-¿Qué servicios oftalmológicos presta el Centro Médico Parque Lanzarote?

-Realizamos revisiones completas, desde niños a partir de los cuatro años hasta adultos. Hacemos un examen completo, graduación de la vista, una medición de la vista computerizada, la toma de presión intraocular en el fondo del ojo y tenemos un campímetro [que permite medir el campo visual del paciente]. Además, próximamente se va a adquirir un biómetro, para la cirugía de cataratas, y la idea es también incorporar un OCT, que es una Tomografía de Coherencia Óptica para diagnosticar problemas de retina, de mácula o aparecimiento de glaucoma.

-¿Cuáles son las patologías más comunes en su consulta?

-Aquí, sobre todo, muchos usuarios acuden para exámenes de graduación y, además, viene gente mayor con cataratas. También, a veces, hacemos controles de retinopatía diabética. En menor medida, pero también, hacemos control del glaucoma gracias al campímetro Humphrey de la marca Zeiss que tenemos en Centro Médico Parque Lanzarote que, la verdad, es de muy buena calidad. -¿Cuándo se puede considerar que existe una urgencia médica en el campo de la oftalmología? -Existen un montón de casos. Los fenómenos vasculares, en relación con los pequeños ictus, neuropatías ópticas o isquémicas... Y, en el apartado de patologías quirúrgicas, nos encontramos con traumatismos que pueden ser cerrados o con ojos perforados o patologías de retina, como el desprendimiento de esta. También atendemos daños en la córnea causados en accidentes. Asimismo, un ataque de glaucoma agudo podría considerarse una urgencia.

-¿A qué síntomas se debe prestar especial atención para acudir al especialista?

-Creo que en los niños es necesario acudir a revisiones para descartar que el menor, por ejemplo, no tenga un ojo vago, sobre todo, cuando hay historial familiar. Cuando al pequeño o pequeña le notas que se le está torciendo el ojo, es fundamental acudir al especialista, pues hay un tiempo, digamos que hasta los siete años, en el que se puede tratar la miopía. En adultos, especialmente a partir de los 40 años, cuando se empieza a tener presbicia -la dificultad para enfocar objetos a menos de un metro-, para descartar un posible glaucoma, en especial si tiene antecedentes de familiares con esta enfermedad. El problema del glaucoma es que es muy silente, parecido a la hipertensión o a la diabetes, es decir, no suele dar síntomas. Por eso, es importante saber si hay antecedentes. La gente que tiene miopías muy altas, miopías magnas, también es importante que siga controles, eso sí desde mucho más joven, para que no tenga problemas en la retina periférica. Y las personas mayores, por supuesto, deben acudir al especialista. El objetivo de Centro Médico Parque Lanzarote es la colocación de lentes multifocales, para corregir la visión de lejos, intermedia y de cerca.

-¿Cuál es el perfil más habitual de los pacientes de oftalmología en Centro Médico Parque Lanzarote?

-Son adultos, a partir de los 40 años, que vienen a realizarse revisiones a fondo de ojos, o pacientes que se quieren operar de cataratas. El pterigion -crecimiento anormal del color rojo y blanquinoso de la conjuntiva, que invade la córnea- también es bastante frecuente o los controles de glaucoma.

-¿Considera que, por regla general, las personas cuidan bien sus ojos?

-En general, creo que sí. Sobre todo, en la gente que tiene trabajos de riesgo, que trabajan con radial, por ejemplo, creo que hay bastante protección. En la calle, mucha gente usa gafas de sol, que está muy bien para prevenir la aparición de degeneración macular seca, o que se compliquen los pterigion. En general, creo que, en Lanzarote, sí se cuidan. En lo que hay que insistir es que el médico de cabecera refiera a pacientes a los especialistas, en este caso a los oftalmólogos. Sobre todo, pacientes que requieren revisiones o los niños, en cuyo caso es fundamental.

-¿Qué consejos o recomendaciones daría para un cuidado adecuado o, incluso, mejor de la vista al que hacemos actualmente?

-Diría que, básicamente, llevar a cabo las revisiones, acudir más al especialista, porque es una cosa que no se hace. Alguien puede no saber que tiene la tensión alta o, por ejemplo, alguien con un historial familiar de problemas de retina puede tener complicaciones también, pero hasta que no lo ve un especialista no se puede determinar.

“Las revisiones son prioritarias cuando hay antecedentes familiares”

-¿De qué forma afecta el uso de las pantallas y de los dispositivos electrónicos a la salud ocular?

-Básicamente, provoca el efecto del ojo seco, que es la escasez de cantidad de lágrima o el deterioro de la calidad de esta. Cuando uno usa una pantalla durante mucho tiempo se olvida de parpadear o disminuye la frecuencia de parpadeo y eso hace que se seque el ojo y moleste. A mucha gente, sobre todo la que trabaja con ordenador muchas horas al día, le puede resultarle bastante irritante. En los niños, estar tiempo frente a una pantalla puede condicionar el aumento de la miopía. Para ellos no es recomendable estar mucho tiempo con un dispositivo electrónico, deben compaginarlo con actividades extraescolares, al aire libre y en espacios abiertos.

-¿Se notan más problemas de visión en niños y jóvenes que antes?

-Está claro que hay un aumento de la miopía en estos tiempos. Sobre todo, si lo comparamos con generaciones atrás y tiene que ver la mayor actividad de cerca. Existen dos formas de prevenir la progresión de la miopía: una es el uso de unas lentes de contacto especiales, la ortoqueratología, que no recomiendo mucho, y otro es con el uso de unas gotas de atropina muy diluidas.

-Estamos en primavera y a las puertas del verano, ¿qué recomendaciones daría para la salud ocular en estas épocas del año?

-Esta época es complicada por el tema de las alergias, que se ven bastante ahora. El mayor problema lo presentan los niños que son asmáticos y muestran varias alergias porque sufren bastante. El problema es que requieren tratamientos largos y, por ello, lo mejor es tratarlos cuanto antes y no tardar mucho en derivarlos al especialista. Si no se tratan a tiempo, pueden tener complicaciones y secuelas que pueden llegar a ser graves.