El afán del Gobierno de Canarias, compartido por el Cabildo de Lanzarote, de promocionar las Islas como destino para nómadas digitales que sustituyan a una parte de los turistas tradicionales, hizo que Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria se colocaran entre los primeros diez puestos del ranking de la web especializada Nomadlist como los mejores destinos para trabajar a distancia.

Por un lado, los tres economistas contratados por el Cabildo de Lanzarote –José Carlos Díez, Miguel Sebastián y Daniel Lacalle- han destacado insistentemente el objetivo de atraer a este tipo de cliente y, por otro, el Gobierno ha puesto en marcha campañas de promoción que se completarán con un presupuesto de medio millón de euros que pretende atraer a unos 30.000 trabajadores. Además, desde hace varios años se celebra en Las Palmas el evento Nomad city.

El Gobierno lo explicaba así: “Es valor añadido y diversificación de la dependencia del turismo de masas. Este perfil tiende a quedarse más de una semana, entre dos y cuatro meses. Los remotos llegan a establecerse. Se integran en la comunidad local y surgen nuevos proyectos”.

Lo que atrae o lo que necesita este tipo de viajero, que es una mezcla entre residente y turista, es buen clima, calidad de vida, alojamientos adecuados y ventajas fiscales. Ganan entre 1.000 y 5.000 euros al mes, aproximadamente.

“El nómada digital no es una profesión, es una característica”, dice André Gussekloo, holandés, y escritor freelance desde hace 13 años. De ese tiempo, once de ellos en Canarias, primero en Gran Canaria y después en Lanzarote. En medio, una pequeña vuelta al mundo. “Tenía libertad y quería aprovecharla”, dice.

Es el administrador del grupo de Facebook Lanzarote Digital Nomads & Remote Workers, con unos 250 miembros. En el grupo se pueden leer mensajes como el de Marguerite, de París: “Después de tres meses trabajando sola en casa, estoy un poco cansada de ver las mismas paredes, así que estoy buscando trabajar remotamente desde Lanzarote en enero durante tres a cuatro semanas. ¿Dónde recomiendan que me puedo alojar por un precio asequible? Estoy buscando un lugar donde haya un poco de vida, donde pueda salir fácilmente a paseos cortos a la hora del almuerzo, o entre reuniones, para tomar un poco de aire fresco”.

O este otro: “Estoy trabajando remotamente en Corralejo desde octubre y antes de volver a Italia (…), me gustaría pasar una semana en Lanzarote (trabajando algunos días...) ¿Algún consejo para el alojamiento y ubicación (o mejor aún, alguien tiene un dormitorio privado disponible en su propio piso que quiera compartir)?”.

O este: “Estoy planeando trabajar remotamente tres semanas en Lanzarote desde mediados de enero. No quiero gastar una fortuna en alojamiento (700 euros en tres semanas) y estoy buscando un apartamento de dos camas con piscina, cerca de una playa, Internet rápido y tiendas y restaurantes cercanos”.

“El nómada digital no es una profesión, es una característica”, señala Gussekloo

“Lo que falta es un alojamiento asequible a medio plazo”, dice André sobre las condiciones de Lanzarote para atraer nómadas digitales. El alojamiento es la mayor preocupación. “Los alquileres turísticos son muy caros y cerca de 2.000 euros al mes es mucho”, señala.

La mayoría de estos nómadas se quien alojar sin tener que recurrir a Booking o Airbnb. “Aunque tengas mucho poder adquisitivo no apetece gastar mucho en la vivienda y colivings, hay villas que podrían servir, como si fuera una casa de estudiantes”, asegura.

Gussekloo señala que muchos de estos trabajadores pueden trabajar en cualquier sitio y solo necesitan un portátil y una conexión. Dice que la vía de las buenas condiciones de Canarias “se defiende sola”. Señala que el clima y la tranquilidad hacen de Lanzarote una buena base de operaciones. Hasta hace poco faltaban conexiones de fibra óptica por toda la Isla, pero eso se ha ido solucionando. También señala que Las Palmas de Gran Canaria es un destino más popular para los nómadas, pero que Lanzarote es ideal “para gente creativa”.

André y un socio abrieron un espacio de coworking en El Reducto pero acabaron cerrando. “No conectamos con la escena local, no atrajimos a ese perfil de gente que trabaja en casa”, asegura. Entre octubre y abril, sí, pero en verano se quedaban solos de nuevo. Ahora trabaja en Tinajo y a veces sale a trabajar a Puerto Calero o a otros lugares.

Cree que los espacios de coworking son una oportunidad para que los nómadas conozcan gente como ellos. Han formado un grupo y hacen una quedada una vez al mes. “La última vez fuimos veinte”, afirma.

Claudio Uva trabaja desde Yaiza para EON Reality.

Claudio Uva trabaja desde Yaiza para EON Reality, una empresa americana desarrolladora de software. Nació en Venezuela y creció y estudió en Estados Unidos. Ha vivido en Bélgica, en Galicia, en Barcelona o en Dublín. Desde 2013 viaja de vacaciones a Canarias y ha acabado quedándose. “Esta es la última ya”, dice. “Tanto yo como el usuario podemos estar en cualquier sitio”, asegura.

Trabaja en equipo, pero una parte está en Canarias, otra en Estados Unidos y otra en Singapur. A su jefe, que está en California, nunca le ha visto en persona. Claudio es gerente de operaciones de la empresa, que se dedica a la realidad virtual aumentada, una tecnología “intuitiva y fácil de usar”.

En febrero abrieron el Aula Virtual Canaria en el centro de Formación Profesional César Manrique de Tenerife. Trabajan con la Consejería de Educación y uno de sus objetivos es extender su tecnología por el Archipiélago. El software permite a los estudiantes transformar la lección en un temario digital. También trabajan en otra iniciativa con la Cámara de Comercio de España.

“Creo que hay que tomar iniciativas distintas al turismo porque no se puede depender del todo de él”, dice, y cree que si no, no habrá otro encaje en el mundo laboral para las próximas generaciones de la Isla “a no ser que sean camareros, y eso hay que cambiarlo. Está convencido del talento que hay en las Islas. “Se desconoce el talento que hay en Canarias en la parte digital porque hay incubadoras de empresas en Tenerife y Gran Canaria que están en vanguardia”.

También habla de los beneficios fiscales que ofrece Canarias, “que tampoco se conocen del todo en la Península” y piensa que puede haber otros atractivos para Lanzarote como crear parques tecnológicos o aumentar la presencia de las universidades. Además, señala que se puede captar este tipo de trabajadores hacia Lanzarote desde las dos islas mayores. “Hay gente de otras islas que posiblemente quisiera venir si se mejoran algunas cosas”, dice.

Echa en falta mayor conexión con la industria local y cree que para dar un empuje y generar empleo de forma directa e indirecta hace falta un cambio de mentalidad y acelerar el ritmo. El teletrabajo se va a extender porque “el alumno no volverá al cien por cien y muchas empresas dejarán a gente en casa”. También habla de aprovechar el dinero que va a llegar de la Unión Europea para ampliar pequeñas industrias ligadas a la tecnología.