CASO UNIÓN

Ubaldo Becerra describe la trama y apunta a Dimas: "Nos lucrábamos nosotros pero también iba dinero para el PIL"

Becerra aseguró que José Miguel Rodríguez le pidió que exigiera comisiones: "Decía que la orden venía del jefe, y si hablamos del jefe hablamos de Dimas Martín"

Becerra, en su declaración de este miércoles. Foto: Manolo de la Hoz.
Saúl García 0 COMENTARIOS 06/02/2019 - 21:19

El exconcejal de Parques, Jardines, Urbanismo y Plan General de Arrecife, Ubaldo Becerra, describió en su declaración en el juicio del caso Unión este miércoles cómo funcionaba la trama de comisiones ilegales en el Ayuntamiento. Becerra, que fue concejal solamente entre mayo de 2007 y diciembre de 2009, reconoció los hechos aunque no acepta la pena que se le pide.

Admitió que recibió de forma directa comisiones de los empresarios Manuel Reina Fabre (entre 1.000 y 1.500 euros) y de Antonio Gómez (10.000) y que se lucró con las que pagaba Jesús Manuel Martín Brito y había pactado cobrar 20.000 euros de la que iba a pagar José Antonio Castellano.

Becerra dijo que el dinero era para ellos (para él, José Miguel Rodríguez y Matías Curbelo) pero que también iba para el PIL, para el mantenimiento de la sede, la oficina de Costa Teguise, fiestas, cenas, la colaboración con alguna murga o con una asociación de la tercera edad a la que invitaron a una cena en El Golfo.

Además, explicó que los concejales contrataban las obras con los empresarios, después José Miguel Rodríguez retenía los pagos para exigir la comisión, "por orden de Dimas", según dijo Becerra que le contó Rodríguez, la recaudaba y la repartía, y que supone que una vez en el partido, "Matías Curbelo se encargaba de los pagos".

Becerra aseguró que Rodríguez le pidió que exigiera comisiones. "Decía que la orden venía del jefe -dijo- y si hablamos del jefe hablamos de Dimas Martín", añadió. Según Becerra, cuando ingresó en el partido en 2007, la exigencia de comisiones ya era algo normal.

Durante su declaración, en la que solo respondió a preguntas del fiscal Javier Ródenas, se le mostró gran cantidad de documentos y se emitieron conversaciones grabadas. Admitió que las obras se fraccionaban para no sacarlas a concurso público.

De esta manera, las obras en la Pescadería municipal, que costaban 306.000 euros, se fraccionaran en once contratos de 30.000 euros, que era "la manera de hacer una adjudicación directa sin hacer concurso público", señaló. Ni siquiera se hacía expediente de contratación, sino que todo se hacía con retenciones de crédito.

"De todas las obras que encargué no hubo ningún concurso"

El fiscal intentó confirmar la participación de aquellos acusados que no han confesado los hechos, cono Elena Martín, Dimas Martín o Antonio Machín. Elena Martín era Jefa de Contratación en el Ayuntamiento. Becerra dijo que nunca habló con ella sobre los fraccionamientos pero señaló que en un expediente de arbolado por 180.000 que debía ir a concurso público, había tres propuestas idéntica y le dijo que hiciera él la elección. "Luego el concurso no era público", dijo el fiscal, que afirmó que "como técnico no controlaba la decisión política". "O por lo menos no la cuestionaba", dijo Ubaldo, que afirmó: "De todas las obras que yo encargué no hubo ningún concurso público".

Respecto a Machín, que sucedió a Becerra en el área de Parques y Jardines dijo que no tenía "ninguna duda de que se beneficiaba de las comisiones" que pagaba el empresario Martín Brito porque siguieron trabajando con él y porque, cuando volvieron a detener en 2010 a Rodríguez, cuando fue puesto en libertad, le contó "que continuaron haciendo lo mismo porque los gastos del partido seguían".

Becerra también mencionó a la exconcejal Luisa Blanco como beneficiaria de las comisiones y de una reforma que le hizo Martín Brito en sus casa. Blanco estuvo imputada en el procedimiento, pero no ha llegado a juicio.

Entre las llamadas que se pudieron escuchar durante la vista, hubo una con el actual consejero de Turismo del Gobierno canario, Isaac Castellano, cuyo padre reclamaba que le pagaran las facturas pendientes por sus trabajos en el Ayuntamiento, que sumaban más de un millón de euros.

En la llamada hablan de rebajar la comisión del 10 al ocho por ciento, aunque Castellano había denunciado que le estaban intentado extorsionar. Esta comisión la pactó con Matías Curbelo, que solo trabajó con Ubaldo en esa ocasión: "Supongo que por la cuantía", dijo, ya que la comisión era de casi 100.000 euros. En las conversaciones se referían al pago de las comisiones como "el primer congreso" y "el segundo congreso".


Banquillo de acusados, este miércoles por la tarde.

"Como todo político, no entiendo una mierda de nada"

Sobre el posible amaño del Plan General, se expuso una llamada entre Becerra y Dimas Martín en la que este último le dice que hay que sacarlo por 60 millones (de pesetas) y que, como por ese precio no se va a presentar nadie, se lo dan a Pedro Luna, pero que se lo van a dar hecho: "Solo tiene que firmar y nada más".

Becerra habló sobre ello con Elena Martín para que hiciera un pliego aunque sin saber muy bien ni las condiciones ni el precio. Se le escucha decir en la conversación: "Soy el concejal del Plan General, pero como todo político no entiendo una mierda de nada".

En esa conversación le dice a Elena Martín: "Eso ya lo hablo con el jefe", y el fiscal le preguntó si no le extrañó que no le preguntara quién era el jefe. Ese pliego de condiciones que pactan por teléfono se encontró en casa de Dimas Martín en un registro y Ubaldo aseguró que él no se lo llevó a Dimas, porque "se lo iba a llevar pero ya lo tenía".

Finalmente, sobre si Dimas era trabajador de de una empresa de Juan Francisco Rosa, le preguntó el fiscal si el fundador del PIL comentó alguna vez que no podía acudir a alguna reunión porque tenía que ir a trabajar. Dimas estaba contratado como auxiliar administrativo en el comercio del mueble de Galerías Rosa, con puesto de trabajo en Argana. Ubaldo dijo que Dimas "estaba siempre en Costa Teguise".

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