EL PASEO | 'Apuntes' por Saúl García |
La localidad sureña acumula problemas para los vecinos y trabajadores del sector turístico: ante la falta de vivienda y los altos precios, muchos optan por compartir casa o vivir en Arrecife

Vivir en Playa Blanca, misión imposible: viviendas caras, salarios bajos y mucho alquiler vacacional
La localidad sureña acumula problemas para los vecinos y trabajadores del sector turístico: ante la falta de vivienda y los altos precios, muchos optan por compartir casa o vivir en Arrecife
¿Y cuando abran el nuevo hotel, dónde van a meter a los trabajadores? Es la pregunta que se repiten casi todos los entrevistados para este reportaje. Se refieren al hotel que gestionará la cadena Barceló en Playa Blanca y que tendrá unas 1.400 camas y se calcula que unos 400 empleados. La respuesta no es sencilla porque la escasez de vivienda es un problema acuciante en Lanzarote, principalmente en las zonas turísticas y especialmente en Playa Blanca, donde a la falta de viviendas y su carestía, se suma la distancia a otros núcleos. Trabajadores de hoteles del Sur aseguran que hay compañeros que viven en Arrecife y han acabado dejando el trabajo porque al gasto de alquiler en la capital tienen que sumar 300 o 400 euros al mes de gasolina y no les compensa.
Darlín tiene 25 años y trabaja en un hotel, pero vive como un estudiante. Comparte casa con otras cinco personas: tres por habitación, y paga 350 euros al mes. Dice que no ha encontrado otra cosa, que no puede elegir, pero que, en su búsqueda de vivienda, vio un estudio en Las Coloradas por 1.400 euros y otro en la urbanización Valparaíso, de una sola habitación, por 550 al mes más un mes de fianza y muchas condiciones. “Se están pasando”, dice. Cuenta que vio otro anuncio de una casa por 700 euros pero no aceptaban ni niños ni perros. “¿En qué sociedad estamos viviendo?”, se pregunta. “Nos tendremos que ir de Playa Blanca”.
El caso de Carlos es diferente, pero también sufre las consecuencias de la carestía. Hace seis años alquiló un piso de dos habitaciones en el centro de Playa Blanca, pero se ve obligado a alquilar una habitación por 350 euros, al menos para poder vivir holgadamente “porque con el agua y la luz se te va la mitad del sueldo o más”. Antes vivió en Residencial Playa Blanca compartiendo casa con otras dos personas. Dice que ahora la situación ha empeorado: “Aquí en el pueblo es difícil encontrar hasta una habitación”. “Todo lo han puesto de alquiler vacacional y nadie encuentra nada”, dice. Es la misma conclusión a la que llega Darlín: el alquiler vacacional.
Ramiro Muñoz, concejal de Lanzarote en Pie (LEP) en Yaiza, se suma a esa conclusión sobre el alquiler vacacional y cree que hay que regularlo mejor que hasta ahora. Pone varios ejemplos de la situación. Cuatro compañeros de trabajo que, ante la imposibilidad de encontrar casa para ellos solos, comparten una villa que han alquilado por 950 euros al mes. O una pareja con dos niños en una casa de dos habitaciones. “Les ha salido humedad en una habitación, no se lo solucionan, pero no la quieren soltar porque no hay otra cosa”.
Aún recuerda cuando los hoteles tenían apartamentos para sus trabajadores o habitaciones para el personal. No siempre era así. Había más opciones: “Volveremos a ver barracones en los hoteles”, dice. Apunta que se van a hacer más de 200 viviendas de alquiler social, pero dice que es una solución a largo plazo.
Los sueldos
Muñoz pone otra variable sobre la mesa. Los sueldos están congelados en el sector. El último convenio de hostelería se firmó en 2016 y terminaba en 2019. Ahora los hoteles están llenos y falta mano de obra. “Están llamando a trabajadores que ya habían estado aquí, pero buscan casa, no encuentran y no vienen”, dice Muñoz, que añade: “No sé por dónde va a explotar esto, es todo una cadena y hay que mejorar el turismo”.
Daniel Portieles: “Se acaba consiguiendo vivienda, aunque no siempre al lado del trabajo”
Daniel Portieles, director de la inmobiliaria In-max Lanzarote, también achaca parte del problema a los bajos sueldos. Dice que la oferta de alquiler está mal en toda la Isla y que, después de la pandemia, volvió mucha gente que se había marchado. “Están los precios disparados”. Asegura que a sus clientes les recomienda que no pongan los precios muy altos, “algo que se pueda pagar”, para garantizar que los inquilinos paguen y evitar mucha rotación. “Pero no nos hacen mucho caso”, subraya. Dice que el precio mínimo del alquiler es muy alto, pero que después no hay tanta diferencia entre pisos de dos o tres habitaciones.
Entre las últimas ofertas, le ha llegado un piso de un dormitorio en la capital por 700 euros, pero dice que también los hay a partir de 500 o incluso de 600 con garaje. Señala que en Arrecife no hay mucha diferencia de precios entre el centro y los barrios, a excepción de la primera línea, y que en 2019 “los precios eran aún más altos”.
“A peor”
“También es verdad que estamos mal acostumbrados a vivir junto al trabajo y en otros lugares esto no pasa, se asume que no puede ser”, dice. Pero, respecto a Playa Blanca, no hay mucha oferta en las localidades más cercanas, como Uga o Yaiza. Según el alcalde de Yaiza, Óscar Noda, se está intentando llegar a acuerdos con propietarios de casas en desuso para ponerlas en el mercado, pero no es fácil. Por otra parte, dice que cree que “la situación va a ir a peor”.
