público tan malamente y con tan poco gusto, tanto, que no parece del PP. Y eso que ya Feijóo anunció que ojito, que "decoro y compromiso con el interés general". Decididamente no pensaba en Ástrid cuando lo soltó. Ella prefiere recibir en su casa cuando llueve.

Comentarios

Palmero!!! ¿por qué no dices que Lanzarote está llena de fotos de Loli Corujo?
Conejero indignado, Loli debe tener montón de fotos, no lo dudo, pero Ástrid tiene un boletín mensual de autobombo pagado con dinero público. Que vale ya.
Anónimo. Yo no discuto la cantidad de fotos de Astrid, pero viene a ser las mismas que las de Loli. ¿No te das cuenta del problema?: 1. Criticas a una pero no a la otra 2. ¿Hablamos de problemas y soluciones para Arrecife? ¿Y para Lanzarote? No, solo de egos y de imágenes.

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