Óscar Noda: “El mercado de alquiler bajará si se incluyen viviendas de los fondos europeos”
Dice Portieles que “se acaba consiguiendo vivienda, aunque no siempre al lado del trabajo” y apunta que, además de Playa Blanca, está muy complicado en Puerto del Carmen y Playa Honda, donde los precios de compra son muy altos y, si el comprador es un inversor, tiene que poner el alquiler alto para obtener rentabilidad. Para Portieles, el precio de la vivienda se ha encarecido mucho, así como las reformas y los materiales “y los sueldos no suben, los salarios son muy bajos”.
César Reyes, secretario insular de UGT, señala que o se llega a un acuerdo para firmar el nuevo convenio “o se romperá la paz social”. Apunta que se están alquilando garajes como viviendas y que lo de los sueldos es cierto, pero que, “si no hay casas, da igual el sueldo que tengas, y no hay casas porque el Gobierno de Canarias ha hecho dejación total de sus funciones durante años, no ha puesto un euro”.
Desde Arrecife
Anisuka paga 600 euros al mes más el agua y la luz. La casa es un salón-cocina y dos habitaciones. Vive con su pareja, con un hijo y otro en camino. Le gustaría cambiarse, pero lo ve difícil. “No podemos dejar esta casa, hay estudios a 800 euros, Playa Blanca se ha vuelto un lujo, pero no sé para quién”. “Hemos pensado irnos a Arrecife, pero acabas pagando 400 euros de combustible y estás media vida en la carretera”. De hecho, ya vivieron en Arrecife y se mudaron porque, “si los turnos de tu pareja no coinciden con los tuyos, ni te ves”. Asegura que hay compañeros del hotel donde trabaja que viven en la capital y que han dejado el trabajo. “Los hoteles no te ponen guaguas y podrían ponerlas”, dice. También se queja de que las guarderías cuestan 300 euros o más. “No se puede vivir así”, señala.
Ramiro Muñoz: “No sé por dónde va a explotar esta situación porque es todo una cadena”
El alcalde de Yaiza, Óscar Noda, cree que el de la escasez de vivienda es un problema generalizado en toda la Isla, pero que se está notando más en los núcleos turísticos, donde “no hay donde vivir”.
Noda señala que hay tres parcelas municipales residenciales y que ya se ha cedido una donde caben 126 viviendas, dentro del Plan de Vivienda del Gobierno de Canarias, pero que ahora se puede incluir en una línea “más rápida” que es con fondos europeos. Sale a promoción la parcela entera y el promotor hace todos los trámites. Son viviendas de alquiler social y 75 años de concesión. “El mercado de alquiler bajará si se incluyen todas estas viviendas de los fondos europeos, y eso puede ser inminente”, asegura.
También hay promociones de vivienda, pero en este caso de compraventa, en Montaña Roja, donde se podrán hacer hasta 120, pero ya hay 32 previstas en una primera fase. Noda reconoce que “vender es más complicado”.
Vacacional
La construcción de vivienda de protección, por otro lado, cada vez es menos atractiva para el promotor porque ha subido mucho el precio de los materiales y el del suelo, y el margen es limitado, pero dice que “hay promotores que están preguntando por parcelas residenciales porque saben las necesidades que hay”.
Dice Noda que, de momento, no conoce ningún caso de profesores que hayan renunciado a la plaza por falta de vivienda y reconoce que en el Sur “no fueron parejas las infraestructuras púbicas a las privadas”, pero que aún hay suelo para construir esas viviendas. Respecto al problema de la vivienda vacacional, señala que la comisión de turismo de la FECAM está elaborando un estudio para hacer una ordenanza insular para “regular y controlar esta actividad porque no todo puede ser vivienda vacacional”.
Comentarios
1 Cris Mié, 15/06/2022 - 08:11
2 Ana Mié, 15/06/2022 - 09:28
3 Conejero Mié, 15/06/2022 - 10:16
4 Armando Bulla Mié, 15/06/2022 - 10:53
5 Autorregulación Mié, 15/06/2022 - 12:14
6 Conejera Mié, 15/06/2022 - 17:38
7 Carolina Mié, 15/06/2022 - 20:21
8 Maria Mié, 15/06/2022 - 20:29
9 yop Mié, 15/06/2022 - 21:54
10 Anónimo Mié, 15/06/2022 - 22:07
11 Los que piden y... Mié, 15/06/2022 - 22:52
12 Mery maria Mié, 15/06/2022 - 23:33
13 Logico Jue, 16/06/2022 - 06:24
14 aytami Jue, 16/06/2022 - 09:59
15 Maria Jue, 16/06/2022 - 10:51
16 Maria Vie, 17/06/2022 - 08:37
17 Anonimo Vie, 17/06/2022 - 10:07
18 Hotelero Sáb, 18/06/2022 - 06:24
19 Francisco Cedres Sáb, 18/06/2022 - 09:45
20 Flâneur Sáb, 18/06/2022 - 11:36
21 José Sáb, 18/06/2022 - 21:42
22 Anónimo Dom, 19/06/2022 - 18:20
23 DE PLAYA BLANCA Mar, 21/06/2022 - 13:40
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